Es una realidad inocultable: La tecnología no ha camuflado -ni camuflará- el mal nivel del arbitraje en Colombia. Y de eso puede ser una muestra clara el metense Carlos Mario Herrera, quien protagonizó una presentación de espanto en el empate (0-0) entre Deportes Tolima y Atlético Junior, en el Murillo Toro de Ibagué, por la sexta fecha de la Liga BetPlay 1 2020.
El silbato llanero tuvo dos errores garrafales en contra de la visita y dos más muy graves que afectaron al dueño de casa, en una jornada en la que prácticamente se 'rajó'. Empezando desde la suspensión del partido en la noche del sábado, que debido a la inclemencia del clima, con tormenta eléctrica, debió darse antes del minuto 30 del compromiso.
La mala actuación de Herrera, quien de entrada se 'comió' los insultos de los hinchas presentes en la Lateral Sur, que le cobraron por adelantado por sus monumentales yerros, inició a los 45'. En ese instante le sacó la segunda amarilla al volante de contención Larry Vásquez, por una carga normal sobre el volante Daniel Cataño, lo que condicionó el juego para los 'Tiburones'.
La desastrosa presencia de Herrera continuó a los 57', cuando anuló el tanto del defensor foráneo Jéfferson Gómez, al parecer por una mano, cuando en realidad se ve que el gol fue convertido de forma legal, pues el esférico le pega primero en el pecho y roza en el hombro izquierdo. Otro error que lo dejó muy mal parado de cara al remate, en el que también fue decisivo, pero para mal.
Ante semejantes erorres, lo que le quedaba a Herrera era equilibrar las cargas, a juzgar por las fallas que vinieron luego. La primera, imperdonable: Sobre los 87', en una acción de riesgo del 'Vinotinto y Oro', el arquero uruguayo Sebastián Viera -quien se dedicó a 'quemar' tiempo- le propinó una patada en el abdomen al extremo Andrey Estupiñán. Clara falta que debió ser pitada como penal.
Pese a que la jugada la revisó el también metense Jorge Guzmán, el mismo que le suspendió a la 'tribu' el partido frente al Rionegro Águilas, por el misterioso apagón de las torres del estadio Alberto Grisales, el pasado viernes 14 de febrero en el empate (1-1), la decisión fue desestimar la falta. Herrera ni siquiera tuvo la opción de verla en el monitor, lo que despertó la ira de algunos hinchas.
Y en tiempo de reposición (90+4'), el delantero Miguel Ángel Borja le entró con desmedida fuerza a Cataño, en una acción en la que debía ver el cartón rojo. Por esa acción, el paisa debió salir del césped del 'Coloso de la 37' en medio de lágrimas, por el fuerte dolor que le produjo esta falta. Que podría ser calificada como desleal frente a un colega que viene de superar una prolongada lesión.
Un dato, a manera de colofón: Con Herrera como árbitro Tolima no sabe lo que es ganar como local. En las últimas tres ocasiones, el equipo de Ibagué encajó dos derrotas y un empate. Uno de los reveses fue justamente ante los costeños, el del 27 de enero de 2019, cuando dejó de mostrarle el cartón rojo al defensor central Rafael Pérez, por una patada descalificadora sobre Marco Pérez.
Fotos: El Var Central