Entre las jugadoras de la Liga Femenina no ha caído nada bien el silencio de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y la División Mayor del Fútbol Colombiano sobre las controvertidas afirmaciones del presidente y dueño del Deportes Tolima, Gabriel Camargo Salamanca.
Pese a que entidades del Estado como Coldeportes, la Consejería para la Equidad de la Mujer y la Personería del Pueblo, al igual que la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez han exigido un enérgico pronunciamiento de las autoridades del fútbol, este aún no se ha efectuado.
"El problema que hay con las mujeres es que son más tomatragos que los hombres. Pregúnteles a los del Huila cómo están de arrepentidos de haber sacado el título y haber invertido tanta plata al equipo. Y fuera eso, les cuento es un caldo de cultivo de lesbianismo tremendo", dijo el jueves Camargo, ante la rápida indignación del país.
Ni Ramón Jesurún Franco, presidente de la FCF, ni Jorge Enrique Vélez, titular de la Dimayor, han querido salir a los medios a mostrar públicamente su rechazo sobre lo que es para gran parte del país un comportamiento homofóbico y que estigmatizaría aun más un certamen busca patrocinios para 2019.
Como tampoco se ha visto ningún comunicado en los canales oficiales de estos dos entes, contrario a otras temáticas relacionadas con el fútbol profesional que sí han tenido una respuesta casi que inmediata por parte de la dirigencia.
De hecho, el único dirigente de los clubes que hacen parte de la Dimayor que manifestó abiertamente su repudio ante las declaraciones de Camargo fue el de Alianza Petrolera, Carlos Orlando Ferreira, quien las consideró infortunadas desde todo punto de vista.
"Presidente Camargo: Vergonzosa una declaración de ese talante, en el fútbol también merecen respeto y admiración nuestras mujeres, independientemente de su condición sexual. Apoyo total jugadoras apasionadas por el balompié y responsables con su trabajo", publicó Ferreira en su cuenta de Twitter.
¿Cuál será la razón que ha motivado a Jesurún y a Vélez a no pronunciarse? Lo cierto es que en redes sociales se escuchan los mismos interrogantes de quienes esperan una postura ejemplar de los que conducen este popular deporte.
En contexto
El artículo 72 del Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), en su parágrafo 4, contempla duras sanciones económicas y de suspensión en el ejercicio de sus funciones a todos aquellos que atenten contra el buen nombre del rentado profesional.
Que sería el caso de Camargo Salamanca, quien estaría expuesto a una multa de 22 a 44 salarios mínimos mensuales legales vigentes y la prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol de tres a seis meses.
Y no solo eso: La 'Ley Antidiscriminación' (Ley 1482 de 2011) estipula que por sus aseveraciones el boyacense podría ser sancionado con una pena de 12 a 36 meses de cárcel y una multa de 10 a 15 salarios mínimos legales mensuales.