Por: Mario Alejandro Rodríguez
Pese a que aún conserva una remota posibilidad de acceder a la Copa Libertadores del 2021, lo más seguro que tiene Deportes Tolima para la próxima temporada, en la que por desgracia no contaría con varias de sus estrellas, es su participación en la primera fase de la Copa Sudamericana: En lo que sería en su novena participación en el torneo, convirtiéndose así en uno de los tres clubes del rentado criollo que más presencias suma en el evento continental.
Los 'Pijaos', como el quinto ubicado en la tabla de la reclasificación de la presente Liga BetPlay 2020, ya tienen seguro su cupo en el certamen, en el que estuvieron en 2006, 2010, 2012, 2015, 2016, 2017, 2019 y 2020. Pero como quizá no pasaba desde hace 15 años, esta vez debería eliminar a un elenco del propio FPC para seguir en carrera en el segundo torneo a nivel de clubes organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Es clara: La obligación del ratificado técnico ibaguereño Hernán Torres Oliveros será mejorar la desastrosa actuación del presente año, en el que fue eliminado en su propia casa por Unión La Calera de Chile, por el ítem del gol visitante. El 'Pijao' sabe que la hinchada no tolerará otro fracaso en la escena internacional, por más de que cuente con el irrestricto respaldo de la dirigencia para la continuidad, en contravía de un buen porcentaje de los seguidores.
De hecho, no es la primera vez que a Torres deja ir de esta manera un cupo a la Copa Libertadores, en favor del mismo rival: Junior de Barranquilla. En los cuadrangulares de la Liga 2 del 2009 -ya eliminado pestaba a un punto de asegurar su tiquete a la Copa del 2010, pero perdió de local frente al Atlético Nacional (3-4), en una noche nefasta para el estratega y su divisa, que 'regalaron' en casa la posibilidad de jugar el certamen por excelencia de Sudamérica.
La mejor participación de los 'Musicales' en el torneo fue, justamente, de la mano del hijo del barrio La Francia de la capital tolimense, cuando llegaron a los cuartos de final y fueron eliminados por Independiente de Argentina, en una definición por demás polémica, de acuerdo al arbitraje del paraguayo Carlos Amarilla. En el resto prácticamente no ha sobresalido, más allá de que en 2006 y 2015 arribó hasta los octavos.