Por: Mario Alejandro Rodríguez
Uno de los hombres más queridos por la afición del Deportes Tolima es el volante capitalino Rafael Fernando Robayo. Pero ni siquiera el fervor que despierta entre los aficionados, quienes no olvidan su invaluable aporte en la consecución de la segunda estrella, garantizó su continuidad con los 'Musicales'.
El mediocampista, quien esperó por 27 días una definitiva del club sobre su permanencia, decidió hablar y dar a conocer las razones por las cuales hoy está -aunque su corazón se niegue a aceptarlo- más lejos que nunca de volverse a poner la 'Vinotinto y Oro', como tanto lo anhela.
Lo que sería la estrategia del presidente y dueño del club, Gabriel Camargo Salamanca, de dilatar su renovación y cambiarle una y otra vez las condiciones contractuales pactadas, conllevaron a que el experimentado volante se negara a firmar su contrato, por lo que consideró una falta de respeto.
El inicio de la novela
En entrevista concedida a El Rincón del Vinotinto, Rafael expresó que las negociaciones para su renovación comenzaron desde agosto, cuando tras la insistencia del dirigente en arreglar su situación contractual manifestó su deseo de seguir para la temporada 2019. Pero contrario a lo que creyó, luego no encontró oportuna respuesta de Camargo Salamanca.
A principios de octubre, y con el equipo en la parte alta de la tabla y ya casi listo en los 'Play Offs', las tratativas se tornaron tensas. Tanto así que el jugador, quien acumulaba una seguidilla de 21 partidos como titular, fue sorpresivamente relegado al banco de suplentes. Y salvo en un compromiso nunca más volvió a ser inicialista.
Foto: Jorge A Cuéllar
Su ausencia en el onceno se notó sobre todo en aquel duelo del 25 de noviembre, cuando los 'Pijaos' perdieron en su casa ante el Independiente Medellín la posibilidad de aspirar, en firme, por el anhelado bicampeonato. Pese a que entró en la etapa de complemento, su inclusión se dio demasiado tarde.
El 'Tira y afloje'
Se puede decir que el directivo boyacense, quien apoyado en su escudero, el gerente deportivo Ricardo Salazar Ballesteros, comenzó a ejercer presión para su renovación. Le pidieron una propuesta por escrito, de la cual todavía hay una copia en poder de 'Pitirri', pero la negativa de Camargo a ofrecer un monto específico dificultó y mucho el avance en la negociación.
"Me la pasé bajando mi propuesta, sin saber qué me iba a ofrecer él. Le pasé una cifra global por el salario y el préstamo, pero le pareció muy alta, cuando hay jugadores que ganan más. Le pedí que valorara mi trabajo, todo el año que corrí y jugué", indicó Robayo.
El jugador en ese primer encuentro resignó $7 millones mensuales de salario futuro, con respecto a sus expectativas, y la mitad de lo que esperaba inicialmente percibir por el préstamo de sus servicios. Incluso, en el inicio de su vínculo, en enero de 2018, también renunció a $20 millones para facilitar su contratación.
"Cuando me subió el dinero por el préstamo yo decidí cerrar las puertas de los otros equipos, confiado en que ya habíamos arreglado", comentó el jugador, quien esperaba al menos que Camargo Salamanca se hiciera cargo de los gastos de su vivienda; algo que tuvo que pelear.
La diferencia
Y fue en ese punto, en el alquiler de un apartamento para él y su familia, en el que se presentaron las mayores dificultades. Durante 2018 Robayo residió solo en la capital tolimense, con la promesa de que en el año entrante tendría a su esposa e hijo, a quien le buscaría colegio.
"Le pedí un millón y medio (de pesos) para pagar mi apartamento, y ante su negativa bajé a un millón. En eso quedamos", precisó Robayo a esta redacción, consciente que a varios de los jugadores del plantel es el club el que se hace cargo de este canon, con diferentes inmobiliarias.
Pero el otro 'meollo' del asunto se registró cuando pretendieron llegar a un acuerdo en el tema del auxilio de transporte, que paralelo al de vivienda el jugador debe declarar ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), como buen contribuyente.
En síntesis, Robayo disminuyó de forma ostensible su propuesta, pues dejó de percibir cerca de $184 millones (anual) con respecto a su aspiración primaria. Ni así encontró -según él- respeto en la palabra por parte del boyacense, quien al parecer le cambió las cifras justo cuando se disponía a firmar su renovación.
"Cuando fui a firmar cambió el monto de los auxilios y puso otros puntos en el contrat que no podía colocar. Y a cualquiera le da indignación y rabia que un día después de haberle dado la mano al dueño del equipo y llegar a un acuerdo él se la cambie", afirmó Robayo, quien partió para Bogotá.
De hecho, en el último mes de su contrato (diciembre), época de Navidad y de múltiples gastos, recibió solo el 50% de lo pactado, debido a que no recibió salario después del 7 de diciembre, cuando ya se encontraba en periodo de vacaciones. Algo que no sucede en otros clubes, en los que le pagan el sueldo completo pese a que hayan terminado las labores.
