Por: Mario Alejandro Rodríguez
Ni en la peor versión de Alberto Miguel Gamero. Ni siquiera con el tan criticado Carlos César Castro, Deportes Tolima se quedó eliminado de la Copa Águila en la primera fase. Pero pasó con un estratega que llegaba más por su pasado que por su presente: Óscar Héctor Quintabani.
El cuadro de la 'Tierra Firme' se quedó este miércoles afuera del evento que reúne a los equipos de Primera y Segunda División, pese al 3-2 a favor ante Deportivo Pereira, que lo dejó con 10 puntos de 18 jugados y +2 de gol diferencia: A un tanto de rogar por el 'milagro'.
Después de ocho años, el fracaso en esta etapa volvió a ser la cruda realidad de un plantel que no tuvo ni pies ni cabeza en la competición, como tampoco los tuvo en la Liga Águila 1 2017.
La última vez en que los de Ibagué habían tenido fracaso semejante en la Copa fue en 2009, cuando el entonces equipo orientado por Hernán Torres Oliveros apenas sumó cinco puntos de 30 posibles, siendo colero del Grupo H. También, recordemos, quedó eliminado en la fase 1 en 2008, con 17 unidades de 30 jugadas.
A partir de 2010 Tolima siempre avanzó -como mínimo- a los octavos de final. De hecho en 2012, 2013 y 2015 llegó hasta cuartos de final; mientras que en 2014 fue campeón del torneo de la mano Gamero, en aquella recordada final en Bogotá ante Santa Fe.
Por su parte, en el primer semestre del año anterior (2016), cuando Gamero estuvo a punto de irse por malos resultados en la Liga, Tolima avanzó como uno de los mejores segundos con 11 unidades y luego hizo una espectacular campaña que lo llevó a la semifinal.
Solo Junior, en una emocionante definición por penales en Barranquilla, truncó el sueño de una nueva final para los 'Musicales' tras dos años.
Solo Junior, en una emocionante definición por penales en Barranquilla, truncó el sueño de una nueva final para los 'Musicales' tras dos años.
Incluso Castro en 2013 pudo salvarse de la debacle que representa quedarse en la primera ronda y alcanzó a poner al equipo en 'octavos' como el cuarto mejor tercero (La más remota posibilidad de clasificación), con 15 unidades de 30 posibles.
Por estos motivos, el no lograr el objetivo primario de estar entre los 16 mejores clubes del campeonato es entendido como un hecho vergonzoso para un plantel -que en el papel- era más que el Atlético Huila; Elenco que por el Grupo H clasificó a la siguiente fase, como líder con 12 unidades.
Parece ser que los tiempos en que la Copa se miraba por encima del hombro volvieron. Y no deja de ser lamentable toda vez que el premio a quien la gane es -nada menos- que el cupo a la prestigiosa Copa Libertadores de América.