Por: Mario Alejandro Rodríguez
Fueron ocho años y siete días los que el ibaguereño Hernán Torres Oliveros estuvo lejos de casa. En los que buscó fortuna en otras latitudes y la encontró, aunque en otras ocasiones le tocó 'morder el polvo'. El nuevo técnico del Deportes Tolima viene por la gloria que le fue negada, dispuesto a dejar el alma y el corazón en cada encuentro. Y a mantener el legado que dejó su predecesor, el samario Alberto Miguel Gamero.
Tras su salida aquel 28 de noviembre de 2011, el hijo del barrio La Francia de la 'Ciudad Musical' estuvo en siete divisas, dos de ellas del exterior, y solo en dos de ellas pudo celebrar: Con Millonarios, en la Liga 2 2012, y en 2016, cuando acabó con la racha de cinco años de América de Cali en la B. Sí, el mismo elenco que desencadenó su salida de la 'tribu' cinco años antes, con aquella goleada (1-4) en el Murillo Toro.
Foto: Futbolred.
El primer club que recibió a Torres Oliveros fue Águilas Doradas. Y tras una buena primera fase del 'Todos contra todos' de la Liga 1 2012, en el que sumó 29 puntos de 54 posibles, se clasificó a los cuadrangulares. Pese a que en esta instancia no tuvo mayor éxito, con solo cuatro unidades de 12, llamó la atención de un club como el 'Albiazul', que destituyó al venezolano Richard Páez.
El romance 'Azul'
Solo le bastaron seis meses al 'Pijao' para convertirse en ídolo de los 'Embajadores'. En el segundo semestre de 2012 hizo una campaña de ensueño, que terminó consagrándose el 16 de diciembre, con la consecución de la estrella 14: La cual estuvo escondida por 24 años, pero que por fin cayó luego de vencer en la tanda de penales a un aguerrido Independiente Medellín. La gran figura: El arquero Luis Delgado.
Foto: Colprensa.
En la fase regular 'Millos' hizo 37 puntos de 54 disputados, convirtiéndose líder del torneo. Y en la semifinal le ganó el pulso, con 10 puntos de 18, a Deportivo Pasto, con que empató en unidades; al igual que Junior, tercero con ocho puntos y Tolima, último con cinco. Inolvidable es el encuentro del 5 de diciembre, en el que venció por primera vez a los 'Musicales' en su casa (1-2), con el volante Hárrison Otálvaro inspirado.
A la par de su presencia local, Hernán también dejó una imborrable huella en la escena internacional. Lo que le fue esquivo en 2010 con el equipo de sus amores llegó con la divisa bogotana: La semifinal de la Copa Sudamericana, a la que clasificó tras dejar en el camino a Palmeiras y Gremio de Brasil. Pero perdió el paso a la finalísima ante el aguerrido Tigre de Argentina, pese al valioso empate (0-0) en la ida. Una amarga paridad (1-1) en El Campín puso fin al sueño.
El desencanto
A diferencia de la temporada anterior, el 2013 trajo para el tolimense un sinfín de sinsabores que derivaron en su sorpresiva desvinculación. En el retorno del 'Ballet Azul' al máximo evento de clubes del continente, luego de 16 años, el balance fue desastroso. Millonarios quedó eliminado en fase de grupos con solo tres puntos de 18, ocupando el último lugar del Grupo 5. Incluso superado por el débil San José de Bolivia, que hizo cinco unidades.
En la Liga 1, en tanto, se metió a los cuadrangulares como séptimo del tablero, con 28 puntos. No obstante, en la decisiva instancia, perdió el pulso ante el rival de patio: Independiente Santa Fe, que con 11 puntos -uno más que su adversario- se quedó con el tiquete a la gran final. Lo ganado hace apenas unos meses empezó a desmoronarse, para desdicha del tolimense, siempre trabajador y entregado a su pasión.
Foto: Futbolete.
En la segunda parte del año, Millonarios volvió a meterse a la fiesta de fin de año con 31 puntos, pero su irregular desempeño, con solo seis unidades de 18, en una zona que ganó Deportivo Cali con 15, le marcó la salida al entrenador, quien tampoco pudo en la Copa Colombia: Se clasificó a la gran final, pero la perdió ante el rival histórico, Atlético Nacional, por la mínima diferencia en el Atanasio Girardot (1-0). La dirigencia, entonces, le 'bajó el pulgar' a quien le devolvió la gloria.
Un 'Poderoso' reto
Al año siguiente, asumió en mayo la dirección técnica del Independiente Medellín, ansioso de revancha. Y en seis meses llevó a los 'Poderosos', quienes venían de tumbo en tumbo con el antioqueño Pedro Sarmiento, a una nueva final liguera. En la Liga 2 2014 consiguió 30 puntos en el 'Todos contra Todos' y luego ganó su cuadrangular, el B, con 11 unidades: Tres más que Cali, cuatro que Águilas Doradas y seis por encima del 'Vinotinto y Oro', al que volvió a ganarle en su casa.
