Por dónde se le mire, la campaña del Deportes Tolima en la Liga BetPlay 1 2023 fue nefasta. Más allá de que no se cumplió el objetivo mínimo que era el de clasificar a los cuadrangulares semifinales del certamen, el 'Vinotinto y Oro' terminó con casi las mismas unidades de clubes que están sumidos en profundas crisis, tanto deportivas como económicas, y que pese a ello trataron de salir del fango.
Para la muestra está que con 24 puntos de 60 en disputa (40% de rendimiento), el conjunto de la 'Tierra Firme' apenas pudo sacarle una unidad a un club como Deportivo Cali: que le debe cinco quincenas a sus futbolistas, los cuales por poco no juegan el miércoles frente al Boyacá Chicó por cesación de pagos y que, además, está comprometido en el descenso, en la que reacciona de a pocos.
Mientras el plantel de jugadores en Ibagué, según lo que se ha conocido, goza de salarios cumplidos y óptimas condiciones para hacer una destacada labor, como una sede de primer nivel, concentraciones óptimas y vuelos chárter a los destinos nacionales, otros elencos compiten con las 'uñas'. Y, aun así, tuvieron similares resultados en este semestre a la 'tribu', lo cual acentúa el fracaso tolimense.
Porque además del elenco 'azucarero', el 'Vinotinto' solo quedó cuatro puntos por encima del Once Caldas: otro conjunto que vive días negros por cuenta del promedio y que completó ocho eliminaciones consecutivas de la fiesta semifinal. Y. si se quiere hilar delgado, apenas seis unidades le tomó de diferencia al último de la tabla, como Atlético Huila, primer candidato a irse a Segunda.
Lo triste es que con menor inversión, elencos como Boyacá Chicó y Alianza Petrolera, y si se quiere Deportivo Pasto, sí alcanzaron la meta de meterse en el selecto grupo. Un panorama que agrava, todavía más, el duro revés de la escuadra 'musical', que es la segunda con más presencias en este tipo de fases, pero que ya completó un año sin jugarlas, para la amargura de sus miles de seguidores.
En comparación con la Liga 2 2022, esta es todavía peor, al menos en puntaje; pues bajo la batuta de Hernán Torres Oliveros cosechó 26 unidades, aunque se ubicó en el puesto 14. El ibaguereño, antes de ser destituido, dejó el club con 19 puntos en su haber, con opciones de meterse a los ocho, pero con un proceso destruido en la interna, tanto por los lesionados como por el camerino, según se supo.
Esta es, sin lugar a dudas, la peor campaña de los últimos seis años, la cual consumó el argentino Juan Cruz Real, que en tres cotejos sumó cinco unidades de nueve, cuando debía apuntar a lograrlos todos. Aunque el estratega fue llamado de urgencia tras el bochorno en el que se convirtió la era Torres, que pese a los dos títulos que le dejó al club terminó de manera estrepitosa, con doble fracaso en Liga.
"El equipo, desde la producción futbolística, siguió dando pasos hacia adelante. Uno siempre quiere ganar y lo quiere hacer permanente, pero en mi opinión el equipo sigue avanzando en cuanto al rendimiento", expresó el timonel Cruz Real luego del empate (2-2) frente al Atlético Nacional, como local, con el que se cerró un torneo para la olvido en las huestes tolimenses.
Desde el presidente, César Camargo Serrano, a quien por segundo semestre consecutivo le tocará ver los cuadrangulares por TV; el cuerpo técnico anterior, que dejó un proyecto 'moribundo'; y el grupo de jugadores, que parece no haber entendido lo que se jugaba fecha tras fecha, y se resignó a su suerte, tienen su alta cuota de responsabilidad en este fiasco. No así la hinchada, que sí respondió.
Foto: Club Deportes Tolima