Por: Mario Alejandro Rodríguez
Si hay un comunicador social con voz autorizada para hablar del fútbol femenino en Colombia, y en especial el de la 'Tierra Firme', ese es José Alberto Ortiz Romero, el tolimense quien desde hace 10 años cubre el acontecer deportivo en el Valle del Cauca.
Ortiz, quien está casado con quien fuera arquera de la Selección en diferentes eventos continentales, Yineth Varón, y director del portal futbolfemeninocolombiano.com, habló con El Rincón del Vinotinto sobre la decisión del Deportes Tolima de no participar en la Liga Femenina 2017.
En primer lugar, el periodista ve como un hecho negativo que el 'Vinotinto y Oro' haya optado por no participar en un momento histórico para el balompié criollo. Aunque cree que las serias diferencias del 'G8', grupo del que hace parte la escuadra Pijao, y la Dimayor, jugaron un papel predominante en esta postura.
"Considero lamentable que no se participe en este momento histórico. Este es el comienzo de una nueva era y hubiera sido muy importante hacer parte de esos hechos, que marcan un antes y un después.
"Pero igualmente entiendo el compromiso de los integrantes del G8, que reclaman de la Dimayor un mejor trato en lo económico y garantías de transparencia, en el manejo de los recursos que origina el fútbol colombiano. América de Cali fue la excepción, porque ya había adelantado terreno en la conformación de su división femenina", indicó Ortiz.
No obstante, considera que también hay otras razones, más que todo del índole deportivo, que llevaron al presidente del club, Gabriel Camargo Salamanca, a tomar la decisión.
"Entiendo la posición, en el sentido de no poseer un equipo en la rama femenina que permita ser protagonista de primer orden. Pero la improvisación que significa montar ahora un equipo de mujeres en el Tolima no llevaría a una buena presentación", añadió.
Por eso aprovechó la ocasión para comenzar a diseñar un plan que le permita a la divisa 'musical' competir con todas las de ley a partir de 2018; toda vez que si quiere competir en los eventos masculinos internacionales de 2019, en caso de lograr cupo a alguno de ellos, es obligatorio tener activo una escuadra femenina.
"Hay que empezar, desde ya, una veeduría con base en un club aficionado en Ibagué. Por ejemplo Estudiantes, de los hermanos Agudelo Hernández, que ha sido cantera del fútbol jugado por mujeres en territorio Pijao y en Colombia. No hay que perder el tiempo para desarrollar el proyecto de cara a 2019", puntualizó.
Crítico
El pasado 20 de octubre, en el lanzamiento de la Liga Femenina en Cartagena, Ortiz Romero criticó que en este evento no se la haya hecho un reconocimiento justo a los hombres y mujeres que han hecho un trabajo serio en esta materia.
"Para nada se mencionó o se invitó a las mujeres realmente pioneras. No tienen ni la más mínima idea de lo que hicieron -desde la década de los 70 y 80 - y siguen haciendo mujeres como Amparo Maldonado, María Clara Naranjo e Ivanova Huertas en el Valle del Cauca.
"Margarita Martínez o Liliana Zapata en Antioquia; Myriam Guerrero, en Bogotá; Julieta Castro, en Risaralda o entrenadores como John Agudelo Hernández en el Tolima y Josías Ramírez Duran, en el Quindío. Lo mismo que Pedro Rodríguez y Ricardo Rozo en Bogotá", expresó el comunicador en su perfil de Facebook.
"Se remitieron a Yoreli Rincón y Nicole Regnier, con quien tengo una buena relación y las admiro, como si el ayer, hoy y el mañana del fútbol femenino colombiano solo fueran ellas", acotó.
Por ello espera que el día que inicie la Liga, "Se rinda un homenaje a estas mujeres y hombres que han construido silenciosamente la verdadera historia del fútbol femenino en nuestro país".
Foto: Suministrada e Imdri