Le salió bastante cara, al Deportes Tolima, la visita a Junior de Barranquilla del pasado 28 de agosto, por la novena fecha de la Liga BetPlay 2 2022. Además de que perdió en el campo de juego (2-1) sin merecerlo, y sufrió el cuestionado arbitraje del juez central Carlos Ortega, el 'Vinotinto y Oro' también fue multado por el Comité de Disciplina del Campeonato, que lo conminó a cancelar una buena suma.
Según se expuso en la resolución 056 del Comité, el conjunto de la 'Tierra Firme' tendrá que desembolsar $5.000.000 de multa por demostrarse culpabilidad en la infracción descrita en el numeral D del artículo 78 del Código Disciplinario Único (CDU) de la Federación Colombiana de Fútbol. En otras palabras: por retrasar la reanudación del cotejo ante los 'Rojiblancos', en el estadio Metropolitano.
El gesto del técnico del onceno 'Pijao', Hernán Torres Oliveros, de querer retirar al equipo del campo, así él lo negara en una declaración posterior, fue castigada por el ente disciplinario. Para el Comité, fue evidente que se generó un retraso innecesario, justo después de que el referi Ortega le pitó a la visita un penal inexistente; por supuesta agresión del arquero William Cuesta al defensa Danny Rosero.
"En cuanto a los hechos por los que se requiere información precisan, como ya lo ha manifestado públicamente el director técnico, que en ningún momento este tuvo siquiera la intención de retirar el equipo del campo de juego", indicó en su defensa el club: basado en las afirmaciones del orientador a la crónica deportiva de Ibagué, en las que trató de explicar lo que había sucedido.
"Por el contrario, Torres Oliveros, conocedor de los reglamentos y como conoce también la molestia del grupo de jugadores ante las decisiones arbitrales, llamó a algunos jugadores del equipo a la línea lateral, al frente del banco de suplentes, con el único fin de calmarlos y solicitarles que no se desesperaran, que mantuvieran la tranquilidad", argumentó el club.
Sin embargo, el Comité le dio credibilidad al informe del equipo arbitral. "Al minuto 62, después de sancionar un tiro penal a favor de Junior, los jugadores del Deportes Tolima, por instrucción del cuerpo técnico, se acercaron hasta la línea de banda manifestando su intención de no continuar el juego. Se esperó un tiempo prudencial y luego de 4' los jugadores decidieron continuar".
Con este reporte, y pese al 'pataleo' del club, que alegó que ningún uniformado estuvo en el momento en el que se produjeron los hechos, se soportó la determinación. Y refutó lo manifestado por Torres, que negó tal actitud con su grupo, cuando la prensa le preguntó acerca de qué había ocurrido exactamente en ese instante, que quedó registrado por parte de las cámaras del canal de TV.
"Este Comité estima que si el árbitro del partido consignó en su informe el reporte de la tardanza, es porque en el marco de sus atribuciones, juzgó que la demora provocada no tuvo lugar con ocasión de una condición usual o normal en el trámite del partido", resaltó el Comité en su determinación. Sobre la cual el club podrá interponer recurso de reposición y apelación.