Por: Mario Alejandro Rodríguez
Se acabó la ilusión. Salvo un milagro futbolístico, de esos que poco se ven en el FPC, Deportes Tolima verá, después de cinco años, los cuadrangulares semifinales por la televisión. El 'Vinotinto y Oro', incapaz de respetar su historia reciente en el rentado criollo, sentenció su suerte en la Liga BetPlay 2 2022, luego de la estrepitosa derrota ante Deportivo Pereira (1-3) en el Murillo Toro.
El gol del extremo Andrés Felipe Ibargüen (13') fue apenas un espejismo para los hinchas que, sin importar el horario, se dieron cita en el 'Coloso de la 37', entusiasmados por las cuatro fechas de invicto en el torneo y lo que era una leve mejoría. Pero el equipo 'Matecaña', con Léider Berrío (21'), Carlos Ramírez (74') y Leonardo Castro (90+1') se encargaron de darle un baño de realidad al local.
La falta de delanteros, ante el despido de Michael Rangel, la venta de Gustavo Adrián Ramírez y Ánderson Plata, y las lesiones de Juan Fernando Caicedo y Andrés 'Topo' Rentería, dejaron al plantel sin 'dientes' ante un rival 100% efectivo en las redes del arquero William David Cuesta: uno de los culpables de la caída en casa, luego de 13 fechas de invicto en la competición liguera.
Con apenas 13 puntos de 42 posibles y el paupérrimo rendimiento del 30,95 por ciento, a los 'Pijaos' solo les queda terminar con decoro su presencia en el certamen. Y tratar de pelear, hasta donde pueda, por la remota posibilidad de obtener el tiquete a la fase previa de la Copa Conmebol Libertadores 2023, mediante la reclasificación, en lo que 'pinta', salvo algo extraordinario, como una fija eliminación.
El próximo rival del cuadro de la 'Tierra Firme' en el torneo será Águilas Doradas, el sábado primero de octubre (8:15 p.m.) en el césped del Alberto Grisales de Rionegro. Un nuevo revés le pondrá, oficialmente, fin a las ilusiones del equipo, que con la nómina más generosa de los últimos años, incluso que la que logró las gestas de 2018-2 y 2021-1, está estelarizando un auténtico papelón.
Flojo
En las primeras de cambio en el gramado del Murillo Toro, el partido tuvo un desarrollo intenso en zona medular, con despliegue de ambos equipos e, incluso, la utilización de la pierna fuerte para ganar la posesión. Pero fue el dueño de casa el que se fue arriba en la pizarra, aprovechando la primera desconcentración del cuadro 'Matecaña', que dejó vivo un balón en su área y pagó caro su falla.
Fue a los 13', cuando tras el despeje defectuoso del golero Harlen 'Chipi Chipi' Castillo, el esférico le quedó en solitario al extremo Andrés Felipe Ibargüen, quien solo tuvo que tocarla para empujarla en la portería risaraldense. Así puso en ventaja a su escuadra, ante la presencia de 5.500 espectadores en las graderías, que se ilusionaban con una tempranera victoria de los dirigidos por Hernán Torres.
Pero la alegría de los 'Musicales' apenas duró ocho minutos, porque a los 21' el foráneo llegó a la paridad. El volante Léider Berrío, en un cobro de tiro libre venenoso, en el que hubo una absoluta complicidad del guardameta William Cuesta, infló las redes del arco norte del 'Coloso de la 37'. Una acción que causó el enojo de la parcial local, ante la floja reacción del cuestionado arquero del 'Pijao'.
Y la 'tribu' se salvó a los 28' de sufrir el segundo tanto del cotejo, tras la acción en la que el útil le quedó por zona izquierda al delantero Luis Sinisterra, pero por fortuna para el sistema defensivo del dueño de casa, el ariete rival se encontraba en claro fuera de lugar. Fue un campanazo de alerta para el lateral por esa zona, Junior Hernández, a quien le estaban ganando con facilidad su espalda.
Con la diana en contra, el conjunto de la 'Tierra Firme' adelantó sus líneas y buscó con la media distancia, a través del venezolano Eduardo Sosa, hacer daño en campo contrario. Lo intentó a los 35', pero apareció el portero Castillo para evacuar al tiro de esquina, en una de las aproximaciones de consideración en predios 'cafeteros'. No obstante, solo fue una incursión que no logró su cometido.
Liquidados
En la segunda mitad, la intención ofensiva fue del 'Vinotinto y Oro', que intentó -abriendo su juego por las bandas- vulnerar el sólido sistema defensivo del onceno risaraldense. Pero aun así, se pecó con los centros en búsqueda de elementos como Ibargüen y Luis Miranda, por lo que la redonda pasó, en la mayoría de casos, a óptimo control del cancerbero de cuadro pereirano, quien evacuó el peligro.
De hecho Miranda, a los 58', desperdició lo que pudo ser el segundo gol de la noche en el local, con un tibio cabezazo a pase de Sosa que terminó en las manos del meta Castillo, quien ahogó el grito de gol de los 'Musicales'. Y cuatro minutos más tarde (62'), Hernández probó con un potente disparo de tiro libre que pasó demasiado cerca del palo derecho de Castillo, con lo que metió miedo al rival.
Pero a los 70', el anfitrión se quedó con 10 elementos, tras la expulsión del defensor central Sergio Mosquera, quien derribó en las postrimerías del área al atacante Leonardo Castro; infracción que el árbitro Ferney Trujillo fue a revisar al VAR, ante la posibilidad de que se convirtiera en penal en favor de la visita. Y como no fuera suficiente castigo, luego vino el segundo gol del foráneo, un mazazo.
La falta sancionada por Trujillo la transformó en gol el zaguero Carlos Ramírez (74'), quien con un 'misil', que dejó sin posibilidades al cancerbero Cuesta, otra vez con suma responsabilidad, puso en ventaja a su divisa. La desazón en las toldas locales fue a todas luces evidente, y lo peor de todo es que no hubo reacción, en pro de por lo menos salvar un empate en césped ibaguereño.
Y el 'puñal' al deseo de los 'Pijaos' lo clavó un hombre que, en redes, siempre ha sido muy pedido por la afición, pero por el que parece no se ha hecho el esfuerzo: Leonardo Castro. El 'Chacho', como 'Pedro por su casa', se adentró en campo tolimense, pateó a la portería Sur del Murillo Toro y liquidó a Cuesta, en una nefasta noche para el guardameta antioqueño, responsable en los tres goles.
Foto: Dimayor