En su columna semanal, replicada por medios locales, el gobernador del Tolima, Ricardo Orozco, se pronunció este domingo sobre los hechos que tuvieron lugar en el estadio Murillo Toro de Ibagué. Y sentó su postura tanto con la agresión que le propinó Alejandro Montenegro, aficionado de la 'tribu' al volante de Millonarios, Daniel Cataño, cono también su reacción; al ejercer justicia por mano propia.
En su escrito, denominado 'Injusticia de la justicia', Orozco cuestionó la determinación del Comité de Disciplina del Campeonato de sancionar con cuatro partidos a puerta cerrada al 'Coloso de la 37'; en una decisión que, desde su parecer, es a todas luces, desproporcionada. Y habló duró, pues en sus cálculos podría generar pérdidas de más de $6.000 millones, al club profesional y a la ciudad.
"Todo acto de violencia es reprochable y bajo ninguna circunstancia se puede aplaudir o celebrar, menos promover. Lo hecho por el hincha tolimense no puede suceder, no puede registrarse otra circunstancia como esta, tampoco la reacción del jugador profesional de fútbol, pero para poder establecer una realidad diferente debemos mirar los antecedentes de esta situación", acotó.
Asimismo, el mandatario seccional señaló cómo se ha convertido la fiesta del balompié, no en una competencia sana, "sino en una guerra cruenta". Algo que de por sí para él es bastante contradictorio, pues considera que "La esencia de la creación del deporte en la humanidad, se da precisamente para acabar con las guerras y seguir con una competencia sin muertos, sin violencia".
Para Orozco es claro que desde aquella final fallida frente al Atlético Nacional, en la que Cataño no solo erró un penal sino se hizo expulsar, "se desató, de lado y lado, una serie de circunstancias indebidas que alimentaron el odio y la confrontación, entre el jugador y la hinchada". Actuaciones que, de acuerdo con su pensamiento, lo que muestran "es lo mal que estamos como sociedad".
A su vez, el gobernante de los tolimenses, lanzó duros calificativos al ente que impuso el castigo a los 'Pijaos'. "Lo más gravoso es la falta de claridad y principio de taxatividad de las normas respecto a diferentes hechos, tampoco se observa el contexto sociológico, menos el económico, como medidas realmente sancionatorias que ejerzan justicia, sino todo lo contrario", manifestó.
Por último, expresó su solidaridad con el club de la 'Tierra Firme' e hizo un fuerte llamado a la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) para que su afán de aplicar justicia "no se vuelvan en injusticia y mayores generadores de violencia. La fiesta del futbol se debe vivir en paz, ustedes, deben promover la paz, seguro todos nos acogeremos a ese postulado", finalizó en su columna.
Foto: Gobernación del Tolima - Jimmy Páez