El sueño de pelear en el mítico Madison Squard Garden de Nueva York (Estados Unidos), escenario que ha albergado grandes eventos del deporte y el espectáculo, se aplazó para el boxeador tolimense Bélmar Augusto Preciado, quien por culpa de la pandemia del COVID-19 no pudo enfrentar el pasado 17 de marzo, al irlandés Michael Conlan, por el peso pluma de la OMB.
Esto hizo que, además, dejara de percibir una buena cantidad de dinero por la pelea y tuviera que regresar al país luego de estar en la tierra del 'Tío Sam'. Y es que fue justo luego de la rueda de prensa en la 'Gran Manzana' que cambió todo: Primero, y por seguridad, la velada se haría a puerta cerrada, pero solo fue cuestión de horas para que se tomara finalmente la decisión de suspenderla.
Bélmar Preciado junto al Madison Square Garden.
Bélmar Preciado junto al Madison Square Garden.
A su regreso a Cartagena (Bolívar), donde está radicado con su pareja, la pesista Rosalba Morales, al 'Pijao' no le quedó de otra que buscar la forma de ganarse el sustento. Y la encontró: Cogió su moto, le puso una canastilla en la parte trasera, se puso su casco y una chaqueta y empezó a hacer domicilios en la 'Heroica', con lo que ha conseguido para comer y pagar el arriendo.
A través de una aplicación, Bélmar agenda sus viajes, aunque también tiene clientes que lo contactan a su número telefónico para que les ayude con cualquier 'vuelta' que haya que hacer, mientras aguarda por volver a los cuadriláteros, como lo ha hecho de manera profesional desde 2013, con 20 victorias, 13 de ellas por la vía rápida; dos derrotas y un empate.
Y es que por fortuna Preciado se salvó de quedarse 'varado' en territorio estadounidense. Unos días más en Nueva York le hubieran significado la imposibilidad de regresar al país, ante el cierre de los aeropuertos en Colombia por la pandemia, que ya deja más de 18.000 contagiados y 652 muertos en el territorio patrio.
A la par de su nuevo trabajo, Bélmar no para de entrenarse. En la mañana hace trote, mientras que en la tarde le da golpes a un saco que le prestaron y que cuelga en un árbol en frente de su casa, mientras su mujer hace también lo suyo para mantenerse en forma. Así pasan los días de este talento, quien a sus 31 años siente que aún tiene todo por lograr en este exigente deporte.
El dato
El último combate de Preciado fue el del pasado 7 de diciembre, cuando venció al venezolano José de Jesús López en Cartagena, ciudad en donde ha disputado gran parte de sus combates. Antes peleó el 27 de abril de 2019, en Aguascalientes (México) y venció al 'Manito' Benito García. Ambos combates los ganó por nocaut, lo que habla bien del momento que atravesaba.