Tras el fallo de la justicia que ordenó al Ministerio del Deporte y la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) admitir la solicitud del antiguo Real Sincelejo de obtener reconocimiento deportivo y ser reafiliado al ente rector, las especulaciones sobre las posibles sedes que tendría este nuevo elenco de la Segunda División son, a decir verdad, varias.
Según pudo conocer esta redacción en la noche del lunes, hay tres ciudades interesadas en recibir a este proyecto: Sincelejo, justamente de donde era proveniente este club, adquirido por el empresario Juan Carlos Restrepo, padrastro de crianza del volante de armado James Rodríguez, y que sueña con volver a tener rentado profesional, como ocurrió entre 2002 y 2005.
Las otras dos son Cúcuta, que se quedó sin presencia en el fútbol nacional tras la desafiliación del Cúcuta Deportivo, que deberá ser liquidado por un agente del Estado, tras la decisión de Supersociedades; y Popayán, que en el pasado también tuvo competencia con el elenco Universitario, pero que desde hace dos años vio partir a este club, por decisión de su dueño, Hernando Ángel.
La opción que más se acerca en lo económico a lo que quieren Restrepo y sus ayudantes es la de la capital de Sucre, pues tiene un diálogo fluido con el alcalde Andrés Gómez Martínez, quien estaría dispuesto a darle un decidido apoyo económico a la iniciativa. Sin embargo, no se descarta escuchar las demás opciones que tiene este elenco de reaparecer en escena, una vez reciba el aval de Dimayor.
A su vez, las directivas de este club no desechan la opción –remota por demás- de que este esta idea se pueda desarrollar en Ibagué, como inicialmente se pensó al renombrar al equipo como Tolima Real y recibir en sus filas a los talentos de la región que sueñan con llegar al profesionalismo, ante la falta de oportunidades en Deportes Tolima. El panorama se aclararía en la semana entrante.
Cabe destacar que este es un tema que ha estado vigente desde noviembre de 2015, cuando se conoció el ambicioso proyecto deportivo de Restrepo, que causó revuelo en los medios nacionales, debido a la forma en que el empresario irrumpió en la asamblea de la Dimayor exigiendo sus derechos, los cuales les dio la justicia colombiana. Y luego de recibir un 'portazo' por los demás clubes.
Desde entonces, Juan Carlos -quien recibió recientemente amenazas de muerte- ha librado toda una dura batalla jurídica, toda vez que la ficha que le pertenecía al conjunto sucreño terminó en manos, al parecer mediante maniobras ilegales de sus entonces dueños, del otrora Dépor F.C., hoy Atlético Fútbol Club de Cali, según sentenció el Tribunal Administrativo del departamento costeño.
La ficha del Real Sincelejo trató de ser negociada de manera fraudulenta por el señor Édgar Rafael Paternina Rebollo, quien fuera presidente del club de la costa, y que la negoció con dirigentes del Pereira, sin pedirle permiso a los demás socios. Y después con Gustavo Moreno Arango, del Dépor, en una transacción que fue reversada en los tribunales.