Jorge Luis Ramos: Un lánguido adiós del DEPORTES TOLIMA, en el que quedó en deuda



Jorge Luis Ramos: Un lánguido adiós del DEPORTES TOLIMA, en el que quedó en deuda





Por: Mario Alejandro Rodríguez

Tal vez la era del delantero Jorge Luis Ramos en Deportes Tolima debió terminar antes de lo previsto. Pero contra todo pronóstico, el nacido en Cicuco, un municipio de 11.000 habitantes en Bolívar, logró mantenerse por 751 días como integrante de la institución, más allá de sus paupérrimos números. No obstante, cuando nadie lo tenía en sus cuentas, se dio lo inesperado y desde las oficinas de Cádiz llegó el viernes la confirmación de su salida. Se fue al Unión Magdalena, sin aspavientos.

El paso del atacante por el 'Vinotinto y Oro' será más recordado por los yerros que tuvo que por los tantos convertidos, apenas cinco en 42 apariciones y 2.177 minutos acumulados. Como el de aquel 27 de noviembre de 2019, cuando con todo el panorama, frente al arco norte del estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué y tras un magistral pase de Álex Stik Castro, la estrelló en el palo izquierdo, en lo que hubiera sido un tanto definitivo para meter al 'Pijao' en la gran final de la Liga.

Su última celebración, algo inusual, se dio el 4 de octubre, en el triunfo (5-2) frente al Deportivo Cali, por la jornada 14 del torneo del segundo semestre. Ese día abrió la cuenta a los 11', en una noche maravillosa para los orientados en ese entonces por Alberto Miguel Gamero. Pero después de ese día acumuló 17 juegos sin lograr convertir, 13 de ellos unos tras otros, pese a que el 'Sonero' prefirió ponerlo por encima de Diego Valdés, quien no ocultó su molestia.

En contraste, la anotación más importante, de las poquísimas que se cuentan en su historial, fue la del 30 de agosto del año anterior, cuando por la 'ida' de los cuartos de final de la Copa Colombia anotó el tanto del triunfo en la visita al vigente campeón del torneo: Atlético Nacional, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín (0-1). Esa hizo parte de las tres que convirtió en igual número de partidos en línea, en lo que parecía ser su despegue. Pero luego se le 'fundieron' sus motores.

Ramos solo fue titular indiscutido tras la partida del chocoano Marco Johnnier Pérez. Gamero, quien en un principio le dio chance a Valdés, después decidió darle la oportunidad como centrodelantero, al no ver resultados en el antioqueño. Al final, en medio tiempo, 'El Loco' terminó haciendo casi la misma cantidad de anotaciones (4) que el jugador que tanto defendió el entrenador samario, quien prefirió aguantarlo pese a su evidente sequía goleadora.

A Ramos, un 9 sin gol, le iba un poco mejor como pívot, si esa era la idea de alinearlo sin cesar. O al menos contribuyó para una que otra anotación, como la del 13 de noviembre, cuando 'peinó' el esférico para que Castro, con un potente zurdazo, venciera la resistencia del golero 'Verdolaga' José Fernando Cuadrado. Pero las frías cifras son contundentes, así como aconteció en los demás clubes en los que ha pasado. Veinticuatro goles en 11 años en la A hablan por sí solas.

En buen momento el popular 'Ramitos' decidió buscar nuevos horizontes. La posibilidad de que jugara con Torres Oliveros ya era prácticamente nula, pues por delante de él había cuatro hombres más: Los foráneos Francisco Rodríguez y Roger Rojas, obligados a demostrar la confianza del entrenador, quien los pidió para reforzar su nómina; el recién llegado Juan Fernando Caicedo, otro del gusto del ibaguereño, y el guajiro Ánderson Plata, aunque también juega por el costado.

Tal vez en un onceno acéfalo como el Unión, tras la partida de Ricardo 'El Caballo' Márquez, y sin las presiones del cuadro ibaguereño, le venga bien a Jorge Luis. Por más de que la ilusión de los 'bananeros' sea el retorno a la máxima categoría, es claro que las obligaciones no son nada comparables a los de un club como Tolima, que además de la presencia local deberá afrontar la segunda fase de la Copa Conmebol Sudamericana.

Si su llegada causó sorpresa, por sus insuficientes antecedentes, lo cierto es que su salida generó alegría entre la afición, por más cruel que parezca. La relación entre el futbolista y la hinchada se fracturó en ese fatídico minuto 70 del cotejo frente al Junior de Barranquilla. De haber anotado esa clara opción, la historia a la fecha sería muy diferente para el ariete, quien incluso pudo haberse ido a principios de 2019, cuando el mismo conjunto 'azulgrana' preguntó por sus servicios.

Foto: Club Deportes Tolima







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