Como diría Hugo Illera, un reconocido comentarista en la costa: ¡Rimbombante! o el narrador de RCN, Alberto Mercado: ¡Sorprendente!.. Así fue el triunfazo del Deportes Tolima ante Junior (2-0) en el juego de vuelta de la segunda fase de la Copa Sudamericana ante Junior, en el mismísimo estadio Metropolitano.
Ni el horario que parecía infernal (4:30 p.m.), ni el favoritismo con el que llegaba el onceno rojiblanco tras la ventaja en la ida fueron impedimento para que el equipo de Alberto Gamero sacara su casta y borrara la mala imagen de choques anteriores, incluida el 1-0 en contra de la ida.
Dos golazos, convertidos por Jonathan Estrada (22') y Didier Delgado (45+1') sentenciaron la llave en favor del conjunto musical, sumada a la estelar actuación del guardameta paraguayo Joel Silva, quien a los 52 minutos de juego le atajó penal al volante Vladimir Hernández, quien esta vez si no convirtió, a diferencia del encuentro de ida en Techo cuando facturó el error de Avimiled Rivas.
(Vea: La galería de la celebración Pijao en el Metropolitano).
(Vea: La galería de la celebración Pijao en el Metropolitano).
Con este resultado, el cuadro de la 'Tierra Firme' enfrentará en los octavos de final al Sportivo Luqueño de Paraguay, escuadra que goleó 4-0 a Deportivo La Guaira de Venezuela, tras el 1-1 del primer cotejo y se ganó su pase a esta instancia. Las fechas de esta llave están por definirse,
Por ahora, Tolima comenzará a preparar el juego de este domingo (2 p.m.) en la visita al Once Caldas, por la fecha 13 de la Liga Águila 2 2015. El cotejo se llevará a cabo en el estadio Palogrande de Manizales.
El golpe
El equipo que saltó al campo de juego tuvo como integrantes a Joel Silva como arquero; Didier Delgado, Julián Quiñones, Dávinson Monsalve y Ómar Albornoz en defensa; Wilmar Barrios y Avimiled Rivas en pareja de contención; Marco Pérez, Jonathan Estrada y Andrés Ibargüen en zona de creación y Rogerio Leichtweis como único delantero.
Y con la actitud que no había tenido en ocasiones anteriores, incluso ante el mismo equipo que lo venció en Techo, salió a lograr lo que para algunos parecía impensado. Con presión en campo adversario y una rápida transición entre defensa y ataque el onceno musical fue a buscar de frente el triunfo.
Pese a ello, en los 45' iniciales la tribu ofreció algunas ventajas en su zona posterior que por fortuna el dueño de casa no capitalizó. Como por ejemplo, la jugada del minuto 14 cuando el atacante Juan David Pérez envió la pelota apenas desviada del arco cuidado por Joel Silva.
Sin embargo, a los 22' llegó la primera anotación del encuentro. Un rebote que dejó la zaga juniorista, fue cazado por el volante Jonathan Estrada, quien sin dejarla caer la clavó en el ángulo superior derecho del marco custodiado por el arquero Viera, para el silencio en el Metropolitano y el júbilo en los 11 guerreros visitantes.
Con la ventaja a su favor, los de Ibagué se dedicaron a administrar la ventaja en su zona posterior, ante la natural arremetida del anfitrión. A los minutos 33 y 40, Joel se encargó de ahogar el grito de gol de John Vásquez, uno de los más incisivos de la escuadra tiburona.
Y como dicen en la calle: El que no los hace... En el tiempo de reposición y de nuevo a la espera de una pelota viva, el que apareció esta vez fue Didier Delgado, quien con un potente remate de pierna izquierda la mandó a guardar al mismo ángulo que Estrada, ante la mirada impotente de Viera, quie no pudo hacer nada para evitar la debacle.
En el periodo complementario, las molestias musculares sacaron del partido al lateral Ómar Albornoz, quien dejó su lugar para dárselo a Henry Obando (46'). Y en algún momento, las acciones se complicaron para el equipo tolimense, cuando el árbitro brasileño Raphael Claus se inventó un penal de Julián Quiñones sobre Pérez, que a decir verdad sólo vio él.
