De nada sirvieron las llamadas medidas de seguridad que, sin éxito alguno, intentaron implementar desde la Alcaldía de Ibagué y la jefatura logística del Deportes Tolima, en el encuentro que sostuvo el ‘Vinotinto y Oro’ frente al América de Cali, en la noche del miércoles 31 de enero, en juego válido por la tercera fecha de la Liga BetPlay 1 2024. Y todo por los desmanes que causaron los hinchas del visitante.
Pese a que se decretó cierre de fronteras para la hinchada visitante y se tenía prohibido el ingreso al estadio Manuel Murillo Toro de seguidores del club ‘escarlata’ que residen en la ciudad, al final un puñado de aficionados fueron recibidos en el sector de Noroccidental del escenario deportivo. Y desde ese sector causaron serios desmanes que dejaron mal parada, una vez más, a la deficiente gestión en el escenario.
Todo empezó cuando desde las afueras del ‘Coloso de la 37’ empezaron a tirar bengalas de color rojo hacia sectores en donde estaban fanáticos del dueño de casa, que eran los dueños del espectáculo en este choque. Y, posteriormente, la situación se puso tensa en la Lateral Nororiental, cuando desde la zona contraria devolvieron algunos artefactos, que afectaron a padres y niños que, en gran número, acuden allí.
De forma inexplicable, pues no tenían autorizado acceso, se les dio puerta a los hinchas foráneos, en una situación que parece repetirse una y otra vez en suelo ibaguereño. El famoso anuncio hecho por el secretario de Gobierno, Edward Amaya, fue —a todas luces— un ‘saludo a la bandera’, pues no se cumplió nada de lo acordado y se puso en serio riesgo la integridad física de los seguidores del local.
Tal parece que la presión que ejercieron al aparecerse en los exteriores de la localidad de Noroccidental les funcionó. “Bueno, vamos a meternos a la tribuna de Tolima entonces”, se le escucha decir a uno de los seguidores de los ‘Diablos Rojos’, en una situación que había sido advertida a través de redes sociales y que terminó saliéndose de las manos para quienes eran los responsables de dar garantías en la grada.
En Occidental, por su parte, los hinchas visitantes también encendieron bengalas que generaron una gran incomodidad en los asistentes, que vieron cómo esto sucedía ante la inoperancia de los efectivos de la Policía, que reaccionaron tarde ante lo sucedido. Fue tal la inconformidad que al jefe del operativo de parte del club, Carl Robert Bernoske, le cayeron toda clase de insultos por su papel en este grave asunto.
“Le quedó grande, Bernoske, le quedó grande”, se escuchó en uno de los videos a los que accedió El Rincón del Vinotinto, que evidencia el desespero de los asistentes ante la agresión que sufrieron. Un hecho que pudo haber pasado a mayores. Mientras tanto, la indiferencia del encargado de garantizar la seguridad también quedó retratada ante los celulares que captaron el momento en el que le hacen reclamos.
Un hecho delicado que quisieron pasar de ‘agache’ fue la lesión en una mano que tuvo un integrante del equipo logístico fijado por el dueño de casa, que tuvo que ser atendido por una de las ambulancias presentes. Mientras que otros tuvieron que refrescarse con uno de los grifos dispuestos a ras de piso, ante las heridas que pudieron haber padecido aquellos que trabajan para la institución en estos cotejos.
Por su parte, en la entrada del sector de Nororiental, solo habilitaron de un filtro para acceder a esta gradería, lo que provocó largas filas y, por ende, que una buena cantidad de espectadores se perdieran los minutos iniciales, pues no pudieron entrar dentro de los rangos estipulados. Garrafal falla que puso en entredicho el dispositivo preparado para un duelo considerado categoría A por el rival que hay al frente.
Al final, el resultado, favorable a la ‘tribu’ (2-1), terminó empañado por hechos extrafutbolísticos que pusieron en riesgo un partido en el que los dirigidos por David González lograron su segunda victoria consecutiva en el campeonato: frente a un contrincante que no tuvo el mismo despliegue que en la conquista (4-1) frente al Atlético Nacional y fueron sometidos, por momentos, por el elenco anfitrión.
Estos incidentes se registran a tres días de otro de los encuentros de alto impacto que albergará el máximo escenario deportivo de los tolimenses: el del sábado 3 de febrero (6:00 p. m.) frente a Millonarios, por la cuarta jornada liguera. Y en el que se prevé que pase una situación similar, pues pese a las restricciones impuestas, es bien sabido que al Murillo Toro ingresarán infiltrados una gran cantidad de hinchas azules.