Por: Mario Alejandro Rodríguez
Pasan los años y el gran problema a la hora de ver al Deportes Tolima en instancias definitivas, sigue siendo el mismo: La mala logística implementada por el club y la Policía Metropolitana, cuando se trata de partidos ante los llamados 'grandes'.
Este domingo, en el triunfo (1-0) ante Atlético Nacional, por los cuartos de final (Ida) de la Liga Águila 2 2017, fueron muchos los lunares que retrasaron el ingreso de los aficionados en diferentes puntos y dejaron en entredicho la labor de la fuerza policial y el personal contratado por el 'Vinotinto y Oro'.
Pero quizá el más grave fue el que tuvo lugar en la Lateral Sur, en donde solo se habilitaron tres puntos de acceso, con exhaustivas requisas y exigencias de documentos de identidad que lo que hicieron fue demorar aún más el ingreso de espectadores a dicha localidad.
Filas que parecían interminables fueron la constante en este sector, en donde los aficionados -por lo general- son constantemente maltratados solo por el hecho de entrar a la misma tribuna de la barra Revolución Vinotinto Sur.
Eso hizo que durante el transcurso del primer tiempo se viera cómo ingresaban aficionados a la popular, los cuales pagaron un valor 123,7% más alto del más reciente cotejo como local, por un espectáculo de 90 minutos que no disfrutaron en su totalidad y un trato más decente.
Lo peor es que pese a los 'rigurosos' controles de seguridad se registró una riña que dejó a una mujer herida con arma blanca en uno de sus brazos, en un bochornoso espectáculo protagonizado por el que sería su pareja sentimental. De no ser por la propia logística de la 'Revo', el caso hubiera terminado en tragedia.
No se entiende, entonces, cómo si se prohíbe hasta el ingreso de monedas a esta localidad -Al menos en la teoría- se presentan estos hechos que atentan contra la integridad física de los demás espectadores y hacen que se alejen del escenario.
Ni qué hablar de la salida acabado el partido, pues es bien sabido que en la Sur se vive una auténtica tortura debido a que no abren las puertas necesarias para una evacuación sin tumultos. A Dios gracias el ganador fue el onceno 'Musical'.
¿Visitantes? ¿Dónde?
Del mismo modo, un hecho no menor se dio en la Lateral Nororiental, entre otras cosas advertido por esta redacción, cuando se conoció que los aficionados del cuadro 'Verdolaga' no podían llevar ningún distintivo de su equipo.
Al menos 100 personas fueron trasladadas de esta tribuna (Considerada familiar) a la Noroccidental, cuando se insinuó por parte de la jefatura de prensa del Deportes Tolima que serían sacados del 'Coloso de la 37'.
Esta sin duda fue una estrategia muy bien pensada por los foráneos que no aceptaron los precios establecidos por el dueño de casa y le hicieron vulgar 'conejo' a Gabriel Camargo Salamanca y su divisa.
¿Por qué? Simple. Solo pagaron $21.700 por entrada, cuando lo lógico era que debían comprar una localidad que estaba en $63.600; es decir casi tres veces su valor.
Así pasaron hinchas del #AtléticoNacional de la tribuna Nororiental, en la que pagaron solo $21.700 a Noroccidental, que costaba $63.000. Los infiltrados dejaron sin boleta a los hinchas locales. ¿Opiniones? pic.twitter.com/cSikApV23F— Rincón del Vinotinto (@rinconvinotinto) 27 de noviembre de 2017
Y eso que entre 300 y 500 personas más no alcanzaron a entrar a este sector tras ser identificados como infiltrados por hinchas locales, quienes ante la incapacidad de la Policía organizaron brigadas para tratar de garantizar el orden en su zona.
Lo menos malo
Cabe destacar que esta vez sí se cumplió sin problemas con el ingreso gratuito de menores entre 5 y 16 años, acompañados de un adulto con boleta, pese a que el club no informó a sus hinchas sobre este beneficio en sus canales oficiales.
A su vez, en Oriental, el acceso de hinchas no fue tan traumático, entre otras cosas porque fue una de las tribunas que no se llenó, junto con Occidental Numerada y Occidental General.
El flujo en las puertas fue bueno. Tanto así que faltando media hora para el pitazo inicial eran pocos los que se encontraban aún en filas, quizá por el aumento desproporcionado de la boleta: de $16.000 a $53.000.
Sin embargo, hay que hacer una acotación a la forma en que efectivos de la Policía se refieren a los ciudadanos, con lenguaje soez que lo único que logra es aburrir al espectador e intimidarlo; cuando lo correcto debe ser un trato cordial.
Del mismo modo, hay que enfatizar en la poca información que se le entrega al personal contratado por la institución deportiva, que no tiene claro qué elementos son permitidos y además llegaron tarde al cumplimiento de su labor.
Sería bueno preguntarle al oficial de seguridad del 'Vinotinto y Oro', Carl Robert Bernoske, por qué no se divulga la minuta de la reunión de la Comisión Local para la Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol, en el que están dispuestas todos los permisos y restricciones.