¡Júbilo inmortal! Cuarenta y cuatro años de trabajo duro, de inagotable esfuerzo de cientos y cientos de escarabajos, se vieron por fin recompensados. Colombia gritó campeón en la competencia ciclística más grande de la historia: El Tour de Francia. Una sensación indescriptible.
Egan Bernal, el joven de 22 años que desde temprana edad demostró su fortaleza en las montañas, que creció en Zipaquirá bajo el legado del gran 'Zipa' Forero y que soñó con emular las glorias de corredores como Patrocinio Jiménez, Lucho Herrera, Fabio Parra, Rigoberto Urán y Nairo Quintana en Europa, hoy escribió su propia gesta.
"Hace unos años mirábamos el Tour por la televisión y era algo difícil de alcanzar. Decíamos qué chévere estar ahí y ahora estamos, es una reunión de muchas emociones", dijo Bernal, quien se encargó de hacer realidad el sueño de más de 49 millones de compatriotas. De darle sentido al esfuerzo de quienes se quedaron a la vera del camino.
El corredor del Team Ineos mantuvo este sábado el primer lugar de la carrera gala, entre las poblaciones Albertville y Val Thorens (59,5 km.). Y dará el paseo de la victoria en los Campos Elíseos. Por primera vez en 106 años de historia de la competencia, un latinoamericano se subirá al primer cajón del podio, algo que nadie le podrá arrebatar.
— Tour de France™ (@LeTour) July 27, 2019
"El triunfo no es solo mío sino para todo un país. Es un orgullo ser el primer colombiano en ganar un Tour", agregó el corredor, quien contó con un equipo de lujo. En especial con el respaldo del británico Geraint Thomas, quien fue el custodio de las ilusiones de toda una nación. ¡Muchas gracias, Geraint!
El ciclista pasó de gregario a capo en una temporada. De servirle a Thomas en la conquista de su título a recibir todo su apoyo. De tomar las riendas de su destino y el del deporte insignia de su tierra, ese que ha sido capaz de paralizar ciudades en pro del éxito de sus exponentes. De pegarse a pantallas chicas y grandes.
"Todo se dio a mi favor en este Tour. Quiero disfrutarlo, estoy muy orgulloso de estar en esta situación. Qué locura, es que uno desde acá no se alcanza a imaginar. Estoy cada vez más orgulloso de ser colombiano y no veo la hora de llevar la camiseta amarilla al país", expresó.
Ninguno de sus perseguidores, como el francés Julian Alaphilippe y el holandés Steven Kruijswijk, pudo darle batalla al ímpetu del cundinamarqués, quien mostró su temple y cruzó la línea de meta con la seguridad del deber cumplido. Su sonrisa, inocente, tímida, es reflejo de la constancia.
Este domingo es día de fiesta en el territorio nacional. El 28 de julio de 2019 será una fecha que quedará marcada para siempre en el libro de grandes hazañas del deporte de las bielas. Un día para llorar de orgullo, al escuchar las notas del himno y ver el tricolor ondeando con más fuerza. ¡Qué viva Colombia!