Por: Mario Alejandro Rodríguez
Tienen miedo. No de otra forma se explica que la prensa deportiva barranquillera se haya dedicado a tejer, en los últimos días, toda clase de teorías conspirativas en contra del Junior, de cara al juego de este domingo (8:00 p.m.) ante Deportes Tolima, que se llevará a cabo en el estadio bogotano de Techo: Escenario que, a diferencia de la actualidad del Murillo Toro de Ibagué, brinda todas las garantías necesarias para disfrutar del espectáculo entre dos equipos llamados a ser protagonistas en el certamen.
Solo basta con leer el título de la nota de este viernes del diario 'El Heraldo', el más importante de la costa Atlántica, para darse cuenta de dos cosas: El temor que le genera que su elenco pueda desempeñarse de buena manera en la capital de la República, y el nivel de desinformación gigantesca que existe en los colegas en torno a los motivos que llevaron al dueño de casa, en una decisión responsable y consecuente con el fútbol, a cambiar de sede para recibir a los 'Tiburones'.
"¿Tolima mintió para cambiar de sede?", es lo que se lee en el tendencioso artículo periodístico publicado por el periodista Rafael Castillo Vizcaíno, que se quedó con el audio -viral- por demás, en el que el gerente del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (Imdri), Alejandro Ortiz, acusó a la dirigencia 'Pijao' de inducirlo a dar un informe falso de las condiciones del escenario, para trasladar la sede al coliseo capitalino. Nada más lejos de la realidad de lo que verdaderamente aconteció.
Para empezar, el propio Ortiz, en una misiva enviada el martes 24 de noviembre, indicó que debido a las obras que se llevaban en los camerinos norte y sur del 'Coloso de la 37', y en la zona mixta, era imposible prestar el escenario deportivo para albergar este encuentro. Así lo entendió la directiva del club tolimense, que acudió al que siempre -no de ahora, sino por lo menos en los últimos cinco años- ha sido su plan 'B': Techo, en donde incluso en dicho año enfrentó tres veces al cuadro barranquillero, con una victoria, un empate y una derrota.
A este pronunciamiento oficial se sumó un comunicado de prensa y un audio que desde la propia jefatura del Instituto se le hizo llegar el miércoles, a través del grupo de Whatsapp, a todos los periodistas, como confirmación plena de que -en efecto- el escenario deportivo no sería prestado para albergar este importante encuentro, como se concluyó tras la visita que el gerente general del club, Germán Darío Kairuz, hizo a las instalaciones del coliseo ibaguereño, en medio de gran cantidad de escombros.
"Debido a las adecuaciones que se adelantan en el estadio Manuel Murillo Toro para el Campeonato Sudamericano Sub 20, la Administración Municipal tomó la decisión de no habilitar el escenario para el partido de vuelta de los cuartos de final de la liga colombiana entre el Deportes Tolima y el Atlético Junior", se leyó en el texto replicado por el propio Imdri a los periodistas, tomándose esto -como debe ser- como un pronunciamiento oficial de la entidad administradora del lugar.
El reversazo
Sin embargo, ante la fuerte reacción del elenco 'Rojiblanco', que amenazó en una cuestionable carta que no se presentaría a jugar sino se cambiaba la sede del cotejo, vino una segunda comunicación del cuestionado gerente del Instituto, con un terrible error de fecha, reconocido por el propio personal del Imdri a esta redacción tras el bochorno en las redes sociales (Aparece con el día 24 cuando fue enviada el 26), que dista de lo manifestado acerca de la negativa de ceder el escenario, y manifiesta garantizar carpas y baños portátiles.
Las fotos y videos que compartió en su perfil de Twitter la comunicadora Natalia Reyes, quien hace parte del equipo de prensa del equipo de Ibagué, en la visita que se le hizo al 'Coloso' el pasado jueves, pueden dar fe absoluta de que no existen condiciones mínimas en el estadio de los tolimenses para recibir un espectáculo de esta envergadura, que además exige el cumplimiento de rigurosos protocolos de bioseguridad para evitar contagios masivos de COVID-19. Como es bien sabido por todos como condición para el regreso.
A lo publicado por Reyes, y replicado por un buen número de periodistas y medios, incluido este, se suman las declaraciones de David Pérez, encargado de la prensa del elenco 'Pijao', quien también estuvo ese día en el estadio de la calle 37 y constató, de primera mano, que no había -según él- ni servicio de agua para abastecer a los jugadores en medio de un partido de fútbol profesional colombiano, como se lo comentó al periodista Juan Felipe Cadavid. Como tantas veces se ha exigido por la propia prensa, en respecto de los protagonistas.
