Por: Mario Alejandro Rodríguez
Por más de que la estadística dejaba ver que era algo que podía ocurrir, la eliminación del Deportes Tolima en la segunda fase de la Copa Conmebol Sudamericana no dejó de ser sorpresiva y, si se quiere, dolorosa para los hinchas. El flamante líder del fútbol profesional colombiano se vio a todas luces impotente ante un rival que, si bien tiene buen presente en el rentado chileno como Unión La Calera, es prácticamente es desconocido en la escena internacional, a juzgar por sus escasas presencias en eventos continentales.
Un conformismo extremo en el choque de ida, la semana anterior en Valparaíso; malas decisiones en la elaboración de la nómina inicialista, cambios inexplicables en el juego de vuelta, efectuado en la noche del martes en el césped del Manuel Murillo Toro; y un misterio insólito para informar sobre la actualidad del plantel a los medios y la hinchada, sin ton ni son, son parte del cóctel del fracaso que 'preparó' el técnico ibaguereño Hernán Torres Oliveros. Porque ese, no otro, es el término correcto: Fracaso.
Aun no se entiende por qué el onceno tolimense decidió resguardarse y renunciar a buscar el triunfo en el gramado sintético del estadio Nicolás Chahúan, teniendo hombres para ir al frente, y sobre todo, por qué se aguantó los 90 minutos a un jugador que físicamente no se encontraba en condiciones, como el delantero Juan Fernando Caicedo. No solo eso: Se dejó de convocar al habitual lateral derecho Jonathan Marulanda, de manera extraña, sin que estuviera lesionado o con el virus del COVID-19. ¿Por qué? Será algo que tendrá que explicar el club, en un ejercicio de honestidad.
Y en la 'vuelta', en el 'Coloso de la 37', increíblemente Torres Oliveros hizo variantes que nadie se explica. A Albornoz, el mejor jugador del campo, que generaba flujo ofensivo por izquierda, lo excluyó, como también a otros hombres laboriososos como Juan David Ríos y el siempre incisivo Andrey Estupiñán, uno de los goleadores del grupo con seis dianas. Los ingresos de Daniel Cataño y de Ánderson Plata, además de Luis Miranda, poco o nada gravitaron en el decisivo duelo, en el que la escuadra de la 'Tierra Firme' se le vio desordenada como nunca antes.
"En el fútbol siempre todo es experiencia y enseñanza. Todo. Quedan experiencias amargas o afortunadas. Y por ahí nos quedó una amarga, con la falla en el gol del empate de ellos, pero este es el fútbol, y como tal tendremos que reponernos a las adversidades que se nos presenten en el camino como esta vez, que lamentablemente no nos alcanzó para clasificarnos", dijo Torres en rueda de prensa, quien buscó ponderar de manera positiva el esfuerzo según él- de sus jugadores.
En la imagen del aficionado quedó, como hace un año, frente a Argentinos Juniors de Argentina en el mismo Murillo Toro, la actitud desesperada del arquero Álvaro David Montero, quien cuando estaban 'quemándose las papas' fue al ataque en búsqueda de un cabezazo salvador. No lo logró, ni siquiera conectar el esférico, como también lo intentó aquel 9 de junio de 2018, día en el que uno de sus testazos metió miedo en la zaga de Atlético Nacional, elenco al que se le ganó la segunda estrella.
El hermetismo al que tanto apeló Torres Oliveros como estrategia, jugando a la especulación al no entregar a tiempo la lista de convocados, esta vez no le ayudó a ganar el juego más importante del semestre. Esa cábala se cayó. A su vez, no le funcionó el haber utilizado la misma nómina para dos cotejos diferentes en menos de cuatro días, con uno de ellos como visitante e intrascendente. ¿Mala planeación? Lo cierto es que eso también influyó para este nefasto balance, en concordancia con el horroroso presente de los clubes nacionales en los torneos de la Conmebol.
Al timonel y su plantel no le queda más alternativa: Con una de las nóminas más fuertes del FPC, según el portal Transfermarket la segunda mejor valorizada, solo superada por la de Junior de Barranquilla, la obligación es una sola: Clasificar a la gran final de la Liga BetPlay 2020. Cualquier otro resultado adverso será considerado un nuevo fracaso, pues competir en los 'Play Offs' o cuadrangulares, sea cual fuere el formato, es lo normal. Y así lo demuestran los números, con seis presencias consecutivas en esta instancia y 26 en su historial.
Foto: Club Deportes Tolima