Rigoberto, el perseverante. El espontáneo y amigo. El sincero. El mismo que supo sacarle una sonrisa al cansancio, le plantó cara a todos aquellos que se atrevieron a siquiera insinuar que ya no era parte del ciclismo de élite. Y este domingo -a punta de güevas- se ganó un lugar en la historia del Tour de Francia, con un podio que no tiene otro sabor diferente a gloria.
A sus 30 años, Urán logró un digno segundo lugar en la más grande entre las grandes. El hijo más ilustre de Urrao, un municipio del suroeste antioqueño sacudido por la violencia, dijo presente cuando pocos los tenían en sus cuentas y en los Campos Elíseos de París dejó en alto el tricolor patrio, como en 1988 lo hizo Fabio Parra, y en 2013, 2015 y 2016 Nairo Quintana.
'Rigo' culminó con éxito los 3.540 kilómetros de recorrido. Retó a la suerte, porque en más de una ocasión estuvo a punto de irse de cara contra el pavimento. Y se dio el lujo, incluso, de adjudicase la etapa reina de esta competencia con una bicicleta sin cambios, en una definición infartante que se definió a su favor en el fotofinish.
Fue el 9 de julio, en el difícil trazado entre Nantua y Chambéry (181,5 kilómetros) cuando logró llevarse el protagonismo que estaba destinado a Quintana, el gran favorito para darle pelea al británico Chris Froome, pero que esta vez no tuvo fortuna.
A partir de ahí, su nombre cobró fuerza. Los medios nacionales y extranjeros comenzaron a seguirle la pista a cada uno de sus pedalazos. Y el miércoles 19, en otra memorable actuación, el 'Mijito' -el corredor de la gente- logró meterse de una vez por todas al 'Top-3'.
Urán se codeó con los locales Barguil y Bardet, al cual le arrebató en la penúltima jornada el segundo lugar. También libró duros duelos con el italiano Aru y el español Landa.
Y puso en alerta a Froome, a quien conocía de vieja data, pues fue su escudero y rival, durante tres años. De por sí el colombiano ya era un ganador, pues ponerse en consideración del hombre que vistió el 'Mailot Amarillo' en tres de sus últimas cuatro participaciones, y que después de tres semanas él solo pudiera sacarle 54 segundos, tiene todo el mérito.
'Rigo' alargó la buena racha del ciclismo nacional, la misma que inició en mayo 2016 con otro coloso, como Esteban Chaves. Ya son cinco podios entre el Tour, el Giro de Italia y la Vuelta a España, algo que en los años 70 era una toda fantasía, en los 80 un duro reto aún inalcanzable y en los 90 y 2000 una tarea pendiente lejos de cumplirse.
"Cualquier ciclista soñaría con estar en el podio del Tour de Francia", dijo Urán. Pues bien, ese sueño ya es una realidad, tras cuatro presencias en la 'Grande Boucle'.