Los bochornosos hechos que ocurrieron el domingo en el estadio Murillo Toro de Ibagué, en el que Daniel Cataño, volante de Millonarios, fue agredido por un hincha del Deportes Tolima, y posteriormente arremetió contra el infractor, pusieron en entredicho el dispositivo de seguridad llevado a cabo por el local y la Secretaría de Gobierno. A tal punto, que si titular puso a disposición su cargo.
El secretario Milton Restrepo, a través de su cuenta de Twitter, dejó a consideración del alcalde de la ciudad, Andrés H., su puesto como el encargado de velar por la seguridad de los ibaguereños; luego de que, por culpa de este suceso, al que se suman otros sucesos registrados en el 'Coloso de la 37', el cotejo, correspondiente a la cuarta fecha de la Liga BetPlay 1 2023, finalmente fuera suspendido.
"El deber de la labor pública conlleva también cargar con la falta de cultura ciudadana y la ingratitud de la democracia, con la satisfacción del deber cumplído y una mejor seguridad para los ibaguereños, mi continuidad está a disposición del señor @AndresHurtadoL", publicó en su perfil Restrepo, con lo que dio a entender que asumiría el costo de estos lamentables acontecimientos.
¡UNA VEZ MÁS! 👀 ¡SE AGREDEN ENTRE ELLOS MISMOS EN LA LATERAL! 😠 pic.twitter.com/4vVs2crMCv
— El Rincón del Vinotinto (@rinconvinotinto) February 13, 2023
Restrepo, el mismo que intentó sancionar a toda costa a los hinchas del 'Vinotinto y Oro' por el homenaje efectuado al fallecido Gabriel Camargo Salamanca, el 26 de noviembre en las instalaciones del escenario, porque al parecer no estaba autorizado el uso de elementos pirotécnicos, en esta ocasión quedó nuevamente en evidencia: pues no solo fue la invasión del hincha al césped.
Mientras se prolongaba la eterna espera para el pitazo inicial, en la tribuna noroccidental del escenario deportivo los propios hinchas del onceno capitalino se enfrentaron entre ellos, lo que generó zozobra en las tribunas. Solo con la tardía intervención del Escuadrón Antidisturbios (ESMAD) se apaciguaron los ánimos y pudo imponerse orden, ante más de 18.000 asistentes en las graderías.
Hasta el momento no se conoce si el mandatario local aceptará o no la especie de renuncia pública de su secretario de Gobierno, quien después de ser uno de sus más férreos críticos, pasó a ser uno de sus fieles escuderos y secundó, entre otras, la idea de abrirle puertas a todos los hinchas visitantes; a sabiendas de que hay antecedentes graves con algunas barras, que merecían especial atención.