Lo que parecía que empezar bien, en esta ocasión, terminó mal. Deportes Tolima le dijo adiós a la Copa Sudamericana 2023, de la peor manera posible: humillado en su visita a Sao Paulo de Brasil (5-0), por la quinta fecha del Grupo D. Y terminó de configurar un semestre de espanto para el club, pues además de este duro fracaso también quedó al margen de la irregular Liga BetPlay 1 2023.
El resultado, en sí circunstancial, atado a la irresponsabilidad del lateral Léider Riascos, quien se hizo expulsar en el primero de los tantos del compromiso (28'), confirmó lo inevitable: el fiasco del 'Vinotinto y Oro', que es un proyecto deportivo que viene de tumbo en tumbo, con erráticas decisiones dirigenciales en materia de fichajes y dirección técnica, y falta de compromiso de la plantilla.
Víctimas de la efectividad de Caio Paulista, quien se reportó en dos ocasiones; y Jonathan Calleri, Luciano y David, el resultado resulta anecdótico, pues así como pudo ser aún más contundente, ante la inferioridad numérica, también en igualdad en el campo, quizás, no hubiera dejado una diferencia lapidaria. Los fantasmas del 6 de julio del 2022, tras el 7-1 ante Flamengo, aparecieron.
Cualquier análisis táctico que se pretenda hacer resultaría estéril ante semejante paliza, en la que un rival a 'media máquina' le tiró la camiseta a los de Ibagué y le ganó de jerarquía. Una vez más, el entrenador Dorival Junior se convirtió en el verdugo del Tolima, del que tenía referencias tras ganarle con comodidad con 'Fla' en la Copa Libertadores 2022, tanto en el Murillo como en el Maracaná.
Con un balance del 33%, producto de cinco puntos de 15 disputados, el onceno musical quedó al margen del torneo, al que clasificó luego de que el plantel de Hernán Torres Oliveros no fuera capaz de meterse a la Copa Libertadores en el 2022. Y en el que, pese a ello, iniciaba con pie derecho, tras eliminar a Junior en primera fase y ganar en su visita a Academia Puerto Cabello de Venezuela.
El estratega Juan Cruz Real, que recibió al equipo con tres unidades de seis jugadas, en las siguientes tres presentaciones, con la obligación de levantar la campaña, solo pudo cosechar dos puntos; con lo que resignó sus opciones. Y, de paso, encajó su primera derrota al frente del equipo, destrozado en el Morumbí. El balance tras seis juegos es de una victoria, cuatro empates y un revés.
En el ambiente quedó la sensación de que fue esa caída ante Tigre de Argentina el 20 de abril como local (1-2), aún cuando era timonel Torres Oliveros, la que termina sentenciando el destino del Tolima, que empezó desde entonces a remar contra la corriente y tratar de evitar un nuevo descalabro en la temporada. No obstante, los esfuerzos resultaron infructuosos, pues cedió ante su rival directo.
Con 39 días de trabajo, Cruz Real no pudo lograr el objetivo y selló su primer fracaso, pues él mismo aceptó su responsabilidad; pues tenía aún calendario por delante para intentar la heroica, pero a la postre no pudo consolidar en números la mejoría de su divisa; castigada en Brasil cuando parecía soportar la presión de jugar en una de las canchas más pesadas del continente, ante un multicampeón.
Con la suerte echada, solo queda buscar un final decoroso, cuando la tribu reciba el martes el 27 de junio (7:30 p.m.) a Puerto Cabello. Así el incentivo de continuar se desvaneció, aún está la posibilidad de ir por el botín de 100.000 dólares: que representa una victoria en esta instancia de la Copa. Cifra que sería bien recibida una institución que ha protagonizado una temporada nefasta.
Foto: Club Deportes Tolima