Y un día la historia tenía que torcerse a favor del Deportes Tolima, que se había acostumbrado a dar vueltas olímpicas en las principales plazas del país futbolero, pero no en su casa, el Murillo Toro. En su cuarto intento, el 'Vinotinto y Oro' pudo complacer a su fiel y sufrida afición, con la obtención este miércoles de la Superliga 2022, ante nada menos que su último 'verdugo' como local: Deportivo Cali.
Los 'Pijaos' por fin cortaron la mala racha que se extendía desde 2006, cuando perdió la primera de las tres definiciones que había protagonizado en el 'Coloso de la 37' y escribió con letras de oro una nueva página en su libro glorioso de conquistas, otra vez ante un grande del balompié rentado. Al que ya le había ganado como visitante, como marca su hexagenaria historia, el 21 de diciembre de 2003.
El equipo del ibaguereño Hernán Torres Oliveros logró lo que no pudo su mentor, Jorge Luis Bernal, cuando dejó escapar el título liguero frente al Cúcuta Deportivo, aquella noche del 20 de diciembre de 2006. O que se le escapó al samario Alberto Miguel Gamero, quien el 27 de enero de 2019 fracasó en su intención en este mismo certamen, la Superliga, tras perder en penales ante Junior.
O lo que tampoco había obtenido el propio Torres, pues el pasado 22 de diciembre perdió el título de la Liga en su cancha, frente a este mismo adversario al que hoy sumió en una profunda crisis. El conjunto de la 'Tierra Firme', que se había acostumbrado a festejar fuera del 'Coloso de la 37', esta vez por fin pudo vivir la dicha en su casa y sentir lo que para otros clubes hacía parte de su cotidianidad.
Y es que frente a los 'Motilones', un empate (1-1) en el viejo Murillo Toro frustró la posibilidad de en ese entonces ganar la segunda estrella, de la mano del 'Cacique' Bernal. Mientras que el 'Sonero', a solo segundos del pitazo final, vio cómo Luis Carlos Ruiz de la visita se convirtió en 'Verdugo' y mandó su deseo de ganar en de local al traste. Y apenas hace dos meses, el 'Vino' también sufrió un duro golpe.
Del 1-0 el 'Pijao' pasó al 1-2 y en 45 minutos vio cómo se le esfumó el título. Pero el fútbol, siempre de ida y vuelta, es de revanchas y ante el mismo rival que le aguó la fiesta hace 63 días pudo sacarse por fin la espina de ver a otros festejar en su reducto. En esta oportunidad la fiesta fue local y los que se tuvieron que ir temprano fueron los visitantes, quienes siguen de tumbo en tumbo en este 2022.