Este es el momento en que el zaguero Henríquez desestabilizó a Ibargüen, acción que desencadenó en el primer tanto tolimense. Foto Hélmer Parra - El Nuevo Día.
Para Deportes Tolima no fue nada fácil eliminar al Atlético Nacional y avanzar a la semifinal de la Copa Postobón. En el duelo de vuelta de los cuartos de final, disputado el miércoles en el Murillo Toro, el 'Vinotinto y Oro' tuvo que exigirse al máximo en cada una de las líneas en pro de conseguir el triunfo (2-0). Sin embargo, hubo una acción que allanó el camino hacia la clasificación: correcta para algunos y dudosa para otros.
Cuando el cronómetro marcó los 36' del compromiso, el zaguero Alexis Henríquez derribó en el área al volante Andrés Felipe Ibargüen, figura del partido. Si bien el toque fue sutil, el árbitro santandereano Carlos Anaya consideró que era infracción, aunque se demoró algunos segundos en sancionarla y tuvo que recurrir a su primer asistente, el huilense Héctor Guerra.
Como era obvio, Henríquez le prostestó de forma vehemente al juez, quien lo amonestó por la falta. A él se unió Faryd Díaz, quien le reclamó a Anaya su determinación y también recibió el cartón pálido. Mientras tanto, los cerca de nueve mil hinchas 'Pijaos' que se dieron cita en el 'Coloso de la 37' celebraron la decisión del silbato, que cayó en el momento en que Tolima más lo necesitó.
Vea el penal que le cometieron a Andrés Ibargüen, del Deportes Tolima.
Vea el penal que le cometieron a Andrés Ibargüen, del Deportes Tolima.
Tras la protesta, vino al cobro el zaguero caleño Bréyner Bonilla, quien contrario a lo que se creyó antes de la ejecución, por su pegada fuerte, la acomodó con clase al lado izquierdo del arquero nacionalista Cristian Vargas, quien engañado voló al palo diestro.
"Todo el mundo espera el 'diablazo'. Inclusive ellos le dijeron al arquero que iba a patear duro. Pero bueno, había que ser inteligentes y aprovechar esta situación", dijo Bonilla por su conquista.
A partir de la anotación, los de Ibagué mostraron mayores argumentos ofensivos, fueron aplicados en marca y a los 78' consiguieron el 2-0 definitivo con una genialidad de Ibargüen, quien eludió en las cinco con 50 a un defensa rival y al arquero Vargas. Así, Tolima hizo valer el empate en la ida (2-2) y se quedó con el cupo con un 4-2 en el global (Vea: Alberto Gamero cobró revancha ante Nacional).
De eso fue consciente Osorio, quien intentó justificar la torpeza de Henríquez y la irregular presentación de su escuadra en la decisión del árbitro Anaya, y también en detalles tan irrelevantes como la asignación del banco norte del Murillo (y no el sur, en el que podía presionar al juez de línea) y la presunta falta de juego limpio por parte de los recogebolas locales (Vea: Juan Carlos Osorio, ¿Mal perdedor?).
Pero para Héctor Acuña, delantero del Deportes Tolima, la falta es más que clara: "Es penal. Él (Henríquez) manda un manotazo y lo desestabiliza".
Desde ya la 'Tribu' piensa en lo que será la llave de semifinal ante Patriotas, que venció como visitante al Once Caldas (1-4) y pasó con un 6-3 en el agregado. El primer partido entre ambas escuadras será el próximo 22 de octubre en el estadio La Independencia de Tunja, mientras que la vuelta se disputará el 29 en el Murillo Toro.