Con la felicidad que da el haber ganado el primer 'round' de la final de la Copa Postobón ante un rival de peso como Santa Fe (2-0), pero también con la sapiencia de entender que ese sólo es la mitad del trabajo que debe hacer para coronarse campeón, Alberto Gamero, técnico del Deportes Tolima, habló de lo que fue el encuentro celebrado en la noche del miércoles en el Murillo Toro.
Para el estratega samario, las claves para sellar una campaña perfecta en casa, con nueve triunfos en igual número de cotejos, fueron "las ganas y voluntad que pusieron los muchachos, sin temor a jugar al fútbol. Hicimos un partido inteligente, sólido, y atacamos a un equipo que se replegó por momentos. No es un resultado cómodo, porque sabemos de la jerarquía de Santa Fe en El Campín, y tenemos que entender que al frente tendremos a un equipo complicado".
De acuerdo con el entrenador del 'Vinotinto y Oro', "Con el 0-0, viendo que Santa Fe no tenía opciones de gol estuve tranquilo. Y si me iba con ese resultado a Bogotá, iba a pelear de todos modos el partido mano a mano. A mi grupo siempre le dije: No pierdan el orden, porque si no nos vulneran. Y el cero me genera confianza, porque sé que mi equipo hace goles".
Y agregó: "El 2-0 no es para decir que vamos a dar la vuelta olímpica ya. No hemos ganado nada, sólo son los primeros 90 minutos"
Para Gamero, el ingreso del volante vallecaucano Andrés Felipe Ibargüen (en lugar de David Silva, 68') fue importante en la consecución del triunfo ante los 'Leones'. Sin embargo, el DT confesó que su mayor temor fue que el mediocampista no entrara rápidamente en el circuito ofensivo que hasta el momento mostaba su divisa, teniendo como principal enemigo el cronómetro.
"No me desespero en los cambios. Lo que me inclinó a meter a Ibargüen fue que por el lado derecho estábamos tirando centros y el balón pasaba solo al otro sector. Necesita un hombre por fuera, que me hiciera lo de Chará en ese lado, y el único que podía entrar sin modificar el sistema era Andrés", enfatizó el samario.
Y añadió: "Ibargüen entró muy bien, en el momento justo. Y nos ayudó a generar más opciones de gol y por ende a ganar el partido".
Desde ya, el profe Alberto -quien quiere sacarse la espinita de lo que fue la pérdida de la Copa en 2011 con el Boyacá Chicó- plenea lo que será el duelo de vuelta ante los 'Cardenales', y sabe que así como lo hizo en Ibagué, no puede dar ventajas en una de las falencias que tiene su grupo: las jugadas con balón detenido.
"Mis jugadores ya saben lo que es jugar en El Campín. Y allá van a tener, como dice uno, 35 mil a 40 mil 'muñecos'. Va a ser un partido de trabajo, ustedes conocen la potencia que tienen en ofensiva y la pelota detenida. A mí este resultado no me brinda ninguna confianza. Sé que voy a jugar contra un equipo complicado, que viene haciendo las cosas bien en Liga y Copa", puntualizó.