Si hay una jornada en la que se podría avizorar lo que sería el desenlace de la campaña del Deportes Tolima en la Liga BetPlay 1 2025, esa -sin lugar a dudas- es la del domingo 20 de abril. Los 'Pijaos', que debían pasar por encima de un rival nominalmente inferior como Envigado Fútbol Club, fueron incapaces de cumplir el objetivo y, en una presentación por demás penosa, fueron superados por los 'naranjas' (3-1).
Un auténtico papelón, del que no se salva ninguno: ni los jugadores ni el cuerpo técnico, encabezado por el español Ismael Rescalvo, que quedó expuesto en un cotejo que debía representar, más allá del triunfo, la posibilidad de revalidar lo que parecía la recuperación del plantel. El mismo que llegaba con cuatro fechas invicto y que, al final, vivía en un espejismo, pues el 'kínder' local se quedó con los puntos,
La excusa, para el entrenador y algunos de los integrantes del plantel, fue el infortunio: pues si ya de por sí es poco común que un autogol determine el rumbo de un compromiso, dos ya se convertían en una locura. Pero, pese a los insólitos errores en propia valla, el colectivo no tuvo una pizca mínima de actitud y entregó en bandeja un botín seguro: que para su bien no fue capitalizado por sus adversarios en la tabla.
El tanto convertido por el volante Andrés Arroyo (45') no sirvió para nada, pues el saldo en esta visita a suelo antioqueño, en la que no estuvo solo, fue a todas luces negativo. Incluso, un viejo conocido que se fue por la puerta de atrás del club y que le ganó un prolongado pleito ante la FIFA, como el delantero Carlos Torres (7'), también se convirtió en 'verdugo' de un onceno que quedó retratado en esta incursión.
En todo caso, y pese al descalabro que invitaría a poner fin al ciclo antes de la tragedia, el onceno de la 'Tierra Firme' sigue en el lote de los ocho mejores del FPC: ahora es séptimo, con 23 unidades; las mismas del octavo, Deportivo Cali, al que supera por diferencia de gol, y del sexto, Santa Fe, que también entró en un profundo bache futbolístico con la llegada de su nuevo orientador, el uruguayo Jorge Bava.
Con este complejo escenario, en el que dejó escapar una oportunidad de oro para picar en punta en la clasificación, el elenco tolimense tendrá que tomar decisiones, si es que de verdad sucederán. Pasar la página de la vergüenza vivida frente a un contrincante lleno de juveniles, que puso a debutar a dos de ellos y, con ello, reconducir el sendero hacia lo que tendrá que ser la clasificación número 33 a la semifinal.
La Equidad, el siguiente rival en el campeonato, el sábado 26 de abril en el césped del Murillo Toro (6:20 p. m.), se podría perfilar -ante la negativa de Rescalvo de irse por su propia voluntad- en el partido bisagra para su proyecto deportivo. Porque en caso de no sumar de a tres, se hará aún más visible la crítica hacia un profesional que ya arrastra un fracaso a cuestas, como la eliminación en la Copa Libertadores.
Primer tiempo en tablas entre Envigado y Deportes Tolima
Apenas transcurrían los primeros segundos del compromiso, cuando en la ‘tribu’ se empezaron a esbozar algunas ideas en fase ofensiva; como la salida por el costado derecho, aprovechando la velocidad de Jersson González. La media distancia también fue una fórmula que apareció en el trámite de la primera mitad, con algunos remates desviados de varios jugadores, como el volante ofensivo Andrés Juan Arroyo.
Pero en su primera incursión, el dueño de casa se fue arriba en el marcador. Sucedió a los 6', cuando los ‘naranjas’ capitalizaron una incursión por zona derecha, ante la insólita pasividad del lateral Yhormar Hurtado, uno de los más resistidos del sistema defensivo, y encontraron en solitario a un viejo conocido: el delantero Carlos Torres, el mismo que se fue de litigio con el club, que no dudó en ‘vacunar’ a su exdivisa.
Solo hasta los 42', y tras algunas escaramuzas, el visitante llevó cierto riesgo al pórtico del paraguayo Rubén Escobar. Sucedió con un tiro libre de Arroyo, que pasó ligeramente desviado del marco rival, en la jugada más clara de gol de un onceno timorato para proponer en fase ofensiva y que sufrió en su zona posterior, al no tener mayor filtro en la recuperación del esférico; pues permitió un cómodo accionar local.
Pero a los 45', y tras recibir el pase del extremo Kevin Pérez, Arroyo —el que más hacía por el encuentro— le dio tranquilidad a la ‘tribu’ para al complemento. El creativo tomó el útil, se dio vuelta y sacó un potente derechazo a ras de piso que pegó en el palo derecho del guardameta Escobar y se metió en el arco norte del ya inundado Polideportivo Sur de Envigado, para el grito de gol de los ‘musicales’.
La vergüenza del ‘Vinotinto y Oro’ vino tras la lluvia: papelón en el Polideportivo Sur
Tras una prolongada espera, producto de la lluvia y el mal estado del terreno, el panorama fue negro para los foráneos: producto de sus groseros errores defensivos, que lo pusieron otra vez en desventaja ante un rival inferior en todo sentido, pero que contó con fortuna en el trámite. Y todo por culpa de una acción bochornosa, que tuvo como protagonistas al zaguero Marlon Torres y el arquero William Cuesta.
Un balón que pateó hacia el fondo el central barranquillero, tomó mal parado al cancerbero visitante, que, aparte de estar mal ubicado, no tuvo la posibilidad de reaccionar y vio cómo el útil, de forma vergonzante, se metió al fondo de su valla: en una jugada que fue fiel reflejo de lo que se vendría en la lluviosa tarde en el Valle de Aburrá, que trajo nefastas consecuencias para una divisa que llegaba invicta.
La reacción llegó a los 54', con un potente disparo del extremo Jersson González, que pasó 'besando' el palo derecho del marco de Escobar, en lo que parecía ser el descuento de los de Ibagué. Y luego, a los 72', al 'Vinotinto' le sacaron una clara opción de marcar, con un remate del mediapunta Kevin Pérez que sacó en la línea el defensor Jhon James Gamboa: en una salvada providencial para los anfitriones.
Pero como si no fuera poco el papelón estelarizado por dos de los miembros de la defensa, solo fue cuestión de tiempo para que, más allá del infortunio, se registrara otra garrafal falla en su valla. En esta ocasión, por culpa del volante Fabián Mosquera, que en vez de despejar el balón infló sus propias redes y a los 81' le puso punto final a esta debacle, que por el contrincante que había por delante resultó excesiva.
Así, en medio de los inconcebibles yerros que dieron origen a una seguidilla de merecidos golpes, por la displicencia de un equipo que deambuló en el campo de juego, se fraguó un cóctel explosivo. Situación que, a la fecha, tiene al grupo sumido en toda clase de aseveraciones, y a los más fieles pidiendo un cambio drástico en la dirección técnica, antes de que pueda ser demasiado tarde en su trasegar liguero.
Foto: Club Deportes Tolima