El primer semestre de 2019 pudo ser un poco más cómodo para Deportes Tolima si su presidente, el boyacense Gabriel Camargo Salamanca, no se hubiera inclinado por el sistema de cuadrangulares en la Liga Águila 1 2019, como también lo hicieron sus pares de Deportivo Cali y Millonarios.
Pero al final de cuentas se aprobó este tipo de campeonato y el 'Vinotinto y Oro' terminó jugando 26 partidos por el torneo liguero, dos más por la Superliga, seis en la Copa Conmebol Libertadores y dos más por la Copa Sudamericana. Pese a la advertencia del presidente de la Federación, Ramón Jesurún, quien intentó persuadir al dirigente.
En total fueron 36 duelos en 133 días, desde el 23 de enero, para un promedio a todas luces frenético: Un encuentro cada 3,69 días, lo que le pasó factura a alguno de los jugadores y, sin duda, mermó el rendimiento del colectivo en encuentros claves, sobre todo en calidad de local donde se quedó sin aire.
Y es que en los últimos dos meses el elenco 'Pijao' ha jugado un compromiso cada tres o cuatro días. La última semana 'larga' fue la vivida entre el 3 y 9 de abril, entre los encuentros ante Jorge Wilstermann y Atlético Paranaense por la Libertadores (Seis días), cuando descansó en la escena local.
De resto, la 'tribu' tuvo que afrontar un calendario para el absurdo. Solo entre el 13 de mayo y el 5 de junio (23 días) jugó ocho partidos, es decir en promedio uno cada 2,8 días. ¡Ni siquiera 72 horas plenas de descanso!
En cuanto a destinos, el cuadro de la 'Tierra Firme' tuvo que viajar solo a Cali en tres ocasiones, que se suman a los desplazamientos a Barranquilla, a donde fue en dos ocasiones; y Manizales, Montería, Neiva, Cúcuta, Tunja y Medellín.
A nivel internacional, el 'Pijao' debió viajar a Buenos Aires (Argentina) en dos oportunidades, al igual que a Curitiba (Brasil) y Cochabamba (Bolivia), dos viajes con sendas escalas. Para cada uno de esos desplazamientos debió ir a Bogotá para hacer conexión, en donde además jugó cuatro partidos, uno de ellos oficiando como anfitrión.
Con todo y ello, el técnico Alberto Gamero y sus muchachos dieron la pelea en la Liga hasta el último suspiro. Y por culpa de un solo gol se quedaron al margen de vivir la fiesta de mitad de año, en favor de Junior, con el que empató en puntos: 12, pero perdió en el saldo de anotaciones, +4 frente +3. Los 'Rojiblancos' aprovecharon el no haber clasificado a la Sudamericana, pues tuvieron dos juegos menos.
Claro, Camargo 'durmió en los laureles' y no estuvo 'en la jugada' en la Asamblea de aquel 20 de diciembre: Se dejó meter un campeonato que, además, no premió la ubicación en la tabla en caso de empate en los cuadrangulares, importante ítem que hoy lo tendría en una nueva final, la sexta en su historial en torneos cortos.
Foto: Dimayor