Con su habitual frase, "esto es fútbol", como tratando de justificar la dura derrota del Deportes Tolima (1-3) frente al Independiente Medellín, por la 'ida' de los cuartos de final de la Copa BetPlay 2022, el técnico ibaguereño Hernán Torres Oliveros puso la cara tras el 'bochorno' Pijao. El estratega quedó en la 'cuerda floja' con su equipo en el torneo y solo un 'milagro' de visita le permitirá seguir con vida.
El orientador de los 'Musicales' volvió con lo que para él no son excusas, sino razones válidas del por qué del rendimiento de su equipo; frente a un rival que lo trituró en 38 minutos y, después, de manera inteligente, le manejó los hilos del cotejo. En esta ocasión, no bastó el amor propio para darle vuelta a una historia que dejó una imagen paupérrima de un onceno llamado a pelear todo en el FPC.
"Estamos en el fútbol, y cuando no se gana hay críticas. Cuando no se gana y cometimos los errores que hicimos, tenemos que aceptarla. Sin ninguna duda es así. No hicimos un buen juego, en el primer tiempo fue catastrófico lo que hicimos, vamos a revisar y corregir. Preocupa, pero tampoco nos podemos rasgar las vestiduras", resaltó el timonel en rueda de prensa.
"Hay que tener la cabeza bien puesta sobre los hombros, saben de las dificultades que hemos tenido, se agota la materia prima y hay que echarle mano a lo que tengamos, esperamos revisar", destacó el entrenador, de 61 años. El mismo a quien parte de la hinchada y la crónica deportiva señalan como el gran responsable de este bache, con cerca de 15 jugadores lesionados en el primer equipo.
Aunque resaltó que hubo una mejoría en la segunda mitad, al final el balance fue negro. La diferencia de dos goles en la pizarra como local podría condenar a uno de los grandes favoritos a pelear la Copa, que entrega al campeón, nada menos, que un cupo a la fase previa de la Copa Conmebol Libertadores del 2023, además de un importante incentivo económico y un valioso trofeo a las vitrinas.
"Hubo una mejoría en el segundo tiempo en todo el plantel, nos equilibramos y estabilizamos. No nos regalamos tanto como lo hicimos en el primero, pero no entró la pelota otra vez. Se generó todo, repetitivamente se tiraron muchos centros, pecamos allí, no buscamos otras alternativas. Tolima tiene muchas alternativas para llegar al arco rival y no a punta de centros", recalcó.
Su dolor de cabeza sigue siendo, sin lugar a dudas, el sistema defensivo, en el que le ha tocado alinear a dos jugadores que apenas tienen una semana y 'monedas' de trabajo. El tolimense Juan Camilo Saíz y antioqueño Héctor Urrego tuvieron que asumir funciones para los cuales aún no tienen la suficiente adaptación, en reemplazo de los demás zagueros, increíblemente todos en departamento médico.
"Me voy muy preocupado porque me están haciendo los goles que no me han hecho en los torneos que he dirigido. No hay ningún juvenil, el único es Léider (Riascos), el resto son de experiencia, de recorrido y hoy jugamos como juveniles. Así que hay que centrarnos. Estamos en un grande como Deportes Tolima y por eso fuimos contratados", puntualizó el adiestrador.