Por: Mario Alejandro Rodríguez
Tantas cosas han cambiado desde aquel domingo 5 de abril, cuando Deportes Tolima se despidió de forma momentánea de su casa, precisamente ante el rival que tendrá al frente este sábado (5:30 p.m.), por los cuartos de final (vuelta) de la Liga Águila 2 2015: Once Caldas.
El 'Vinotinto y Oro' encontrará un escenario completamente diferente en su interior, pese a que en los alrededores fue poco lo que se remodeló y es un tema que aún está pendiente.
Gracias a la inversión de casi $15 mil millones se sembró un nuevo gramado, con sistema de riego incluido, se refaccionaron las cuatro tribunas, se instaló silletería en dos de ellas (oriental y occidental) y se mejoró la iluminación, además de la adecuación de camerinos, el nuevo túnel FIFA y las cabinas de prensa.
Si bien estas obras se hicieron en la antesala de los vigésimos Juegos Deportivos Nacionales y cuartos Paranacionales, el principal beneficiado será el equipo de la 'Tierra Firme'. Cabe destacar que los recursos para tal fin provinieron de la Administración Municipal, en conjunto con Coldeportes y la Gobernación del Tolima.
Más comodidad
En las tribunas, el aforo tuvo algunas variaciones en dos de sus sectores. Para la localidad de occidental, la capacidad era de 4.760 personas; 860 en numerada (con sillas) y 3.900 en general. Ahora el cupo será para 4.984 asistentes, aunque todos con posibilidad de ubicarse en cómodas sillas.
Si bien es cierto que con silletería el cupo disminuye, lo cierto es que la reconstrucción de gran parte de esta tribuna -entre otras cosas por el túnel FIFA por donde saldrán los equipos a la cancha- parece haber dado más espacio a esta zona.
Por su parte, en oriental, el cambio fue drástico. De 8.400 aficionados de capacidad, se pasó a 6.995, con la misma característica que en occidental: Todos con su lugar claramente definido, gracias a las butacas con los colores de Ibagué colocadas en esta localidad.
En las únicas dos tribunas que el aforo no cambió en absoluto fueron en sur, donde hay capacidad para 8.200 asistentes (sin sillas) y en norte, donde pueden ingresar un total de 8.000 personas. Cabe acotar que en estas localidades no hubo instalación de sillas, aunque estaba previsto en primera instancia.
En síntesis, la nueva capacidad del Murillo Toro es de 28.179 espectadores, en contraste con los 29.060 que estaban avalados por la resolución 178 del 16 de septiembre de 2011, para los partidos como local del Deportes Tolima.
No obstante, hay que tener en cuenta que más allá de estas refacciones la administración local decidió retirar el enmallado de todas las tribunas, como lo hicieran desde hace ya cuatro años plazas como Bogotá, Medellín, Pereira, Cali y Cartagena, entre otras. Estéticamente es un punto a favor, que mejorará la visibilidad.
Para el presidente del club, Gabriel Camargo, sin duda es una ventaja contar con estos cambios en las graderías, ya que muchos de los que no volvieron al escenario por el sinfín de incomodidades vividas ya no tendrán excusa.
Aunque, por otro lado, también un reto, toda vez que sin mallas de protección deberá redoblar esfuerzos en la contratación de personal de logística y efectivos policiales, para evitar cualquier alteración del orden público.
Aunque, por otro lado, también un reto, toda vez que sin mallas de protección deberá redoblar esfuerzos en la contratación de personal de logística y efectivos policiales, para evitar cualquier alteración del orden público.
Con todo y ello, la cultura ciudadana jugará un papel preponderante en este sentido, tanto en la conservación de las butacas instaladas y la 'mano' de pintura que recibieron las graderías, como en el buen comportamiento durante los partidos que dispute el onceno Pijao.
No está de más decir que la División Mayor del Fútbol Colombiano ha sido contundente ante las expresiones violentas y lo último que se quiere es perjudicar al club con una posible sanción.
Más amplio
Pero así como en las graderías, las medidas del césped también fueron modificadas, pero para hacerlo más grande.
Hasta abril pasado el campo tenía 62 metros de ancho por 90 metros de largo. Ahora el terreno de juego mide 70 metros de ancho por 105 metros de largo, dos metros más que la del estadio El Campín de Bogotá, que es de 68 por 105.
Sin embargo, son menores que las del estadio Metropolitano de Barranquilla, que son de 110 por 75 metros; recortadas a lo ancho dos metros por José Pékerman, DT de la Selección Colombia, en la eliminatoria.
Cabe destacar que las medidas mínimas para un torneo local, estipuladas por la FIFA, son de mínimo 45 metros de ancho y de 90 metros de largo y de máximo 90 metros de ancho y 120 de largo. Por su parte, para encuentros internacionales son: mínimo 64 metros de ancho y de 100 metros de largo y de máximo 75 metros de ancho y 110 de largo.
El técnico Alberto Miguel Gamero y sus dirigidos se encontrarán con un terreno para ellos desconocido, al que podrían acceder solo una vez antes de la competencia. Por ello será normal que en un principio les cueste adaptarse, pero cuando lo hagan sin duda las ventajas para su juego serán múltiples.
Recordemos que por lo general el estilo de juego del profe se desarrolla por las bandas, con la constante salida -al menos en teoría de sus dos laterales (Didier Delgado por derecha y Danovis Banguero -u Ómar Albornoz- por la izquierda), con el apoyo de hombres en armado como Andrés Ibargüen, Jonathan Estrada o Matheus Uribe.
Eso sí, quienes tendrían mayor trabajo en el habitual 4-2-3-1 serían los volantes de recuperación, en la actualidad Wílmar Barrios y Avimiled Rivas, quienes deberían hacer recorridos un poco más largos para cumplir con su misión.
Fotos: El Rincón del Vinotinto y Coldeportes
Es oficial: DEPORTES TOLIMA retorna a su casa, el Manuel Murillo Toro https://t.co/QhCvYY8Moc
— Rincón del Vinotinto (@rinconvinotinto) diciembre 2, 2015