Como férrea e inmodificable podría calificarse la postura del presidente del Deportes Tolima, César Camargo Serrano, con respecto a la agresión que un hincha del 'Vinotinto y Oro' al volante de Millonarios, Daniel Cataño, y la posterior y desmedida reacción del mediocampista, la cual le costó la expulsión en la antesala del partido: correspondiente a la cuarta fecha de la Liga BetPlay 1 2023.
Camargo, quien insistió en que el cuadro 'albiazul' boicoteó el desarrollo del encuentro y señaló el mal proceder tanto del fanático de la 'tribu' como del futbolista, quien se vería expuesto a una fuerte sanción por parte del Comité de Disciplina del Campeonato. Pero además, el directivo dio pie a un nuevo y candente debate, al catalogar este ataque mutuo como solo una riña entre dos personas.
"Ahí no hubo simplemente una agresión de un hincha a un jugador. Hay una riña entre dos personas. Y los dos están mal. Para una pelea se necesitan dos, y que a ti te peguen no te da derecho para que le pegues a otro", expresó en entrevista con la periodista Pilar Velásquez de la Revista Semana. Una visión del tema que despertó la ira de los hinchas del equipo bogotano.
Del mismo modo, el directivo le respondió al editor de deportes de El Tiempo, Gabriel Meluk, quien en su habitual columna de los lunes, 'Meluk le cuenta', despotricó de Camargo Serrano, al que no bajó de indolente. El presidente del onceno de la 'Tierra Firme' le aclaró al periodista, de quien se dice que es hincha del elenco 'Embajador', que ninguna de sus aseveraciones tiene asidero alguno.
"El informe de El Tiempo es desafortunado. Ni siquiera conocemos los informes para que me llamen indolente y me echen encima a la hinchada. Eso genera más violencia. Por eso hago llamado a la prudencia", recalcó el dueño del 'Vinotinto', quien desaprobó lo escrito por el comunicador y le pidió mesura en sus aseveraciones, con señalamientos, desde su óptica, preocupantes.
Y por último, en la defensa de su posición, Camargo lamentó que, entre otras, el infractor ya sea víctima de amenazas de muerte en las redes sociales. "Al pobre muchacho lo estaban acribillando los hinchas en las redes y lo estaban amenazando de todas las manera posibles. No podemos estar de acuerdo con eso, es una vida humana", expresó, sin que apoye -como lo precisó- su mal proceder.
El cotejo, que estaba pactado para empezar a las 6:00 p.m., ni siquiera alcanzó a ver su inicio, pues el enfrentamiento se dio justo antes de que rodara el esférico, con lo que será vital cómo tipificó el caso el árbitro Wílmar Roldán: quien intentó persuadir por todas las formas posibles al visitante, para que saliera al campo a desarrollar el juego, ante la palabra de las autoridades que daban garantías.