Por: Mario Alejandro Rodríguez
Foto: Jorge A Cuéllar
Foto: Jorge A Cuéllar
Por más que se tuvieran desde hace algunos días serios indicios de que el final de su historia con Deportes Tolima se daría de esta forma, el anuncio de la no continuidad del lateral izquierdo Danovis Banguero causó sorpresa -y si se quiere dolor- entre los aficionados del 'Vinotinto y Oro', quienes aún no comprenden cómo el hombre que marcó el gol más gritado en 65 años de historia de la institución se irá por la puerta de atrás.
El comunicado emitido por el club en sus redes sociales, en el que expresa sus supuestas razones para que la relación contractual haya llegado a este punto de no retorno dejó, como suele pasar en estos casos, muy mal parado al futbolista, quien sintiendo que le querían echar el 'agua sucia' salió a dar su versión sobre el por qué tomó la decisión de finalizar de manera unitalateral su contrato. O en otras palabras, su deseo irrevocable de buscar nuevos aires.
En una charla de más de 30 minutos, el hombre del 'Minuto 90+3' -poco amigo de las entrevistas y las redes sociales- se sinceró: Dejó ver su lado más humano y no ocultó su profunda tristeza por la forma en la que, según él, procedió la dirigencia del conjunto al que le entregó casi nueve años de su vida futbolística, y el aporte más significativo para la consecución de la segunda estrella. La misma que por casi 15 años fue un espejismo, tras los fracasos de 2006, 2010 y 2016.
Los motivos
Según Banguero, los más de 70 días sin recibir su salario, producto de la determinación del presidente Gabriel Camargo Salamanca de suspenderle el contrato laboral de forma abrupta y sin que haya pasado por una oficina de trabajo, fueron el detonante para que pidiera la asesoría de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), que medió en el caso y lo ayudó a redactar la carta de renuncia justificada.
El lateral dijo que solo pasó un día entre la propuesta de reducción de salarios hecha por el equipo, cercana al 70% en su caso, y su respuesta. Luego de ello, lo que recibió por parte de la gerencia fue una carta en la que se le anunció la suspensión unilateral del contrato, al no aceptar lo que le ofreció el club: El pago de solo $2 millones mensuales, que según Danovis no le alcanzan para solventar sus obligaciones.
"Tengo el contrato suspendido desde el primero de mayo. Y es una decisión que no se ha validado por un juez de la República, que es el único para avalar una suspensión del contrato. Y la propuesta de reducción no era justificable, porque yo también tengo mis obligaciones, como las tenemos todos. No podía aceptar la propuesta, era una reducción muy fuerte", expresó el histórico en diálogo con El Rincón del Vinotinto.
El llanero expresó que en su contrapropuesta, le ofreció a la institución que dicho recorte en su salario fuera del 50%, consciente de que la mitad restante no le sería pagada a futuro. No obstante, desde Cádiz le respondieron que el elenco 'Pijao' no estaba en condiciones de aceptar esa opción, por lo que tomaron decisiones drásticas contra el jugador con más antigüedad en el club. Aunque en principio se mostró confiado en llegar a un arreglo, el '20' luego vio cómo no respondían sus constantes llamados.
"Al ver que mis compañeros estaban entrenando, así fuese de manera virtual y yo no, me sentí apartado de la institución. Después de dos meses me pongo en contacto con ellos, porque creí que era momento de retomar, pero lo que recibí fue no podían reactivarme el contrato. Ellos tratan de consignarme $2 millones mensuales, pero la verdad las deudas y la comida no te van a esperar. Pensé siempre que se iba a resolver, pero después de 70 días decidí actuar", indicó.
En este engorroso proceso, que jamás imaginó vivir, Banguero dijo que solo al principio de la negociación tuvo contacto con Camargo Salamanca. Luego, como suele hacerlo el boyacense, a juzgar por otros casos que han tenido similar desenlace, mandó a uno de sus empleados a frentear al jugador. Esa persona fue Germán Darío Kairuz, con quien el jugador tuvo diferentes diálogos, pero sin que se diera un punto de negociación viable para sus intereses.
Danovis también se refirió al doble contrato que tenía con el equipo, como solía hacerse en el pasado: Uno como jugador profesional, con un salario integral y prestaciones sociales, y otro de manejo de imagen, por el cual recibía el grueso de su salario. Se creía que este tipo de vínculos ya no existían, toda vez que la normativa laboral así los prohibía. No obstante, el ídolo no le vio problema a acceder a este tipo de convenios, como lo denominó.
