La cara del presidente del Deportes Tolima, César Camargo Serrano, tras el yerro del lateral Junior Hernández, podría resumir lo que representa para la institución el consumado fracaso en la primera fase de la Copa Sudamericana 2024: cuando los dirigidos por David González no fueron capaces de superar al Independiente Medellín y tras el empate (0-0) en los 90 minutos, sucumbieron en los penales (4-2).
El dirigente, que apostó por la venta del delantero Diego Herazo a San Lorenzo de Argentina y se quedó sin variantes competitivas para el frente de ataque, pues se le lesionó el argentino Lucas González, justo cuando se jugaba el millonario botín de más de 900.000 dólares, fue —si se puede decir— ‘víctima’ de sus propios inventos. El grupo demostró sus falencias en esta posición y careció de un definidor neto.
No hubo quien embocara el esférico en los 90' reglamentarios y el hombre llamado a aparecer en las redes, el ariete Brayan Gil, brilló por su ausencia. Así como el recién llegado, Carlos Manuel Cortés Barreiro: elemento que pese a entrar en la convocatoria no recibió el voto de confianza del entrenador, que prefirió jugársela por otros hombres para tratar de recomponer su idea de juego, pero nada funcionó.
Además de los 225.000 de los americanos que recibió el club por su clasificación a la ‘Gran Conquista’, frente al ‘poderoso’ estuvo en juego un generoso botín que se resignó de forma insólita. La promesa de hacer una buena participación en la escena continental resultó siendo solo eso: un anuncio que se llevó el viento, pues no se revalidó en el campo, en la presencia más precoz en la competición copera.
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| La reacción de César Camargo Serrano, presidente del Deportes Tolima, tras la eliminación ‘Pijao’ en la Copa Sudamericana 2024. Foto: Planeta Vinotinto |
Y es que el ‘Vinotinto y Oro’ tenía centradas sus esperanzas en superar la instancia ante el ‘rojo’ paisa, así como lo había hecho en 2023, cuando también se vio favorecido por el sorteo y recibió en su reducto al Junior de Barranquilla, al que venció por la mínima diferencia (1-0). Pero el éxito en esta ocasión no estuvo del lado de la ‘tribu’, que quizá recibió un castigo muy alto por no haber atendido sus urgencias.
Aun así, con este doloroso revés en su cancha, el balance en bruto de la institución en los últimos seis años, con participaciones consecutivas en los eventos organizados por la Confederación Sudamericana de Fútbol, es positivo. Desde 2019, cuando empezó esta racha, ya suma aproximadamente 11.525.000 dólares en premios, tanto por sus partidos en la Sudamericana como en la Copa Libertadores.
Tanto Camargo como su gente, dilapidada la clara posibilidad de haber hecho historia en esta edición de la Sudamericana, deberán centrar sus energías en levantar el ánimo de los hinchas: que si bien han disfrutado de su divisa en el primer lugar de la Liga, con 21 puntos de 30 posibles, están golpeados por no haber alcanzado el objetivo, incluso, desde finales del 2023, cuando se conoció el rival en esta fase.
Foto: Club Deportes Tolima