Después de 21 días, el presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), Jorge Enrique Vélez rompió su silencio y salió en respaldo del titular del Deportes Tolima, Gabriel Camargo Salamanca, quien se retractó tras sus polémicas declaraciones en contra del fútbol femenino.
Si bien el dirigente confirmó que el Comité de Disciplina de la entidad se reunirá en los próximos días para decidir una posible sanción sobre este tema, pidió "ponerle punto final" al mismo, lo que no cayó muy bien entre quienes esperaban un pronunciamiento más enérgico.
"Yo quiero reiterar la decisión que tomó el presidente Camargo donde ha pedido excusas. Él se retractó de las declaraciones que dio y creo que para nosotros eso es importante. A eso hay que ponerle punto final, darle a esto más candela no es el camino", afirmó Vélez.
Para el dirigente, quien goza de bajos índices de popularidad, las declaraciones de Camaro -en las que calificó el balompié de damas como "caldo de cultivo de lesbianismo" y foco para el consumo desmedido de bebidas alcohólicas- ya quedaron atrás y lo valioso es que salió a presentar disculpas.
"Quiero destacar la actitud del senador Camargo (exsenador) de haber sacado ese comunicado y explicado el tema, haber dicho que se equivocó es valioso. Todos los seres humanos nos equivocamos y como seres humanos pedimos disculpas. Pero yo ya veo que a unos no les sirven las disculpas", expresó.
Uno de los que exigió una fuerte suspensión contra el dirigente ha sido Carlos González Puche, quien incluso -en los micrófonos de Blu Radio- amenazó con llevar el caso al Comité de Ética de la FIFA si la Dimayor ni la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) no toman cartas en el asunto.
Cabe destacar que según el Código Único de la FCF, el dirigente deportivo está expuesto a una multa económica entre 22 y 44 salarios mínimos legales vigentes, y la prohibición de ejercer su actividad entre tres y seis meses en todos los eventos relacionados con el fútbol profesional.