En una noche que podría marcar, para mal, su era con Deportes Tolima, próxima a cumplir una década, el arquero William Cuesta fue el gran protagonista del duro revés sufrido por la ‘tribu’ ante Junior de Barranquilla: que en la última jugada del partido entregó un empate que tenía sabor a gloria y sentenció la derrota por la mínima diferencia (3-2), en juego de la quinta fecha de los cuadrangulares de la Liga.
Cuesta, en una especie de déjà vu de la historia vivida aquel 27 de noviembre de 2019 en el gramado del Murillo Toro, ante este mismo rival, cuando fue el culpable principal de la eliminación sufrida en aquel entonces de la semifinal, estuvo implicado en las tres anotaciones convertidas por el dueño de casa; que se reportó con el volante Didier Moreno, el delantero Carlos Bacca y el zaguero Emmanuel Olivera.
El guardameta, que llegaba a los cuadrangulares semifinales con la valla menos vencida de los clubes clasificados a esta instancia, ya encajó siete goles en dos compromisos, lo que refleja el mal momento que lo aquejó en la segunda vuelta de esta ronda y que lo tiene, hoy por hoy, como blanco de fuertes críticas por parte de los aficionados: que no le perdonaron su floja presencia y le recordaron algunos antecedentes.
De ‘héroe’ a ‘villano’, el de Vigía del Fuerte, de 31 años, pecó una vez más por su inseguridad en partidos de alto impacto; con lo que se recordó lo sucedido con su colega, Cristian Vargas: que justamente hace un año, el 6 de diciembre de 2023, en el cierre de la última jornada de la semifinal, también estuvo comprometido en la derrota de su club, aunque con complicidad del defensa central César Haydar.
Las tres jugadas que condenaron a William Cuesta y al Deportes Tolima
En la primera acción, Cuesta estelarizó una mala salida, tras el cobro de tiro de esquina del local, por intermedio de Luis ‘Cariaco’ González y le permitió a Moreno cabecear con absoluta libertad para abrir la cuenta en el marcador, apenas al minuto 7. Una acción a todas luces inexplicable, pues tomó una errada decisión sin necesidad, lejos de su arco, lo que sorprendió —incluso— a sus propios compañeros de club.
Por su parte, en la segunda jugada que lo dejó retratado, el golero que llegó en el segundo semestre de 2016 a la institución, no pudo controlar un potente remate del lateral Edwin Herrera, y dejó el balón servido en el área para que llegara Bacca: el mismo que solo necesitó un toque ligero para enviarla al fondo de la portería y así darle vida a su divisa, que aumentaba sin problemas la ventaja en el ‘metro’.
Pero la más insólita se registró en la última acción de la contienda, cuando parecía que el onceno de Ibagué se traía un punto de oro en su lucha. Una nueva y deficiente salida de su valla, cuando intentó conectar el esférico ante el cabezazo de su colega, el uruguayo Santiago Mele, que se fue a buscar la heroica, dejó comprometido a su equipo; pues le quedó habilitado a Olivera, que no perdonó en el área.
Foto: Club Deportes Tolima