El Cañonero del Aguán, como el río que cruza por su natal Trujillo. El Demonio, o simplemente -en honor a su nombre- Eddiegol. El atacante hondureño Eddie Gabriel Hernández, ya llegó a Ibagué para hacer lo mejor le sale: Marcar goles.
El reciente campeón y goleador de la Copa Centroamericana, se unió a su nuevo club este jueves. Eso sí, como era de esperarse, no pasó desapercibido. Quienes no lo conocen dirán que es un basquetbolista, pues mide 1,95 metros.
"Estoy muy contento de estar acá, de participar en este proyecto llamado Deportes Tolima. Ayer (Miércoles) llegamos casi a las 11, un poco cansado por el viaje, pero gracias a Dios ya estamos acá", expresó.
Pijao por gestión del entrenador santandereano Jorge Luis Pinto, su 'míster' en la Selección, Hernández llegó a un club del cual no conocía nada, pero con el que se ha ido familiarizando poco a poco, gracias a referencias del propio Jorge Luis, el preparador físico Gilberto Arenas -ex Pijao- y también, por qué no decirlo, 'googleando'.
"Antes de venir, mentiría: no conocía nada. Pero una vez se dio la oportunidad de poder venir para acá pues nos informamos un poco de la ciudad, por medio de Internet. Y en la selección de Honduras tengo al profe Pinto, y al profe Arenas, que vivió mucho tiempo acá en Ibagué y me informó mucho de la ciudad", expresó Hernández.
Sobre cómo fueron esos diálogos para que se diera su vinculación al cuadro de la 'Tierra Firme', Hernández indicó que el principal motivo para probar suerte en el fútbol colombiano fue, en cierto modo, su cercanía a Honduras; en comparación con su antigua divisa, el Qingdao Jonoon de China.
"Gracias al profe Pinto se dio mi llegada. Él se comunicó con don Gabriel (Camargo, presidente del club), ya que tienen muy buena relación y buscó la opción de estar cerca de la selección y del país. Antes estuve jugando en China y a la hora de viajar era muy complicado por el horario, con casi un día de vuelo y tres días de adaptación", recordó.
De entrada, dejó claro que no es de aquellos hombre que se ponen topes mínimos de anotaciones. Más que miedo a alcanzar la cifra propuesta, lo que ve en ella es como un limitante para no ser mejor que lo pactado.
"De mi parte lo primero que puedo decir es que van a tener mi esfuerzo, mi entrega, dentro de la cancha y sobretodo, los goles, que esperamos sean muchos. Nunca me ha gusta ponerme metas, porque eso es limitarse. Esperemos de que sean muchos para el equipo", añadió.
Eddie se describe como un jugador fuerte, con buena técnica, velocidad, precisión en el área contraria. Pero prefiere que sus actuaciones hablen por él: "No me voy a halagar mucho, durante el torneo me podrán observar y espero que en el campo puedan sacar sus propias conclusiones", refirió.
El ariete, de 25 años, estará -inicialmente por un año a préstamo, con opción de compra, gracias a la negociación hecha por la dirigencia 'Vinotinto y Oro' con el Motagua de Honduras, dueño de sus derechos deportivos.
Foto: Hélmer Parra - El Nuevo Día