Por: Mario Alejandro Rodríguez
Y lo extraordinario sucedió. Lo que no estaba dentro de los cálculos se dio y el sueño se fue al traste. El volante ofensivo Álex Castro no será jugador del Deportes Tolima para el 2022, para desilusión de toda la hinchada, que en las últimas horas aguardaba con ansias una negociación que estuvo a solo horas de cristalizarse, pero terminó frustrándose. Ni un milagro evitó lo indecible, verlo en otros lares.
Cuando ya estaba acordado este miércoles, y el jugador habría logrado el visto bueno del Cruz Azul de México para jugar con la 'tribu' en esta campaña, y además tenía un arreglo de palabra con el dueño del 'Vinotinto y Oro', Gabriel Camargo para su retorno, todo se vino abajo. Una jugosa propuesta de Nacional de Uruguay por su pase hizo que el club cambiara de opinión. Y de paso él, sin alternativas.
Sí. Todo cambió en cuestión de horas, y el club 'manito', con el que Castro tiene un año más de contrato, se encargó de dañar lo que ya estaba prácticamente acordado, según conoció El Rincón del Vinotinto. Así, el extremo que quería el entrenador Hernán Torres, el anhelo de toda una hinchada que aún tiene presente ese inolvidable 2019 en la carrera del 'paisita', se alejó del equipo como nunca antes.
Desde suelo 'charrúa' las informaciones sobre lo que será la llegada de Castro eran, a decir verdad, confusas, pues había quienes afirmaban que el 'Bolso' no desembolsaría una fuerte cantidad por un jugador de 30 años, a quien solo le quedan 12 meses de vínculo con su divisa, y que cuando llegó a Cruz Azul, hace ya dos años, costaba menos que ahora, cuando viene de fracaso con Atlético Nacional.
No obstante, lo que pudo establecer esta redacción es que Álex Stik -sin escapatoria- se habría inclinado por la propuesta del conjunto uruguayo, que al final selló préstamo por un año, con opción de compra. Las condiciones que a lo último le estableció el 'Cementero' al nacido en Medellín para venir a Ibagué afectaban notablemente sus intereses, por lo que no tuvo otra salida que decantarse.
Desde un inicio siempre fue claro que Camargo no negociaría con la institución del D.F. sino directamente con el mediapunta, quien debía para ello poner la cara en el país centroamericano y buscar su cesión sin cargo, o en su defecto, quedar como agente libre. También lo fue que en ningún momento hubo oferta de Millonarios por el futbolista que 'torpedeara' la tratativa con los 'Pijaos'.
Incluso se contempló que ante el afán de reubicar al jugador en otro elenco, el 'celeste' de México, de historia similar con los 'Musicales', asumiera parte de su salario. A ciencia cierta solo las partes saben cómo era el trato, y qué tenía que resignar el extremo para volver a la ciudad en la que fue feliz y encontró el amor. Pero lo que sí es verídico es que viajó de urgencia al extranjero buscando soluciones.
¡Alex Castro!🇨🇴🔥⚽️🔜🔵⚪️🔴
— Nacional (@Nacional) January 6, 2022
¡Bienvenido al Decano del fútbol uruguayo!#OrgulloNacional pic.twitter.com/pqMgRJfhUX
A las 6:05 p.m., la noticia más temía se hizo oficial: Álex Castro fue anunciado oficialmente como nuevo integrante del 'tricolor', que disputará -al igual que Tolima- la fase de grupos de la Copa Libertadores. Allí será comandado por el entrenador local Pablo Repetto, quien tendrá como deber recuperar la mejor versión del escurridizo jugador, quien viene de dos años realmente opacos.
Así pues, y ante el silencio de Castro, quien decidió no responder ningún interrogante a la espera de resolver su futuro, al onceno de la 'Tierra Firme' no le quedará otro camino que ir al mercado en búsqueda de otro jugador del medio, colombiano eso sí, toda vez que las plazas de extranjeros ya fueron copadas, para suplir no solo esta ausencia, sino la de Andrés Sarmiento, quien también se cayó.
¿Habrá la posibilidad en el futuro de 'repatriarlo' a costo cero? Tal vez. Si Nacional decide no comprarlo, Álex podría quedar con el pase en su mano al primero de enero de 2023, pues a Cruz Azul no le interesa -en lo más mínimo- extender su vínculo. La experiencia con José Moya en su momento, quien retornó con el pase en la mano, quizá sea una lejana ilusión para que se dé -por fin- lo imposible.
Foto: AFP