Con la información del Club Deportes Tolima / Foto de Q'Hubo.
Así como es complejo comprender la historia del Deportes Tolima sin Gabriel Camargo, tampoco se puede dejar de nombrar a un hombre que le entregó su vida entera a lo que unos llamaron un 'sueño de locos': Don Jorge Guzmán Molina.
Este pintoresco personaje, que tiene entre sus méritos haber sido alcalde de Ibagué en 1960, por petición del gobernador Alfonso Palacios Rudas, duró durante 17 años como máximo funcionario de la institución, y fue el artífice del primer logro del 'Vinotinto y Oro' en el torneo organizado por la Dimayor: El subcampeonato de 1957.
Don 'Jorge Guzmán Tolima', como era conocido por su infinito amor por la divisa 'Musical', nació el 5 de abril de 1921 en Falan, municipio del norte del Departamento. Sus cualidades académicas lo llevaron a ganarse una beca en la Universidad Autónoma de México, donde sin dudarlo escogió la medicina, muestra de su don humanista.
A inicios de la década de los 50, Guzmán Molina se radicó en Ibagué, donde además de ejercer su profesión como galeno radiólogo, se dedicó a promover iniciativas deportivas y culturales, una de ellas, el Deportes Tolima, que fue fundado el 18 de diciembre de 1954.
Y no descansó hasta hacer de su equipo, en medio de las falencias monetarias de la época, un digno representante de la 'Tierra Firme'.
En 1956 asumió la presidencia del Club, cargo que ostentó hasta 1974, y fue conocida su entrega para conseguir -a como fuera lugar- ingresos para sostener la nómina de jugadores y demás empleados. Guzmán, un filántropo auténtico, rifó carros, vendió empanadas, e incluso, hipotecó su patrimonio para cumplir con las obligaciones contractuales, una imperiosa obligación en su papel como dirigente.
Pero él no sólo fue un entregado dirigente deportivo, con una profunda y decidida vocación política. También se destacó por el amor que le profesó a su familia, conformada por su esposa Jonny, y sus hijos Jorge, Javier, Jaime, Juan Carlos, Lupe, Beatriz y Pilar Eugenia. Fue médico y amante al fútbol, pero a la vez pareja y padre, lleno de astucia e ingenio para lograr sus sueños y brindar amor a los suyos.
Su muerte, el 25 de marzo de 2011, por complicaciones médicas, causó un inmenso dolor entre los ibaguereños. Porque si hubo alguien que quiso al 'Vinotinto' de una forma loca e inimaginable fue don Jorge. Y hasta entonces, nadie más entendió de su causa, quijotesca, ¡Heroica!
"Él nunca perdió su amor y atención por el Deportes Tolima, a pesar de su avanzada edad. Siempre preguntaba por los resultados, por la tabla de posiciones y por los siguiente rivales. A pesar de que ya no iba al es, dijo al diario Q'Hubo su hijo Javier.
Gracias don Jorge. Su amor, su laboriosidad, su desinteresada entrega hacia el Deportes Tolima fueron vitales para mantener encendida esta llama, que hoy flamea en el corazón del miles de tolimenses, que viven y sienten como propia esta pasión.