Por: Mario Alejandro Rodríguez
Lo que en el papel era un partido ganable para el plantel del Deportes Tolima, terminó convirtiéndose en una muestra fehaciente de la profunda crisis que vive el plantel, a mano de Hernán Torres Oliveros. El 'Vinotinto y Oro', en un juego en el que mostró una de sus peores caras en los 45' iniciales, apenas pudo igualar (1-1) frente a Patriotas, de visitante, por la fecha 11 de la Liga BetPlay 2 2022.
El gol del mediapunta Andrés Felipe Ibargüen, quien reapareció con el equipo tras 75 días de para (76'), solo evitó que el bochorno fuera mayor para un equipo al que parece le está quedando grande dar la pelea en el torneo del segundo semestre. Y que ya completó, de manera increíble, nueve cotejos -uno tras otro- sin ganar. En el local, en tanto, José Gabriel Ramírez abrió la cuenta en el tanteador.
Una leve reacción en la segunda mitad, motivada más por el desespero de algunos de los integrantes de la nómina, en detrimento de otros que parece no importantes el nivel actual del colectivo, no fue suficiente para conseguir el triunfo en el gramado del estadio La Independencia. Como tampoco bastó hace una semana ante Cortuluá, otro de los elencos que, aún casi condenado, se resiste a descender.
Con solo nueve puntos de 33 jugados, una producción que a duras penas llega al 27,27%, y la eliminación respirando en la 'nuca' del entrenador, a Torres y sus dirigidos se les viene una semana bastante compleja, en la que deberán ser autocríticos y reconocer el pobre momento por el que atraviesan. Antes de recibir al Once Caldas, el sábado 17 de septiembre (4:05 p.m.) en el Murillo Toro.
Duro golpe
En las primeras de cambio, la posesión del balón en el césped de La Independencia no tuvo un dominador claro. Si bien la iniciativa en el arranque del compromiso fue del local, le faltó efectividad en el último cuarto; y cuando el esférico cayó en pies de jugadores del 'Vinotinto y Oro', no pudo salir con comodidad, ante la presión ejercida del conjunto 'Acerero'. Así, las opciones de gol escasearon.
Aún así, fue el cuadro boyacense el que tuvo las dos primeras opciones de gol. Una, a los 14', con un impacto del volante José Gabriel Ramírez, que obligó a la reacción del arquero William Cuesta; y luego a los 17', en una incursión individual del atacante Darwin López, que pegó en la parte exterior de la valla norte del cancerbero William Cuesta. Fueron dos claros avisos para el visitante, más timorato.
Y a los 35', el local desperdició la opción más clara de irse arriba en el marcador. Tras un borbollón en el área, en el que patearon hombres como López y Ramírez, el delantero Michael Rangel se convirtió en el salvador de los 'Pijaos'; pues se tiró al suelo y como pudo evacuó el esférico de la línea de gol. Una acción providencial en la que se convirtió en el ángel de la 'tribu' y evitó el mazazo.
Y a los 41' volvió a pasar afugias en defensa, pues ante un remate de media distancia de Darwin López, el golero Cuesta ofreció rebote y por fortuna no llegó con precisión el delantero Cristian Barrios, quien mandó por fuera su remate. Pero todos esos fueron llamados de atención que no atendió el técnico Hernán Torres Oliveros, que vio cómo en el campo su equipo renunció a ir por el compromiso.
En un tiro libre, en el que el foráneo dejó ver sus costuras, apareció el mediocampista Ramírez, quien con un sutil toque la mandó al fondo de las piolas, ante la nula reacción del lateral Juan Camilo Angulo y el volante Cristian Trujillo, quienes debían tener referencia sobre el jugador. Así, el que más sobresalía en el 'Vinotinto', como el arquero Cuesta, se vio sacrificado por la desidia de su grupo.
Solo le alcanzó para el empate
En la segunda mitad, Torres apostó por la inclusión del extremo cartagenero Kevin Pérez, por el guajiro Luis Fernando Miranda, quien venía sufriendo algunas dolencias musculares (46'). Y, al no ver mayor respuesta, metió a los 55' al también mediapunta Andrés Felipe Ibargüen en lugar del venezolano Eduardo Sosa, quien pasó por más pena que gloria por el gramado del coliseo tunjano.
La inclusión del 'Piki' parecía darle un nuevo aire al visitante, que se lanzó con más fogosidad a predios del guardameta Luis Hurtado. Pero esa posesión no se transformó en opciones reales de gol, por más de la esporádica llegada de Rangel, quien trató de generar riesgo como en la primera mitad, o el cabezazo a los 69' del volante Fabián Mosquera, que atajó sin inconvenientes el portero local.
Con el ingreso del peruano Raziel García por Mosquera, Torres tiró más hombres en ofensiva, arriesgándose a quedar expuesto en su zona posterior. Pero solo hasta los 76' pudo llegar a la paridad, más por la genialidad de dos de sus hombres, que por una propuesta sólida en ataque, en un plantel que volvió a lucir desesperado, presionado por la increíble racha de cotejos sin ganar en el torneo.
En los pies de Ibargüen, quien fue uno de los pocos que se animó a revertir la historia junto con Lucumí, surgió el tanto del empate: un potente disparo en el que no pudo hacer nada Hurtado, para darle al menos un punto a un equipo que tuvo uno que otro chispazo, pero que también pudo irse en blanco de La Independencia, pues en materia defensiva dio grandes ventajas ante un rival limitado.
El final del encuentro fue bastante predecible. Patriotas con deseos de triunfo pero sin ideas, frente a un adversario que ni quiso ni pudo, salvo uno que otro integrante del plantel, pero que la constante fue el bajo nivel de los llamados a aparecer, como el 'Inca' García. Así se consumó un resultado amargo, que no ayuda en el objetivo de seguir soñando con imposibles, como la clasificación a cuadrangulares.
Foto: Dimayor