Sin contacto
Sin contacto
Desde el 12 de diciembre Robayo no tuvo más comunicación con Camargo. Fiel a su estilo, el exsenador mandó a sus emisarios, para tratar de persuadir al jugador. El último de ellos, el directivo Carlos Zambrano, quien lo sondeó el 29 de diciembre sin éxito, y dos días después, el 31 le prometió intercesión.
Incluso Zambrano le dijo que se presentara el 3 de enero al inicio de la pretemporada, a sabiendas que no tenía vínculo. Posibilidad que rechazó de tajo Robayo, quien no está acostumbrado a este tipo de trato.
Por desgracia no es la primera vez que intentan cambiarle las 'reglas del juego'. De acuerdo con el jugador, una idéntica situación vivió hace un año, antes de unirse al plantel de jugadores, pero por su experiencia en estas lides logró detectar las posibles inconsistencias.
Las ofertas rechazadas
Robayo confesó que prácticamente rechazó tres ofertas de equipos del fútbol colombiano por quedarse en el elenco de la 'Tierra Firme', como es el deseo de la afición. Ellas provenientes de América de Cali, Unión Magdalena y Atlético Huila, todas superiores al monto que le ofreció el equipo de Ibagué.
El primer equipo interesado en sus servicios fue el conjunto americano, por pedido de Fernando 'Pecoso' Castro. Pero Rafael decidió desistir de la propuesta y en su lugar finalmente fue su compañero de escuadra en Tolima, Luis Alejandro Paz, quien firmó sin inconvenientes.
Luego se presentó la oferta desde la 'Bahía de América', por petición del técnico ibaguereño Harold Rivera. Y pese a que le ofrecían un mejor salario y un buen dinero por el préstamo, Robayo también optó por rechazarla. La más reciente fue la 'Opita' que este jueves, por medio de su presidente, Juan Carlos Patarroyo llamó al jugador, quien de forma respetuosa optó por esperar hasta el sábado.
Y no solo eso: Tiene desde en 'Stand by' una multimillonaria propuesta de un club de Asia por sus servicios, a dos años, con la esperanza de que Camargo Salamanca se retracte de su postura y decida firmar lo que inicialmente acordaron. Tan jugosa sería la oportunidad que el jugador quiso compartir ganancias con el club en caso de darse.
"Él (Camargo) se jacta de decir que yo le genero gastos y que voy a cumplir 36 años, cuando ni siquiera sabe mi edad (34). Sé que el negocio de él es la venta de jugadores, por eso le dije que pusiera una cláusula de salida, por si me iba en mitad de año yéndonos bien en la Libertadores", enfatizó.
Y agregó: "No es cierto que me esté aprovechando de él, que le estoy cambiando el contrato y me quiero ganar un 'jurgo' de plata. Dios sabe cómo han sido las cosas, porque si me he quedado callado y esperar es por la gente y el ambiente. Mi esposa ha sido fiel testigo de eso, él me impuso el salario".
Rafael dijo que a esa propuesta le ha dado largas porque su prioridad sigue siendo el 'Vinotinto y Oro'. "Me están presionando para ver si puede salir, pero les he dicho que aún estoy en la negociación", apuntó.
¿Qué lo motiva a aguantar?
La respuesta a dicho interrogante, no tiene duda para Robayo. El cariño que le tomó al club, sumada a la tentación que genera la Copa Conmebol Libertadores, lo tiene aferrado a un último chance. Pero más aún a la posibilidad de disputar el día de su cumpleaños, el 24 de abril, el partido frente a Boca Juniors de Argentina, en el gramado del Murillo Toro.
"Yo soy hincha de Boca, un seguidor de Román Riquelme. Y mi sueño siempre ha sido enfrentar a Boca en la Bombonera. Y preciso salió en el grupo, y jugar con ellos el día de mi cumpleaños. ¿Cómo no voy a querer jugar la Libertadores? Pero antes de eso pesa la dignidad, eso es lo que me ha caracterizado", enfatizó.
El jugador esperará hasta este fin de semana para descartar o concretar, como es su deseo, la opción -remota- de quedarse en la 'Capital Musical'. De no darse es fijo que ofertas no le faltarán, pues fue el jugador con más presencias del Tolima en el año anterior (45 de 48) y el segundo con más minutos: 3.450.
"Siempre he tenido una hoja de vida recta. Y aunque me duela perderme ese partido, créanme que lo primero que quiero es seguir con mi dignidad entera. Eso es lo que ha hecho que en Tunja, Ibagué y en Bogotá, como hinchas de otros equipos, la gente me tenga aprecio", finalizó.
La frase
Mientras yo no lo publique en redes habrá esperanza. Porque si no quisiera seguir o me diera por descartado, ya hubiera hecho la publicación agradeciéndoles por el año 2018.