En la definición del título, Torres y sus dirigidos cayeron frente a los 'Cardenales', en una final dramática, y de esta forma se quedó con las ganas de competir a nivel internacional en 2015. Y justamente cinco meses después, en mayo, la dirigencia antioqueña optó por su salida, aun cuando tenía 32 puntos y era cuarto de la Liga 1. Un duro revés para el estratega, quien se fue sin respuestas claras.
A suelo 'Tico'
Su creciente palmarés desde el banquillo hizo merecedor al ibaguereño de traspasar fronteras y medírsele a llevar las riendas de uno de los clubes más importantes de Costa Rica: Alajuelense, al que clasificó a la gran final tras terminar líder de la primera ronda, con 45 puntos de 66 disputados. En la semifinal venció a Limón, pero cuando tuvo que pelear por la Copa cayó frente al Deportivo Saprissa, tanto en la ida (2-0) como en casa (1-2).
Esta derrota ocasionó su salida de la institución. Pero como dice el refrán: "No hay mal que por bien no venga". Y solo fue cuestión de tiempo para encontrar un nuevo desafío, ese que le traería rápidas satisfacciones.
Del 'Infierno al 'Cielo'
El 29 de abril, y luego del despido de Alberto Suárez, Torres fue presentado como nuevo entrenador del América de Cali, en su quinto año sumido en el Torneo de Ascenso. Y no fue inferior al reto: A punta de trabajo, el hijo de la 'Tierra Firme' llevó del 'infierno' al 'cielo' a uno de los clubes más grandes del fútbol profesional colombiano. Algo que no pudieron ni Diego Umaña, ni Eduardo Lara, ni Fernando Velasco, por citar algunos nombres.
Foto: El País.
Recibió a los 'Diablos Rojos' con 16 puntos de 30 posibles y lo clasificó a los cuadrangulares semifinales con 60 unidades, de 96 jugadas. Ya en la semifinal sacó la casta y con una mezcla de experiencia y juventud le ganó el pulso al Deportes Quindío, al que superó solo por dos puntos: 13 contra 11. De esta forma, luego de 1.807 días, le devolvió la paz al conjunto 'Escarlata', con el voto de confianza del dueño, Tulio Gómez.
Y el idilio parecía continuar en el primer semestre del 2017, cuando en su regreso a Primera División clasificó a los 'Play Offs' de la Liga 1, con 29 puntos de 60 en la mesa. Y más aún luego de dejar en el camino a Deportivo Pasto, orientado por el ibaguereño Flabio Torres. Sin embargo, luego vino el duro revés ante los 'Verdiblancos', en un clásico que los dejó sin la gran final, en la que esperaba Atlético Nacional.
Altas y bajas
A partir de entonces comenzaron las altas y bajas para Torres Oliveros en su carrera profesional. El 2 de septiembre de 2017, tras un flojo arranque de la Liga 2, dio a un paso al costado, luego de perder (2-1) ante Envigado y quedar con solo 12 puntos de 33 en juego. Así culminó un año irregular, que lo llevó a estar vacante por tres meses.
En enero de 2018 el profesor fue presentado como nuevo timonel de Águilas Doradas, en su segunda era con los paisas. Y al contrario de su primera etapa, no pudo ingresar al grupo de los ocho, sumando apenas 25 puntos de 57 programados, por lo que fue destituido el 15 de mayo por el máximo accionista, Fernando Salazar. Ni qué decir con lo ocurrido en la Copa Águila, en la que lo eliminó en fase 3 Quindío.
Solo nueve días duró sin trabajo, toda vez que Torres fue contratado por Melgar del Perú. Y cuando todo marchaba por buen camino, el escándalo protagonizado con el jugador Jean Pierre Fuentes, quien lo acusó a principios de diciembre del 2018 de lanzar fuertes improperios contra su persona y su progenitora, terminaron 'labrando' su salida, que se ratificó tras fracasar en su intento de pelear el título del Descentralizado.
El 29 de enero del presente año se confirmó su regreso al Alajuelense. Su llegada se dio en reemplazo del local Luis Diego Arnáez. Sin embargo, antes de cumplir los cuatro meses en la institución renunció, tras fallar en su objetivo de clasificar a la divisa 'Rojinegra' a la semifinal del torneo local. Hecho que generó molestia en la dirigencia 'Manuda'.
Su última experiencia como entrenador fue la de apenas unos tres meses, cuando salió del Atlético Bucaramanga. El estratega 'Pijao', tras diálogo con el máximo accionista de la escuadra santandereana, Óscar Álvarez, decidió dar un paso al costado por los malos resultados en el presente semestre: Solo sumó 10 puntos de 30 programados en la Liga Águila 2, y en la Copa Águila quedó eliminado en los octavos de final.
Fotos: Suministradas
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