Por: Mario Alejandro Rodríguez
Lo que empieza mal, termina mal. Y para Deportes Tolima, el cotejo al que llegó con 13 jugadores en departamento médico, dejó un sabor amargo: cayó (1-2) frente al modesto Tigre de Argentina, por la segunda jornada del Grupo D de la Copa Sudamericana 2023. Y con ello se alejó de su rival directo en la competición, Sao Paulo de Brasil, que picó en punta como líder solitario de esta zona.
El tanto del volante uruguayo Facundo Boné (59') no bastó para sumar un nuevo triunfo en el torneo, pues Facundo Colidio (66') y Tomás Badaloni (78') se encargaron de revertir la historia en favor del visitante, que fue letal en el contragolpe y aprovechó la ventaja numérica en el campo; todo tras la expulsión infantil del lateral derecho Léider Riascos, quien a los 69' dejó con 10 a sus compañeros.
Este descalabro ya es el tercero en línea para los 'musicales', quienes venían de dos derrotas al hilo en la Liga BetPlay 1 2023. La recuperación, que parecía real e ilusionaba en su momento a los hinchas con nueve encuentros invicto, se esfumó; pues en una semana las posibilidades en la Liga BetPlay 1 2023 se complicaron y en la 'otra mitad de la gloria', en la que está prohibido perder, se dio ventaja.
En la siguiente salida, el conjunto de la 'Tierra Firme' tendrá que ir a buscar un triunfo que lo vuelva a enderezar en el torneo local, cuando visite este domingo (8:20 p.m.) al Boyacá Chicó, por la jornada 15 del 'todos contra todos'. Y esperar el duelo que definirá, en un altísimo porcentaje, su futuro en la Copa: el del martes 2 de mayo (5:00 p.m.), cuando reciba al elenco paulista en su cancha.
Nivelado por lo bajo
A medida que avanzaban los primeros minutos en el Manuel Murillo Toro, se vieron dos propuestas distintas: un visitante que desde el pitazo inicial quiso acercarse a predios de su rival, apelando a la media distancia como arma más reiterativa, y un local que se la jugó con el toque corto entre líneas y una tímida intención de abrir el juego por la franja derecha, por intermedio de Léider Riascos.
A los 13', el volante Juan Pablo Nieto lo intentó para el dueño de casa, con un remate que no cazó de manera óptima, luego de aparecer libre en fase ofensiva. Y luego vinieron las escaramuzas del atacante Juan Fernando Caicedo, quien a los 18' y a los 22' probó pero sin mayor éxito vulnerar al 'Matador'; de arranque sólido en su cuarteto posterior, aunque sin tener un filtro claro en la zona medular.
Poco a poco, el visitante supo recuperar de manera efectiva el balón, pues la seguridad de los instantes iniciales del 'Vinotinto y Oro' en la entrega flaqueó. Y eso empezó a hacer mella en el trámite de la primera mitad, pues a los 33' el ariete Facundo Colidio por poco convierte, de no ser porque su impacto fue desviado de manera milagrosa por el portero Christian Vargas, quien tuvo algo de suerte.
En resumen, el primer periodo dejó a los 6.622 espectadores presentes en las graderías del 'Coloso de la 37' con un gran sinsabor. Se peleó más de lo que se jugó, y así quedó comprobado tras el silbato del juez ecuatoriano Luis Quiroz, con un conato de bronca entre ambos equipos antes de ingresar al túnel; cuando estaban llamados a ofrecer un mejor espectáculo por sus necesidades en la tabla.
No supo administrar la ventaja
Por su parte, para la segunda parte, hubo más de iniciativa del onceno de Ibagué en pro del triunfo. A juzgar por las acciones iniciales, cuando tuvo en los volantes Yeison Guzmán y el uruguayo Facundo Boné como los más afilados en territorio contrario, el cotejo mostró señales de recuperación en el anfitrión. Las cuales se confirmaron a los 59', cuando llegó la primera alegría del compromiso.
Un pase desde la izquierda de Guzmán, que bajó de manera inteligente en el área Caicedo, le quedó servido a Boné, quien con comodidad sentenció frente al cancerbero Gonzalo Marinelli, quien apenas le hizo vista al esférico. Una jugada colectiva que, a decir verdad, fue bien finalizada y pretendía encaminar al anfitrión hacia su segundo triunfo en esta instancia de la competición copera.
Sin embargo, la felicidad de los presentes en el encuentro duró muy poco. Apenas siete minutos (66'), pues en un contragolpe bien manejado por el ariete Blas Armoa, ante el mal posicionamiento de la zaga del 'Vinotinto', dejó habilitado a Colidio: quien apareció en el corazón del área, recepcionó el pase desde el sector izquierdo y definió a placer ante el portero Vargas, para poner el 1-1 en la contienda.
Y para acabar de completar el mal momento en la 'tribu', a los 69' fue expulsado el lateral Riascos, quien acumuló su segunda amarilla y recibió el castigo máximo por parte del juez Quiroz. Una jugada en la que el futbolista intentó impactar a un contrario fue sancionada como amonestación por el central, al que no le quedó de otra de ajustarle su segunda amonestación y, por ende, su exclusión del campo.
Solo fue cuestión de tiempo para que el conjunto argentino se tomara confianza en el partido y fuera por algo más que un punto. Hasta que lo logró, a los 78', en una de las que se creía era fortaleza del Tolima: el juego aéreo; cuando apareció el atacante Tomás Badaloni y con un certero golpe de cabeza, ante la desatención del zaguero Juan José Mera, vulneró la resistencia de Vargas para el 1-2.
Con el panorama en contra, el técnico Hernán Torres, quien tras el gol sacó a Juan Fernando Caicedo para meter a Diego Herazo, quien terminó el duelo lesionado (62'), y también resignó de los servicios de Juan Pablo Nieto para ingresar a Kevin Pérez (62'), metió al juvenil Juan José Rubiano por Guzmán (76') y el extremo Estéfano Arango por Boné (83'); modificaciones que no pesaron en el desarrollo.
En el epílogo, Tigre manejó a su antojo el cronómetro, ante un local que se vio entregado en su propuesta y sin revulsivo alguno. Una mala lectura por parte del orientador del 'Vinotinto' le facilitó el trabajo a su colega, Diego Martínez, que movió algunas fichas, apretó en zona ofensiva y, tras lograr la ventaja, se dedicó a hacer valer el hombre de más en la conducción, casi ininterrumpida.
Foto: Club Atlético Tigre