El anuncio hecho este lunes por Luis H. Rodríguez, alcalde de Ibagué, de cerrar a partir del viernes el estadio Manuel Murillo Toro para dar inicio a las obras de los vigésimos Juegos Deportivos Nacionales, cogió con los 'calzones abajo' a gran parte de la familia Deportes Tolima.
Y es que con el cierre del escenario deportivo en plena competencia, los afectados son bastantes, y la capacidad de reacción poca (Vea: Deportes Tolima a buscar casa por cierre del Murillo Toro).
En menos de 22 días cada cual deberá darle solución a su 'problema', antes del próximo partido en calidad de local del 'Vinotinto y Oro' en la Liga Águila 1, pactado ante Once Caldas el 4 o 5 de abril.
Como es apenas natural, el principal perjudicado con esta situación es el club, que de entrada deberá responderle a cerca de dos mil doscientos abonados (aprox.) por los cuatro partidos que le restan de la primera ronda de la Liga Águila 1, y los dos que faltan por disputarse en el Grupo H de la Copa Águila.
Lo anterior sin profundizar en el valor del alquiler de un nuevo estadio -cuando en Ibagué no existía como tal canon de arrendamiento- y los contratos de publicidad estática ya firmados.
Hasta el momento, el único anuncio hecho por Tolima sobre el tema abonos fue a través de Twitter. "El presidente Gabriel Camargo Salamanca estudiará solución para los abonados que compraron su abono para la Liga Águila I", reza el escueto comunicado en la cuenta @cdtolima.
A ello se suma que las taquillas del equipo en lo que resta de la fase regular de estos dos torneos, y en una eventual clasificación a fases finales, se verían seriamente afectadas.
¿Cuáles serían las alternativas? De acuerdo con Camargo, Armenia o Pereira apuntan a ser la nueva casa del equipo, aunque no se descarta del todo Bogotá, por el alto número de 'Pijaos' que residen en esta ciudad.
Otro punto que entraría en este análisis sería el campo de entrenamiento del equipo. No es un secreto que Deportes Tolima llevaba gran parte de sus sesiones de preparación en el 'Coloso de la 37', con algunas variaciones al césped de la Universidad Cooperativa, el Club Campestre o el estadio del municipio de Venadillo; sitios a los que deberá recurrir de ahora en adelante el entrenador Alberto Gamero y su cuerpo técnico.
Pero si no se podrá jugar en la Capital Musical, también podría pensarse el traslado del plantel de jugadores a otra sede; aspecto que aún no se ha tocado de manera pública por parte de la dirigencia de la institución, y que tendría un gran impacto en la forma cómo se entrena.
Ellos también pierden...
En este caso, otros que se ven perjudicados son los vendedores ambulantes que partido tras partido se dan cita en el Murillo Toro, y contaban con esos seis partidos de más en Ibagué para ganarse algunos pesos.
Los del agua y la gaseosa, la cerveza, los deditos de queso, las papas, las empanadas y la lechona, además de quienes venden camisetas y comida en las afueras del estadio, tendrán que rebuscárselas para encontrar otros escenarios de ingresos.
A su vez, los pequeños expendios de boletas ya no recibirán ganancias, al igual que los administradores del parqueadero de la tribuna occidental y, de forma indirecta, los conductores de buses y taxis que se beneficiaban en días de partido.
En vilo también quedaron los integrantes del equipo de logística liderado por el polémico Carl Robert Bernoske, quienes tenían paga por sus servicios en cada presentación del 'Vinotinto'.
Y qué decir de los hoteles, que sirven de concentración tanto del dueño de casa como de quienes vienen de visita: El Casa Morales, que es conocido como el 'cuartel tolimense'; así como el Estelar y el Ambalá, lugares frecuentados por diferentes divisas del rentado local.
En síntesis: La economía entorno al Deportes Tolima se estanca, en una ciudad con índices de desempleo elevados.
En síntesis: La economía entorno al Deportes Tolima se estanca, en una ciudad con índices de desempleo elevados.
Se vienen las 'verdes' para la prensa
Pero así como el conjunto 'Musical' sufrirá los rigores del cierre del Murillo Toro, la crónica deportiva que cubre al equipo también se verá muy afectada con esta determinación.
En Ibagué, como en diferentes ciudades del país, los grupos radiales dedican un alto porcentaje de sus espacios al fútbol profesional, e incluso, hacen considerables inversiones en derechos de transmisión, como el pago de la cuota de Dimayor y Asomedios.
Pero con el equipo afuera de la ciudad, llevar a cabo estas tareas implicará costos adicionales que no todos están dispuestos a asumir. Por ende, la variedad de transmisiones se limitaría a unas cuantas, perjudicando a quienes reciben ingresos por los cupos publicitarios que venden para cada partido.
¿Y la solución? El famoso doblaje, que consiste en transmitir en radio lo que se aprecia en la señal de televisión; lo que abarata costos y permite tener menos personal contratado.
En cuanto a la prensa escrita, lo más probable es que también se recurra a la T.V. o a los servicios de agencias para seguir las presentaciones del onceno de la 'Tierra Firme'. Y en este orden de ideas sería entendible que los gastos en desplazamiento sólo se hagan en instancias definitivas.
La recompensa...
Ante este panorama, la pregunta que surge entre los afectados es: ¿Todo esto a cambio de qué?...
Y según lo prometido por la administración municipal, la recompensa estará en el cambio de la actual gramilla a una tipo bermuda, con nuevo drenaje y sistema de riego; aparte de las obras de impermeabilización en las localidades de oriental, norte y sur.
Asimismo, la construcción de nuevos camerinos y un túnel de acceso al campo estilo FIFA; junto a la silletería en todas las tribunas, a excepción de occidental.
Recordemos que la inversión de las obras previstas está por los 13 mil 353 millones 846 mil 154 pesos, y será ejecutada por el consorcio Murillo Toro, que este lunes firmó el contrato que le da vía libre al arranque de operaciones en el máximo escenario deportivo de los ibaguereños.