Por: Mario Alejandro Rodríguez
Dicen que todo lo que se hace mal se paga, tarde que temprano. Eso parece haberle sucedido al defensor central del Once Caldas, Diego Peralta, quien este domingo vivió -quizá- una de sus peores noches como jugador profesional.
El cucuteño fue, sin lugar a dudas, uno de los principales responsables de la eliminación del cuadro 'Albo' de la Liga Águila 1 2018 frente al Deportes Tolima, que le cobró varias 'cuentas' pendientes en el Murillo Toro.
Primero estuvo incriminado en el primer tanto, convertido a los 39' por Ómar Albornoz. El jugador no fue capaz de despejar el centro que venía desde la derecha por Sebastián Villa y se la dejó servida al cartagenero, quien cayéndose la mandó a guardar.
Segundo, a los 70', no pudo cerrarle el ángulo de tiro al venezolano Yohandry Orozco, quien pateó a placer en el área chica y superó sin problemas al golero José Fernando Cuadrado, en su primera conquista en el fútbol colombiano.
Y luego fue el autor del tercer tanto de la noche (83'), que además representó el gol 1.000 en torneos cortos para los 'Pijaos'. Diego, ante la presión de Ángelo Rodríguez, no despejó: Al contrario, cayó de nuevo en el buscapiés de Villa y la embocó en su propia puerta.
¡Karma!
Peralta es el mismo que, aquel 11 de diciembre de 2016 en el 'Coloso de la 37', simuló un penal inexistente para el Atlético Bucaramanga, en la semifinal (Vuelta) de la Liga 2 ante los 'Pijaos'. Esa ejecución por poco le cuesta el semestre al equipo local.
Por fortuna, el experimentado jugador erró el cobro que tuvo en la definición del finalista desde el punto blanco, en una serie que bien podía haberse definido en el tiempo reglamentario de no ser por su viveza.
A su vez, Peralta es el mismo que, teniendo todo acordado de palabra para ser refuerzo de la 'tribu' en el primer semestre de 2018, según lo manifestó el presidente Gabriel Camargo, prefirió irse para Manizales y fichar con el Once. Eso no cayó muy bien en Ibagué.
"Es un faltón, un vergajo que jugó con nosotros. Quería que le anticipara la plata y seguramente jugar con nosotros, porque el negocio quedó requete cerrado (Sic)", indicó el exsenador en su momento. Y a juzgar por el hecho con justa razón.
Pues bien, Diego comenzó a 'pagar' sus culpas con creces. Y si alguna vez estuvo cerca de los 'Musicales', ahora está tan lejos como irse de Ibagué a la frontera de rodillas.