"Es un convenio de publicidad, de cesión de imagen, y el otro un contrato integral. El contrato de trabajo es por el que puedes apelar. El otro es un convenio, pero no deja de ser un dinero, una obligación pactada con el empleador", refirió Banguero, quien recalcó que solo recibió por parte del exsenador una propuesta para continuar, y en su concepto, no se agotaron los recursos para haber llegado a un feliz término. Ni siquiera tuvo vacaciones, contrario al resto del plantel.
"Soy un trabajador más. Sí, soy querido por la afición, en su gran parte por mi entrega, lo que le ofrezco al equipo y lo que hemos conseguido. Seguro él (Camargo) dijo: Si Danovis no está de acuerdo, otro sí lo podrá estar. No soy indispensable para él, creo yo, pensaría, porque si no le interesó en estos 70 días reactivar mi contrato me imagino que fue por lo mismo", añadió el futbolista, quien además de Tolima vistió la camiseta del Cúcuta, Unión Magdalena y Atlético Huila.
¿Falta de manejo del club?
Lo que más extrañeza le causó al lateral, y sin demeritar el derecho de sus colegas a trabajar, es que mientras él estuvo con el contrato suspendido, el club, a través de sus redes sociales, anunció la contratación de dos jugadores: El defensor central ecuatoriano Jhon Narváez, quien deberá llegar en los próximos días para iniciar su vínculo, a préstamo con opción de compra de sus derechos deportivos; y aún más llamativa: La del delantero Juan Fernando Caicedo, a quien le firmaron un documento hasta 2023, con la intención de hacerse a su pase.
"Eso se lo dejo a ustedes los periodistas o la hinchada. Ellos son colegas (...) No quiero ahondar en el tema, para no incurrir en ofender a nadie, pero no tiene sentido... Porque si la cuestión es de plata, ¿Cómo contratas a jugadores? Pero quién sabe cómo lo hace, con promesas de pago, no sé. No tengo conocimiento de ello, e igual a ellos los contratan después de dos meses de mi suspensión. Mi tema pasó a segundo plano para ellos, no era de importancia. Lo sentí así y con este final siempre fue así", refirió.
Al momento de la entrevista, el nacido en Villavicencio desconocía por completo que la dirigencia, a través de su jefe de prensa, hizo llegar a los demás clubes del rentado criollo un comunicado en el que, palabras más, palabras menos, les advertía de no contratar al jugador, recordando que tenía vínculo hasta diciembre de 2021. Este hecho molestó al futbolista, quien consideró que no es justo que el club, aparte de que de acuerdo a su versión no lo deja trabajar, ahora busque la forma de vetarlo en el fútbol profesional colombiano.
"¿Cómo así? (...) Es una renuncia de justa causa, y creo yo lo hace como una contramedida tratando que los presidentes se solidaricen con él y que yo no pueda trabajar en otra empresa. Y está tratando de obligarme a algo. Creo que está muy mal, no es la forma. Mis intenciones han sido de diálogo y no tiene la intención de llegar a un acuerdo (...) Me parece injusto, y créeme que es un acto de mala fe de parte del club y de él (Camargo) hacer eso, porque las intenciones de continuar siempre estuvieron", manifestó.
Para quienes especularon en redes sobre una estrategia de Banguero para quedarse con sus derechos y arreglar con otro club, ya que el interés de otros equipo no faltaría (Millonarios y Nacional siempre lo han querido en sus nóminas), el experimentado jugador les dejó en claro que no tiene ninguna oferta por sus servicios y que de hecho ni siquiera cuenta con un agente, pues no imaginó que tuviera que recurrir a esta decisión para hacer valer sus derechos. Está seguro que fueron vulnerados con la suspensión de su vínculo contractual.
¿Un nuevo Carrascal?
Tras conocerse toda esta 'novela', lo primero que podría venirle a la mente al aficionado del común, ese que no entiende de razones, de leyes y contratos, es que Danovis quizo salirse con la suya y hacer lo que en el pasado logró el volante Rafael Andrés Carrascal: Irse del equipo sin dejarle ningún tipo de retribución económica, alegando el deseo de tener nuevos aires en su carrera. No obstante, el propio jugador se encargó de dejar clara su postura, la cual es más un llamado de auxilio al derecho al trabajo que un deseo de perjudicar al club que lo recibió desde 2011.
"Son casos diferentes. No para entrar a compararme con el caso de un colega como lo es Carrascal. Pero voy a hablar de mi tema, en específico: Mi renuncia es motivada. No lo hago porque amanecí hoy y no quiero trabajar más en el Deportes Tolima. No. Renuncio porque me llevaron a eso. ¿Cómo me llevan a esto? Setenta días sin cobrar un salario, pasando propuestas sin ser aceptadas, los compañeros entrenan y yo no puedo hacerlo... Es que me motivan a renunciar. ¿Cómo hago? Yo vivo de esto, a mí me quedan cuatro o cinco años de fútbol y lo que ahorre ahora es de lo que voy a vivir", dijo.