Gracias a Dios, la justicia existe. Y en la ejecución, el tramposo cayó ante el mal cobro ejecutado que le permitió al cancerbero guaraní convertirse en uno de los héroes de la clasificación, como ya lo hiciera en la anterior serie ante Carabobo de Venezuela, al atajar tres disparos en la definición del clasificado.
Esa jugada significó un duro golpe para el club barranquillero, que cayó en un estado profundo de desesperación, en el que nada le salió. Y por ello Gamero aprovechó para refrescar su nómina, con la inclusión de Robin Ramírez por Leichtweis (57') y Nicolás Palacios por Estrada (87'), a quien la vuelta a la titular le sentó bastante bien. Al final, la alegría fue Pijao y la mal llamada paternidad se acabó.
El equipo que saltó al campo de juego tuvo como integrantes a Joel Silva como arquero; Didier Delgado, Julián Quiñones, Dávinson Monsalve y Ómar Albornoz en defensa; Wilmar Barrios y Avimiled Rivas en pareja de contención; Marco Pérez, Jonathan Estrada y Andrés Ibargüen en zona de creación y Rogerio Leichtweis como único delantero.
Y con la actitud que no había tenido en ocasiones anteriores, incluso ante el mismo equipo que lo venció en Techo, salió a lograr lo que para algunos parecía impensado. Con presión en campo adversario y una rápida transición entre defensa y ataque el onceno musical fue a buscar de frente el triunfo.
Pese a ello, en los 45' iniciales la tribu ofreció algunas ventajas en su zona posterior que por fortuna el dueño de casa no capitalizó. Como por ejemplo, la jugada del minuto 14 cuando el atacante Juan David Pérez envió la pelota apenas desviada del arco cuidado por Joel Silva.
Sin embargo, a los 22' llegó la primera anotación del encuentro. Un rebote que dejó la zaga juniorista, fue cazado por el volante Jonathan Estrada, quien sin dejarla caer la clavó en el ángulo superior derecho del marco custodiado por el arquero Viera, para el silencio en el Metropolitano y el júbilo en los 11 guerreros visitantes.
Con la ventaja a su favor, los de Ibagué se dedicaron a administrar la ventaja en su zona posterior, ante la natural arremetida del anfitrión. A los minutos 33 y 40, Joel se encargó de ahogar el grito de gol de John Vásquez, uno de los más incisivos de la escuadra tiburona.
Y como dicen en la calle: El que no los hace... En el tiempo de reposición y de nuevo a la espera de una pelota viva, el que apareció esta vez fue Didier Delgado, quien con un potente remate de pierna izquierda la mandó a guardar al mismo ángulo que Estrada, ante la mirada impotente de Viera, quie no pudo hacer nada para evitar la debacle.
En el periodo complementario, las molestias musculares sacaron del partido al lateral Ómar Albornoz, quien dejó su lugar para dárselo a Henry Obando (46'). Y en algún momento, las acciones se complicaron para el equipo tolimense, cuando el árbitro brasileño Raphael Claus se inventó un penal de Julián Quiñones sobre Pérez, que a decir verdad sólo vio él.
Gracias a Dios, la justicia existe. Y en la ejecución, el tramposo cayó ante el mal cobro ejecutado que le permitió al cancerbero guaraní convertirse en uno de los héroes de la clasificación, como ya lo hiciera en la anterior serie ante Carabobo de Venezuela, al atajar tres disparos en la definición del clasificado.
Esa jugada significó un duro golpe para el club barranquillero, que cayó en un estado profundo de desesperación, en el que nada le salió. Y por ello Gamero aprovechó para refrescar su nómina, con la inclusión de Robin Ramírez por Leichtweis (57') y Nicolás Palacios por Estrada (87'), a quien la vuelta a la titular le sentó bastante bien. Al final, la alegría fue Pijao y la mal llamada paternidad se acabó.