Dispuesta a escribir la página más gloriosa en su carrera deportiva, la karateca ibaguereña Stéfanny Medina Arbeláez se prepara para lo que será su participación en los Juegos Deportivos Bolivarianos, que se efectuarán en Santa Marta (Magdalena).
Medina ha tenido un 2017 fructífero, con un oro nacional, una presea de plata en el pasado Campeonato Panamericano de Curazao, en Mayo, y dos bronces en el Sudamericano de Mayores efectuado en julio, en Bolivia.
Sin embargo, ahora la meta está puesta en llevarse un nuevo metal en la categoría de los 61 kilogramos Kumite (Combate), pese a que tendrá rivales de peso de países como venezuela, Chile, Ecuador, Perú, Guatemala, Panamá y República Dominicana.
"Este torneo para mi categoría es de mucho nivel, con competidoras entre las 10 mejores del mundo. Genera mucha expectativa y qué mejor que todo el esfuerzo se pueda ver materializado en una medalla", indicó Medina.
La competencia
La tolimense estará en acción del 20 al 23 de noviembre, pero desde este viernes estará en la 'Bahía de América', en la recta final de la preparación a las justas bolivarianas.
"Duraremos en concentración 10 días antes. Me encuentro muy positiva, pues este ha sido un gran año. Los logros tanto a nivel nacional como en el Panamericano y Sudamericano han sido determinantes, aunque aún tengo mucho por hacer", agregó la deportista.
Y es que la participación de Medina en los Bolivarianos es histórica para el Karate tolimense, pues nunca antes había tenido representantes en este evento del ciclo olímpico.
"Este cupo es un sueño hecho realidad. El solo hecho de estar en estos juegos es una victoria completa y realmente tengo en la cabeza dar mi mejor esfuerzo, el 100% en cada combate", expresó.
El sueño máximo: Poder aspirar a un cupo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. "Estamos empezando, es mi anhelo y sé que tengo con que alcanzarlo", manifestó.
Trabajo duro
La clave de Medina para obtener estos buenos resultados ha sido la disciplina con la que afronta cada compromiso, no solo desde el punto de vista físico sino también mental, pues está demostrado que un porcentaje amplio de los combates se ganan con cabeza fría.
"Estoy consagrada en mi proceso, dedicada en ese sentido y no dejo nada al azar. He trabajado mucho la parte mental y sé que eso es crucial. Además está la motivación de ser locales y el buen ambiente en la selección", enfatizó.
Y parte de esa motivación también está en el hogar, pues Stéfanny es entrenada por su esposo, Juan David Gómez, quien ha sido testigo directo de la evolución de la karateca en este año.
"Él se ha dedicado completamente a mi proceso y para mí es magnfíco", resaltó la deportista, quien además es comunicadora social egresada de la Universidad del Tolima.
Atrás quedaron las múltiples lesiones, que en el pasado intentaron frustrar sus sueños. Con plenitud corporal, la ibaguereña quiere darle una gran satisfacción a sus coterráneos.