"No falta el hincha que piense: No, es que los jugadores... No, es la plata. Pero si fuera la plata, créeme: No me aguanto ni cinco días suspendido porque es ilegal. Si fuera la plata no hubiera durado 70 días suspendido. Y ahora mira la mala fe: ¿Cómo va a mandar la carta? ¿Cómo va a hacer eso? No me deja trabajar y ahora impide hacerlo en otra parte. Hay que esperar si es legal la carta que él (Gabriel Camargo) manda, es una locura", agregó el jugador.
Foto: Dimayor.
Foto: Dimayor.
Un rumbo distinto
Y es que en los últimos cinco años hubo ofrecimientos de diferentes clubes de Colombia y el exterior por tener al futbolista. En 2017, por citar un claro ejemplo, estuvo a un paso de irse al Deportivo Cali, en lo que debía ser un 'trueque' con los 'Azucareros', en un negocio en el que estuvo involucrado el atacante José David Lloreda. Al final el delantero llegó a Ibagué pero en otra negociación, y Danovis continuó siendo parte vital de la 'tribu'.
El jugador ha sido, como se mencionaba en redes, un viejo anhelo de los 'Verdolagas', mientras que en los 'Albiazules' el técnico Alberto Gamero, el mismo que lo dirigió por más de un lustro y con el que salió campeón en dos ocasiones, ve con muy buenos ojos una probable vinculación, más allá de que no sucederá por el famoso 'pacto de caballeros', que se revalidaría en este caso según la denuncia de Acolfutpro hecha en la noche del viernes.
Pero quizá la que más sonó en el último tiempo fue la que le hizo a principios de año Cerro Porteño del Paraguay, que buscaba -a petición del técnico Francisco 'Chiqui' Arce- un jugador en esa zona del campo. No obstante, el elenco desestimó la salida del jugador y le prometió que se quedaría con todas las garantías laborales, e incluso una mejora de su salario para afrontar la Copa Conmebol Libertadores y la Liga BetPlay. La pandemia del COVID-19 frustró, sin lugar a dudas, estos planes.
"Siempre he sido partidario de respetar los vínculos contractuales. Salieron propuestas pero siempre manifesté que tenía contrato con Tolima. En enero un grupo empresarial mandó una propuesta al club, con copia a mí. Le dije: 'Senador, hay esta posibilidad'. Me dijo: 'No, hay Copa Libertadores y estoy pensando en grande'. Le manifesté que mirara las diferencias, y claro que se ha venido mejorando el contrato, pero se hace porque uno se va ganando cosas y le va ofreciendo más a la empresa. La propuesta que me llegó estaba muy por encima de lo que ganaba", reveló.
En palabras del hombre del 'Minuto 90+3', "si hay intención de mejorar, ¿Por que tenía que comportarme mal? Ahora no hay ningún tipo de intención, ahora es mala. No creo que tenga que hablar después de ver los hechos en mi carta de renuncia". Es un convenido de que, independientemente de si aceptaba o no la oferta de reducción, él debería estar a la par de sus compañeros, recibiendo las indicaciones del entrenador Hernán Torres Oliveros. Y después se vería cómo se arreglaban esos asuntos. Contrario a su deseo, estuvo lejos de darse esa opción.
El famoso cartel
En el paso de Danovis Banguero por la divisa 'Musical', hay un hecho que marcó su estadía en la 'Tierra Firme'. El registrado aquel 7 de agosto de 2017, cuando su rostro apareció en un cartel junto al volante Avimiled Rivas y al delantero Marco Johnnier Pérez, en una clara intimidación por parte de algunos integrantes de la barra Revolución Vinotinto Sur, que fueron hasta la sede de Perales y pidieron su salida. Fue un suceso incómodo, pero el tiempo y el fútbol se encargó de poner al histórico en un mejor lugar, ahora con el cariño de toda la barra.
Después de casi tres años de ese acontecimiento y con el trofeo de campeón debajo del brazo, Banguero le restó importancia a ese hecho. "Si afecta psicológicamente, si es triste...Claro que lo es, ¿Pero qué queda? Trabajar y sobreponerme a eso (...) Todo pasa por un motivo, me tocó en esa época lo del cartel, pero se superó y gracias a Dios estamos aquí. No es la forma de salir de la institución, pero en esta necesidad no veo cómo más", puntualizó.
