Por: Mario Alejandro Rodríguez
De nada sirvió el misterio, el esconderle la nómina a la prensa. Deportes Tolima, en un nuevo papelón, fracasó en su objetivo de avanzar a la semifinal de la Liga BetPlay 2020: Perdió como local frente a Junior de Barranquilla (0-1), en la improvisada sede del estadio bogotano de Techo, y al igual que en los dos torneos de 2019 se despidió de su sueño de seguir en carrera hacia el título, a manos del elenco que se ha convertido en su cruel 'verdugo'. Los números, por desgracia, así lo reflejan.
El tanto de penal a los 88' del delantero Miguel Ángel Borja, el gran protagonista en la definición a doble partido, sentenció el futuro de los 'Musicales', quienes sumaron un nuevo revés a su temporada, que parecía ser de ensueño, pero que a poco a poco, y producto de las malas decisiones en la interna del equipo se fue rompiendo. Cuatro partidos perdidos en línea en el remate dan cuenta de un conjunto que llegó a esta instancia gracias a los ahorros, pero que ya no tenía 'traje' de favorito.
El foráneo, con una propuesta muy bien pensada, sin hacer tanto desgaste en la altura capitalina, y dosificando cada esfuerzo, le plantó cara a un local que apenas tuvo cinco minutos de emoción, tras el pitazo inicial del juez antioqueño Wílmar Roldán, y que luego se vio mermado por la expulsión del lateral izquierdo Leyvin Balanta (31'), y liquidado con la roja que, producto de la impotencia, encajó el caucano Yeison Gordillo (90+1'), la misma que le habían perdonado en anteriores juegos.
Los famosos 37 puntos de la fase regular son los que, a la fecha, le aseguran como consuelo a los 'Pijaos' un cupo en la próxima Copa Conmebol Sudamericana. Que no alcanza a retribuir la millonaria inversión que hizo la dirigencia del equipo en armarle al entrenador Hernán Torres Oliveros un equipo de lujo, considerado el segundo más costoso del FPC. Y es justamente Torres el que deberá poner la cara tras este desastre, pues ninguno de los grandes objetivos se cumplió. Una pena.
Escaramuzas
Como si fuera una locomotora, el 'Vinotinto y Oro' salió a imponer condiciones en el rápido gramado del estadio bogotano de Techo. Apenas transcurría el primer minuto del juego cuando el extremo guajiro Luis Fernando Miranda le 'calentó' las manos al guardameta Sebastián Viera, quien evacuó el peligro de su valla. Y a los 2', el delantero Juan Fernando Caicedo estrelló el útil en el horizontal, en un claro aviso para la visita de la peligrosidad del dueño de casa.
Pero poco a poco, el ímpetu de los minutos iniciales se fue apagando, y le permitió a la visita -temerosa a los 2.600 metros de altura- reponerse del sofoco de los instantes iniciales e iniciar a manejar el esférico. A tal punto que algunos de los hombres del conjunto local apelaron a la pierna fuerte, con nefastos resultados. Como el lateral Leyvin Balanta, quien a los 31' fue expulsado por el árbitro Wílmar Roldán, quien revistó el VAR y se dio cuenta de la grave falta ante el volante Didier Moreno.
Con la necesidad de recomponer su esquema en fase defensiva, al técnico Hernán Torres Oliveros no le quedó otra alternativa que sacar a un hombre en ataque para meter a otro lateral. El sacrificado a los 33' fue el extremo derecho Andrey Estupiñán, quien fue reemplazado por el antioqueño Jonathan Marulanda. A partir de entonces, el anfitrión intentó llegar nuevamente a campos de los costeños, aunque a decir verdad sin éxito alguno en el objetivo propuesto.
A los 41', en una acción de balón parado, el zaguero Sergio Andrés Mosquera llegó con relativo peligro sobre el pórtico de Viera, pero su impacto se fue ligeramente desviado del arco norte de Techo. De resto, poco o nada se generó en territorio del foráneo, que le tomó la medida a las acciones y manejó a su antojo la posesión del esférico. Fue la última acción del futbolista, relevado para la segunda mitad por Ánderson Angulo, al parecer por molestias musculares.
Liquidados
En el segundo periodo, la iniciativa -como era de esperarse- fue del 'Vinotinto', ante un contrincante inteligente, que levantó el 'pie' del acelerador y le bajó ritmo a las acciones. Por la lateral izquierda, con la constante salida de Jonathan Marulanda, se generó el flujo ofensivo de los tolimenses, que pese a tener un hombre menos en la cancha no renunció a ir, con más ganas que claridad, en pro del tanto inicial, ese que le permitiera igualar la serie.
Pero a los 72', en un descuido, por poco Tolima se va perdedor, en una clara incursión en la que apareció solo en las cinco con 50 el delantero Teófilo Gutiérrez, quien para fortuna del local no tuvo precisión en su remate a 'boca de jarro'. A la inclusión de Ánderson Plata por Juan David Ríos (70') y del pereirano Juan Pablo Nieto por Campaz (73'), pretendieron darle otro aire al plantel, sin que tuvieran mayor injerencia en el desarrollo del cotejo.
Probó a los 80' Miranda, con un potente disparo tras jugada previa de Plata, alcanzó a meter susto en el marco de Viera, pero no fue más que eso. Tarde que temprano, la noche se tornó tensa para los de Ibagué, ante el infortunio de Angulo, a quien le pegó el balón en la mano. Roldán no dudó: Pitó penal en favor del visitante, el cual convirtió en gol el atacante cordobés Miguel Ángel Borja, quien no tuvo problema en vencer desde los 12 pasos a Montero, quien nada pudo hacer.
Desde ese momento, las posibilidades -si en realidad las hubo, se fueron al traste. La 'tribu' se entregó al vaivén de su rival, que por tercera vez consecutiva le arrebató el anhelo de volver a la disputa de un título, esta vez en la instancia de cuartos de final. Un fracaso por donde se analice de un entrenador al que el plantel se le fracturó en mil pedazos y no supo encontrarle la vuelta a una situación que se convirtió en paisaje, tanto para él como para los aficionados.
Foto: Dimayor