Al igual que en el segundo semestre de 2015, cuando el Murillo Toro fue objeto de una profunda remodelación para recibir a los vigémimos Juegos Deportivos Nacionales, en febrero de 2019 Deportes Tolima también recurrió al estadio de Techo como sede alterna para disputar un encuentro de la Liga, debido a trabajos en el césped. Fue el día 4 de ese mes, día en el que venció 2-0 a Rionegro Águilas, en el marco de la tercera fecha de la Liga. Y por aquel entonces no se recordó queja alguna del conjunto visitante a ir a jugar a 2.600 metros.
Quienes conocen el estadio de Ibagué saben que el corazón del mismo está en la tribuna Occidental. Allí se instalan las cámaras de televisión para transmitir los compromisos, al igual que ingresan los equipos al escenario y se ubican los camerinos tanto del local como el visitante. Por estos días, los andamios instalados por el personal que avanza en la remodelación, en plenas gradas, impiden el trabajo de los operarios del canal dueño de los derechos del FPC, por lo que en este aspecto tampoco era viable mantener la localía.
Y como bien lo explicó el gerente general de la institución, el señor Kairuz, las opciones de Armenia y Pereira, pese a sus excelentes escenarios, no son viables en materia logística. Solo el pasado jueves 19 de octubre, en el desplazamiento terrestre que tuvo que hacer el plantel principal para reclamar los tres puntos de la victoria en los 'escritorios' ante Cúcuta Deportivo, por los octavos de final de la Copa Colombia 2020, gastó siete horas en el regreso, por dificultades en La Línea y Cajamarca.
"Cuando se hicieron las remodelaciones en 2015 (del Murillo Toro para los Juegos Nacionales) allá (En Techo) fue donde se jugó. Y la lógica es muy sencilla. La cuidad con mejor estadio cerca a Ibagué es Bogotá. Tenemos una doble calzada a dos horas y media. Y los costos, y todo es mucho más fácil. Y por eso tenemos radicado ese estadio en Dimayor", agregó el dirigente deportivo, quien desmintió que esto haga parte de una estrategia para sacar ventaja deportiva ante los costeños.
"Por supuesto que nuestra casa es Ibagué, queríamos jugar allá, pero cuando la gente me llama y me dice que unas carpas, que unos baños portátiles, yo les diho: Vengan, ustedes cómo es el fútbol profesional, el tema de protocolos de bioseguridad, no sé...Está bien lo que puedan pensar algunos, y no sé a qué se refieren con pensar en brindar garantías", agregó el directivo, en la entrevista concedida a 'El Combo Deportivo' de Caracol Ibagué, en la que se ratificó el uso de Techo para el juego.
En contexto
A quienes han criticado el por qué las obras en el 'Coloso de la 37' se hacen justo por estos días y hablan de falta de planificación sin entender el contexto de todo esto, la respuesta clara es que las mismas las exigió la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en el anhelo de Ibagué de ser sede, por primera vez en su historia, de un Sudamericano juvenil, en este caso el Sub-20 de 2021 que se hará en febrero en el país. Así como ya lo tienen asegurado Pereira y Armenia.
Es cierto: El proceso licitatorio ha tenido serios reparos en materia legal, pero el plazo de ejecución tenía que ser breve, de tan solo 45 días, por la premura del tiempo. Por tal razón se han implementado doble y triple turno de obra en el escenario deportivo. Y, como se puede ver en las postales, y en las declaraciones de Ortiz, la zona por donde deben hacerse está ubicada en la localidad de Occidental, con camerinos, zonas de prensa, zonas mixtas y hasta un museo de fútbol, con una inversión de 3.500 millones de pesos.
De este escándalo surgen varias preguntas: ¿Acaso Junior de Barranquilla no tiene el plantel más costoso del país como para estar preocupado por este asunto y salir con semejante lloriqueo, típico de equipo chico? ¿El Imdri, como lo insinuó su director, se presta para planear tramoyas por presión de un ente privado? ¿Está bien albergar un partido de cuartos de final de la Liga, un torneo que se considera profesional, en un estadio que no tiene ni agua para los protagonistas? ¡Seamos serios, por favor!