Una victoria 'bisagra', tras los negativos resultados que la precedieron, y el amago de crisis que se registró en la previa con supuestos conflictos internos, logró en la noche del viernes el entrenador del Deportes Tolima, Hernán Torres Oliveros, quien derrotó por la mínima diferencia a Jaguares de Córdoba (3-2) y con 23 puntos de 33 posibles se convirtió en el nuevo puntero del campeonato.
El entrenador valoró el gran esfuerzo de sus dirigidos, quienes le dieron vuelta a una historia que empezó en desventaja desde los 18', tras el gol del venezolano Eduardo Sosa, y que parecía complicarse con la conquista del atacante Pablo Bueno. Pero que para su alivio contó con la respuesta de Jhon Narváez, en el 1-1 parcial; y luego con los tantos de Sergio Mosquera y el debutante, Yohandry Orozco.
"Fue un partido muy bravo, ante un rival que por eso está donde está, que está bien dirigido, bien parado y es encarador. Un juego de toma y dame, con un gran árbitro, pues fue un encuentro con buen ritmo. El juez no paró el juego, si todos pitan como (Nolberto) Ararat tendríamos buena salud, no le digo porque gané, cuando he perdido si hay que reconocerlo lo reconocemos", indicó.
Y es que en su concepto, la actuación del silbato vallecaucano, perteneciente al colegio de Risaralda fue impecable. "Cuando perdemos por error de ellos no digo nada porque somos seres humanos, pero hoy (Viernes) tengo que reconocer que el arbitraje fue excelente, se va una tranquilo porque dejó jugar, trabajó y cumplió con sus temas disciplinarios", manifestó el orientador de los 'Musicales'.
Desahogo
Ya en lo que respecta al funcionamiento del colectivo, destacó que hubo intensidad y dinámica. "Nunca bajaron los brazos y a la postre conseguimos el resultado a nuestro favor", dijo Y de paso se desahogó ante los micrófonos, luego de que tomaran fuerza una serie de informaciones que indicaban que había tenido una fuerte pelea con su arquero, Álvaro Montero. Al que finalmente mandó al banco.
"Fue un partido duro, sobre todo por lo que vivió Hernán Torres en esta semana muy complicada. Veníamos de perder dos partidos, con cuestiones extrafutbolísticas difíciles, pero gracias a Dios tengo un grupo fuerte que no se dejo meter ese entorno en el interno, fue importante lo que hicieron los muchachos y quiero resaltar eso", resaltó el orientador.
"El año pasado caímos con Santa Fe y nos fuimos con cuatro partidos perdidos. Eso queríamos, romper esa racha de dos juegos, y significa reconfortar. Se lo dedicamos a Dios, quien es el que nos da la fortaleza para aguantar todo lo que haya que aguantar en el fútbol. Este es un resultado excelente, con un grupo humano como el que tenemos", enfatizó Torres Oliveros.
En lo que respecta a la titularidad del volante ofensivo Junior Hernández, Torres resaltó su papel en dos de los tres goles del equipo. También el de Luis Miranda. "Pienso que ambos fueron veloces y desequilibrantes, también fueron muy importantes en el aspecto táctico y cuando tuvimos la pelota atacaban a las espaldas de los laterales. Jugaron fútbol sin problema", agregó el técnico.
"Algunos criticarían que por qué saqué a Junior, que era el hombre rápido y estaba haciendo un buen trabajo. Pero veo que había mucha gente metida en su zona, no había espacios para la velocidad, y quise juntar a Yohandry (Orozco) con (Jaminton) Campaz y él viene poniéndose a tono físicamente y recuperando su nivel futbolístico. Y dio la mano con ese golazo", refirió.
Finalmente, Torres tiene claro los aspectos a corregir de cara a lo que se viene. Y uno de ellos es, sin lugar a dudas, la pelota quieta. "A veces pasan esas cosas, fue una pelota muy rápida y el argentino (Bueno) nos ganó. Me parece que hay que ver la condición del rival, los balones veloces son muy difíciles de atajar", expresó el timonel en la conferencia ofrecida a los comunicadores.