En una presentación de sinsabores, o más bien un balance amargo, Deportes Tolima resignó dos puntos valiosos en su lucha por conseguir el ansiado cupo a la gran final de la Liga BetPlay 1 2024. El onceno ‘Pijao’ igualó (1-1) frente al Once Caldas, por la segunda fecha de los cuadrangulares y fue inferior a la respuesta de sus aficionados, que colmaron las graderías del Manuel Murillo Toro de Ibagué.
La joya marcada por el extremo Álex Stik Castro, que levantó de sus puestos a los más fieles, en una soberbia definición en la que dejó regados a sus rivales (14'), de nada sirvió. Y todo porque apareció la ‘bestia negra’, el chicoraluno Dayro Mauricio Moreno, que desde los 12 pasos (63') puso cifras finales al encuentro, y generó un revés para quienes se habían ilusionado en conquistar el ansiado botín en casa.
Con apenas un punto de seis posibles, pues venía de perder a domicilio (1-0) frente a Independiente Santa Fe, el combinado de la ‘Tierra Firme’ está relegado en sus opciones de clasificar, con una desventaja de cinco unidades con respecto al puntero, que es el elenco ‘cardenal’. El panorama no podría ser peor para una divisa que partía con la ventaja deportiva, mejor conocida como el ‘punto invisible’.
En la siguiente jornada, en la que llegará con el agua al cuello, el onceno ‘musical’ enfrentará el sábado 18 de mayo (5:15 p. m.) como visitante a La Equidad, con la obligación de ganar para seguir con aspiraciones reales de meterse en la máxima instancia del fútbol profesional colombiano. Rivalizará ante un adversario que llega prácticamente eliminado, pues viene de caer en sus dos primeras presentaciones.
El partido en el Murillo Toro, entre Deportes Tolima y Once Caldas
La primera incursión del ‘Vinotinto y Oro’ se generó por intermedio del volante venezolano Eduardo Sosa, que a los 8', con remate desviado, metió susto sobre predios del guardameta James Aguirre, que apenas vio pasar el esférico lejos de la portería norte del máximo escenario de los ibaguereños. Un aviso de lo que haría el jugador foráneo en el cotejo, en el que estuvo llamado a reemplazar a Yeison Guzmán.
Pero solo fue cuestión de algunos minutos para que se diera la primera conquista del marcador: y sucedió a los 14', cuando en una jugada de filigrana el dueño de casa abrió el marcador. Un pase entre líneas de Sosa, que le quedó en los pies a Álex Castro, fue capitalizado por el paisita, en una definición de lujo que desató la locura entre los fanáticos locales, ansiosos por saborear la primera alegría en la semifinal.
El mediocampista antioqueño, tras dejar en el piso a dos de sus rivales y enganchar a otro, infló las redes para poner a celebrar a los 14.000 espectadores presentes en las tribunas del ‘Coloso de la 37’, que cumplieron con la cita y disfrutaban, hasta ese entonces, de una noche que traía consigo alegría. Y que mostraba la mejor versión de uno de sus baluartes, llamado a aparecer en este tipo de compromisos.
Y pudo ampliar la diferencia a los 30', si el centro en el área del delantero Brayan Gil hubiera sido concretado en el área chica, en otra de las acciones más claras de los primeros 45 minutos. De esta forma, con un local sin sobrarle nada, pero con la ventaja a su favor, y un foráneo sin ideas en fase ofensiva, se fueron a los camerinos, con la premisa —en el anfitrión— de conservar la mínima diferencia.
No obstante, el trámite del juego en los primeros minutos fue favorable al cuadro manizalita, que logró temprano su objetivo. El equipo de Hernán Darío ‘El Arriero’ Herrera aprovechó una falta dudosa en el área sobre Billy Arce, que a los 62', tras la revisión del VAR, revisó el árbitro Bismarks Santiago. En la ejecución estuvo Dayro Moreno, quien engañó a Volpi y la mandó a guardar para el 1-1 concluyente.
De forma rápida, el ‘Vinotinto y Oro’ tuvo con qué marcar diferencia en la pizarra, pero le faltó fortuna y precisión para tal fin. Sucedió a los 66', cuando en un tiro de esquina apareció solo en el área el joven Juan José Mera, pero su cabezazo se fue desviado del pórtico sur del Murillo Toro, ante los miles que ahogaron su grito y vieron cómo se empezaban a escapar unidades valiosas en su deseo de clasificar.
Aunque, a decir verdad, el rival también tuvo con qué haber marcado el segundo tanto de la noche, a los 70', cuando en una desatención el esférico le quedó a Moreno, pero mano a mano ante Volpi no supo definir y se la entregó en las manos, para tranquilidad de la parcial del anfitrión. Acción que de forma providencial no terminó en celebración ‘alba’, lo que representaría un balance aún más negativo.
A seis minutos del final, y cuando las cartas ya estaban echadas con la inclusión de Facundo Boné, el dueño de casa pudo haber marcado el 2-1, tras una mano en el área que fue sancionada como infracción por el juez Santiago. Pero en la ejecución, el ingresado Carlos Manuel Cortés no tuvo éxito ante el portero Aguirre, que le adivinó la intención y atajó su cobro, hacia el lado izquierdo del marco sur.
Foto: Club Deportes Tolima