Foto: Jorge A Cuéllar
Deportes Tolima y Alberto Gamero se han convertido en una especie de 'matrimonio' que, sin importar las crisis por las que atraviesa, siempre sale avante. Y este domingo quedó demostrado una vez más, con la clasificación a la semifinal de la Liga Águila 1 2018.
De su mano el 'Vinotinto y Oro' logró de manera cómoda -si se puede calificar así- su tiquete, ante un frágil Once Caldas, que no fue ni la sombra de el de hace una semana en el estadio Palogrande de Manizales.
Y con ello completó su sexta presencia en esta instancia, en siete torneos en los que ha dirigido al equipo. Todo un récord para un hombre que ha tocado el cielo con las manos, como en el título de la Copa Colombia 2014, pero también ha sido duramente criticado por la conformación de sus planteles.
En efecto, el timonel de los 'Pijaos' logró clasificarse anteriormente a los cuadrangulares semifinales de la Liga 2 2014, en su estreno en Ibagué; y posteriormente a las llaves de semifinal de las Ligas 1 y 2 de 2015, 2 2016 y 2 2017.
No obstante, el reto del samario está en dar el paso definitivo, pues de las cinco series solo pudo ganar una: La de la Liga 2 2016, cuando superó en dicha fase al Atlético Bucaramanga y midió fuerzas con Independiente Santa Fe.
A su favor está que de los últimos 11 partidos por la Liga su divisa solo perdió uno, que volvió al gol tras 354 minutos de sequía en el torneo y que cuenta con una nómina más 'robusta' en nombres respecto -por ejemplo- a la del semestre anterior.
También que sigue siendo Tolima el mejor visitante del campeonato, con solo dos reveses en 10 cotejos, y que como local su producción ha mejorado, pues desde hace casi dos meses no cae en su patio, con solo dos empates cosechados.
¿Logrará el paso a la máxima instancia? Todo será ganancia para el adiestrador, quien fruto de ese buen presente con los de Ibagué está en la 'carpeta' de uno de los clubes históricos del país: Santa Fe, el que fuera su más grande verdugo en los últimos años.