Una nueva experiencia en el fútbol formativo vive por estos días el guardameta ibaguereño Juan Camilo Rodríguez, quien en días pasados se convirtió en nuevo integrante del plantel prejuvenil de Millonarios, que compite en el Campeonato Interclubes Sub-17 y el torneo de la Liga de Bogotá. Un nuevo paso en su promisoria carrera, que empezó hace algunos años en Atlético Ibagué.
Rodríguez, quien hasta hace unas semanas hizo parte del Atlético Nacional, club en el que estuvo por un año, ahora entrena con la divisa capitalina, buscando ganarse un lugar en el primer equipo de esta categoría. Lo anterior precedido de algunos llamados a la Selección Colombia Sub-17, para integrar algunos microciclos de preparación.
Y también luego de participar el Torneo de Desarrollo de la UEFA que tuvo lugar en Polonia en abril del año anterior, certamen en el que salió como subcampeón, fue elegido como el mejor golero del torneo y estuvo bajo órdenes del entrenador vallecaucano Héctor Cárdenas, quien lo ha tenido en sus planes para vestir de nuevo el 'tricolor' patrio.
"Las expectativas que tengo son realmente muy grandes. Llegué a trabajar y a destacarme en los torneos pertinentes del club, y a seguir adquiriendo experiencia a medida de mi evolución. Mi deseo es alcanzar nuevamente un torneo a nivel de selecciones", dijo Rodríguez en diálogo con El Rincón del Vinotinto.
"Asimismo quiero entrenamientos o prácticas con el equipo profesional, con base a la disciplina y la perseverancia", complementó el cancerbero de 17 años, quien a su corta edad tiene muy buena talla para su posición, pues mide 1,86 metros: Solo dos centímetros por debajo que el hoy portero del combinado de mayores, Camilo Vargas, del registro de Atlas de México.
En este equipo comparte con otro 'Pijao': El delantero Juan David Guio, quien viene de marcar uno de los goles con los que el 'Embajador' derrotó (4-1) a Formación Alemana, en su debut en el certamen organizado por la Difútbol. Rodríguez llegó como jugador libre, toda vez que el cuadro 'Verde' no hizo uso de la opción de compra que tenía por su pase.
Rodríguez, quien hasta hace unas semanas hizo parte del Atlético Nacional, club en el que estuvo por un año, ahora entrena con la divisa capitalina, buscando ganarse un lugar en el primer equipo de esta categoría. Lo anterior precedido de algunos llamados a la Selección Colombia Sub-17, para integrar algunos microciclos de preparación.
Y también luego de participar el Torneo de Desarrollo de la UEFA que tuvo lugar en Polonia en abril del año anterior, certamen en el que salió como subcampeón, fue elegido como el mejor golero del torneo y estuvo bajo órdenes del entrenador vallecaucano Héctor Cárdenas, quien lo ha tenido en sus planes para vestir de nuevo el 'tricolor' patrio.
"Las expectativas que tengo son realmente muy grandes. Llegué a trabajar y a destacarme en los torneos pertinentes del club, y a seguir adquiriendo experiencia a medida de mi evolución. Mi deseo es alcanzar nuevamente un torneo a nivel de selecciones", dijo Rodríguez en diálogo con El Rincón del Vinotinto.
"Asimismo quiero entrenamientos o prácticas con el equipo profesional, con base a la disciplina y la perseverancia", complementó el cancerbero de 17 años, quien a su corta edad tiene muy buena talla para su posición, pues mide 1,86 metros: Solo dos centímetros por debajo que el hoy portero del combinado de mayores, Camilo Vargas, del registro de Atlas de México.
En este equipo comparte con otro 'Pijao': El delantero Juan David Guio, quien viene de marcar uno de los goles con los que el 'Embajador' derrotó (4-1) a Formación Alemana, en su debut en el certamen organizado por la Difútbol. Rodríguez llegó como jugador libre, toda vez que el cuadro 'Verde' no hizo uso de la opción de compra que tenía por su pase.
"Antes de llegar ya traíamos cierta amistad ya que alcanzamos a participar en unos microciclos de la Selección Tolima. Y es una experiencia de orgullo en este caso compartir camiseta y saber que ambos sabemos de donde venimos y cuáles son nuestras metas", puntualizó Rodríguez, quien espera aprovechar al máximo esta oportunidad que le ha dado el destino para mostrar su talento.