Sobre si hubo o no una conducta desagradecida por parte de la institución hacia su trayectoria y su invaluable presentación en la cita definitiva, el lateral izquierdo prefirió no entrar a juzgar esa situación. Desconoce, además, hasta qué instancia podría llegar Camargo y compañía en esta fuerte disputa, aunque sí se mostró preocupado por el acoso que, de acuerdo con su opinión, empezaría a sufrir por no querer aceptar las 'reglas del juego' que querían en la escuadra tolimense.
"No sé si deban agradecerme algo, porque la verdad es una sola, eso es de cada quien. Yo soy agradecido por la oportunidad que me dieron, por la ciudad, mi hija tiene nueve años y es ibaguereña. No soy a ser un desagradecido porque en esta situación necesito trabajar. Y si el club cree que está obrando bien es su forma de pensar, así no se comparta hay que respetarla", acotó el veterano futbolista.
"Me preocupa es el acoso, porque si voy a trabajar en tu empresa y voy a buscar trabajo en otro lado y tampoco me lo vas a permitir, porque te vas a dedicar a hacerme la vida imposible...Me preocupa. ¿Qué quiere decir? ¿Que me tocaría retirarme del fútbol porque Deportes Tolima no me va a dejar jugar en otro equipo? Es complicado. Si vamos a hablar de injusticias, esto sí lo es: Que no pueda trabajar. Si no me querés pagar, listo, no pasa nada, chao, muchas gracias por todo. Pero necesito trabajar", recalcó el jugador de 30 años.
Sin retorno
Lo que sí es claro es que ya en esta realidad no hay forma de limar asperezas y volver a 'barajar'. O al menos así lo ve el ídolo, pues la forma de proceder del club fue determinante para que su visión se radicalizara. En especial la comunicación que salió de las oficinas administrativas rumbo a los correos electrónicos de los restantes 19 clubes de Primera División, incluyendo en ella datos personales del jugador como su cédula de ciudadanía, algo que no fue muy bien visto al exponerse en redes sociales este documento.
"Dime tú qué punto de retorno puede haber cuando pasó la carta de renuncia y en vez de tratar de hablar conmigo y ver qué pasó o decir 'uy, no, venga, nos estamos equivocando', lo que hacen es sacar el comunicado diciendo de una vez que renuncié y que gracias por todo, adiós papá. Y fuera de eso me estás atacando e impidiendo ir a trabajar a otra empresa. ¿Que quiere decir eso? Te descuidas y no puedes laborar más", enfatizó el héroe del Atanasio Girardot.
El adiós
Danovis sabe que su nombre quedó por siempre en la historia del equipo de la 'Tierra Firme', pero sobre todo en la memoria de miles y miles. Cada uno de los hinchas del 'Vinotinto y Oro' que tuvo la oportunidad de ver esa final recordará -sin dudarlo un segundo- en dónde y con quiénes vivió esa hazaña, en la que un certero cabezazo al primer palo del arquero argentino Fernando Monetti aguó la fiesta de más de 45.000 espectadores en el 'Coloso de la 74' y prendió las fiestas del San Juan en Ibagué. Una acción de la que también participaron Robin Ramírez y Sebastián Villa.
Es, tal vez por esa noche, que decir adiós costará más de lo imaginado. Tanto para él como para los seguidores, que fueron testigos de cómo a punta de 'huevos', como se encargó de enrostrarsérlo a sus rivales con una celebración tan apoteósica como controvertida, es que se le dio vuelta a una historia que parecía sentenciada desde el partido de ida, tras aquel gol del delantero chicoraluno Dayro Mauricio Moreno que dejó en silencio el Manuel Murillo Toro.
"No soy muy expresivo, no tengo redes, no soy dado a entrevistas, pero mi forma de agradecer siempre fue entregándolo todo en el terreno de juego. No me conformé solo con ese título. Siempre entré a entregarlo todo. Las ganas siempre estuvieron, así me salieran las cosas o no. Y la forma de retribuir esos aplausos y esos cánticos siempre fue así. Me voy porque tengo una familia que depende de mí, y hasta el momento me impidieron trabajar", afirmó
"Me toca tristemente salir a buscar trabajo y estoy en eso. Le agradezco de corazón al que me entiende, al que se sienta y piensa: Todos tenemos derecho a trabajar. Y al que quizá ahora está un poco dolido también, porque harán ver que es culpa mía, porque en su momento me apoyó y su voz de aliento siempre estuvo allí. Para la hinchada solo me queda dar esas palabras. Es triste salir así, en esta situación no hay forma buena de hacerlo. Esta decisión no se toma porque sí, ni por capricho, ni mucho menos por dinero", se desahogó el histórico.