El arquero santandereano Luis Enrique Delgado decidió sacarse la frustración de no ser el arquero titular del Deportes Tolima ante los micrófonos, de la misma forma en que lo hizo en octubre del año pasado su compañero de equipo, el paraguayo Joel Alberto Silva.
El guardameta, en extenso, dio las razones del porqué no quiere quedarse en la 'tribu' para el segundo semestre del año, aunque -a juzgar por sus palabras- todo apunta hacia el 'guaraní', con quien es bien sabido nunca tuvo una buena relación.
Lo adelantó en la previa del juego por la sexta fecha del Grupo H de la Copa Águila 2017. Y lo ratificó luego del mismo, cuando en diálogo con el periodista Óscar Javier González manifestó que en el 'Vinotinto y Oro' no hay una competencia sana por el puesto. Incluso dejó en el aire señalamientos graves, como que la decisión pasa por motivos muy ajenos a los deportivos.
De entrada trató de bajarle la temperatura a sus anteriores declaraciones, dadas a Los Dueños del Balón de RCN, asegurando que su partida es una "decisión personal" que tomó con su familia. Pero a medida que avanzó la entrevista, Delgado fue aún más directo y dijo más cosas.
"Son cuestiones que de pronto en la ciudad ya conocen y manejan. Desde que llegué a Ibagué vine con toda la ilusión y la idea de aportarle al equipo. De poder entregar lo mejor.
"Desafortunadamente en este semestre somos uno de los equipos más goleados del torneo. Pedí mi oportunidad y creo que estaba en mi derecho de, con todo respeto, esperar esa posibilidad que nunca la tuve", indicó.
Delgado confesó que antes de la fecha 10 de la Liga Águila 1 2017, cuando los tolimenses midieron fuerzas ante Atlético Huila, habló con el técnico argentino Óscar Héctor Quintabani sobre la posibilidad de actuar con el primer equipo. Pero según su versión recibió un no como respuesta. Prueba de ello podría ser su suplencia en dicho cotejo y los demás del torneo.
"Hablé con el profe (Quintabani) y nunca se me dio. Hacía las cosas bien durante la semana y en los partidos de Copa que jugué me había ido muy bien, independientemente del resultado. Pero nunca se presentó la oportunidad de jugar.
"Al pasar las fechas y no ver la oportunidad quizá son otras cosas las que se manejan y eso es lo que ensucia un poco el deseo de hacer un buen trabajo", añadió.
La relación con Gamero
Si hubo un hecho que marcó de forma negativa su estadía en Ibagué, fue el que protagonizó el pasado 27 de octubre.
En la práctica de fútbol que efectuó el técnico Alberto Miguel Gamero en el estadio Murillo Toro, previo al choque ante Deportivo Pasto, Silva recibió la oportunidad de ser el arquero titular luego de recuperarse de una lesión de espalda. La molestia fue evidente en Delgado, quien en el transcurso de la sesión explotó.
Pero según se infiere de lo dicho por el guardameta, esta reacción fue fruto de una vinculación que no empezó bien. Recordó cómo fueron esos primeros días en el 'Vinotinto y Oro', luchando por un lugar que -según él- de entrada le fue negado.
"Cuando llegué al Deportes Tolima (2016) en ningún momento el cuerpo técnico (Alberto Gamero) se me acercó a hablar conmigo, respecto a lo que quería, que era lo normal. Pero bueno, seguí trabajando, apoyando al grupo.
"No se me dio la oportunidad, ni en Copa ni en Liga ni en Sudamericana (...) En su momento el profe (Gamero) tenía sus razones, no tenía en mi mente nada malo", tiró.
Solo el percance médico sufrido por Silva el 10 de septiembre, en la antesala del juego ante Envigado, lo llevó -más por necesidad que por convicción- al arco 'musical'. Tuvo buenas presentaciones, pero su felicidad apenas le duró ocho cotejos.
"Cuando se me dio la posibilidad de jugar hice muy buenos partidos. Pero de un momento a otro mi compañero de posición terminó actuando nuevamente.
"Tuve un altercado con el profe Gamero, pero no fue porque me sacara de la titular, sino por otras situaciones que se manejaban internamente y en lo personal no creía que fueran a pasar, pero pasaban. Situaciones desleales para el grupo", refirió.
De la ilusión con 'Goyo' a la frustración con Quintabani
De acuerdo con el santandereano, el técnico uruguayo Gregorio Pérez -a diferencia de Gamero- lo tenía en sus planes. De hecho lo tuvo como arquero titular en algunos partidos de la pretemporada, hecho que lo ilusionó con un nuevo arranque con la tribu. Pero todo cambió.
"Con Gregorio (Pérez) estaba bien. Empecé la pretemporada de titular, pero tuve una situación familiar y me hice al lado. Tristemente el profesor, que me tenía en buen concepto, se fue", acotó.
Y complementó: "Infortunadamente llegó uno nuevo (Quintabani), no vi chance y esa es una de las razones por las que decidí que lo mejor era alejarme, por el bien personal y del grupo, donde sí se valore mi trabajo".
Insistió que su deseo era cosechar triunfos con el equipo. "Pero al pasar compromisos uno se da cuenta de circunstancias que enlodan esto. No pasa por lo deportivo, porque se trabaja bien, se tiene la opción de actuar. Uno entiende cuando el compañero está jugando bien, pero en sí el grupo ha jugado mal", puntualizó.
El sinsabor
Cuando le indagaron sobre cuáles eran esas causas extradeportivas que lo habían alejado del arco 'musical', Delgado prefirió no dar mayores detalles sobre el tema y se centró en el sinsabor que le causó el ser el segundo arquero de la divisa de la 'Tierra Firme'.
"No soy la persona autorizada para hacerlo. Como dije hace unos días: Tiene que haber una competencia sana, no una conveniencia y lo que veo es lo contrario. Eso es lo que me entristece un poco, el querer venir con un deseo, la motivación de darle una alegría a la gente y no pasó nada", manifestó el golero de 36 años.
Y por último dejó en claro que está a gusto en Ibagué, por lo que irse del 'Vinotinto' sin duda es una decisión que le causará cierto dolor.
"Estoy muy feliz en la ciudad, pero el jugador vive del momento y necesito tener la posibilidad de actuar, tengo las capacidades y me siento con la condición de dar lo mejor para un equipo. Pero un arquero necesita continuidad y no la veo", finalizó.
Fotos: El Rincón del Vinotinto y Jorge Cuéllar
Fotos: El Rincón del Vinotinto y Jorge Cuéllar