Mientras en otros países los hinchas ayudan a cuidar los estadios de sus equipos, e incluso emprenden campañas para su remodelación (Ver nota), en Ibagué parece que poco o nada importa respetar los espacios públicos y contribuir a su mejoramiento. Prueba de ello, los rayones y mensajes ofensivos que se leen en las paredes del Manuel Murillo Toro, escenario abandonado por los dirigentes locales y sin dolientes en la ciudadanía.
La única localidad que resultaba a salvo de los ataques vandálicos era la norte. Sin embargo, en los últimos días esta zona fue blanco de todo tipo de manchones que dañaron su aspecto nuevo y renovado y contrastaba con el resto del estadio.
Desde este espacio, promovimos con el respaldo de otros sitios partidarios del 'Vinotinto y Oro' como Soy del Vinotinto y Oro, Raza Pijaos y Club Deportes Tolima Te Amo, entre otros, una campaña de limpieza que tuvo eco en los aficionados (Ver nota), y logró que los exteriores de la tribuna sur lucieran un mejor aspecto, con pocos recursos y mucho amor propio.
Pero ante la actual situación del coliseo deportivo, se hace imperiosa la necesidad de convocar a una nueva jornada de aseo y embellecimiento, con el ánimo de recuperar lo que es nuestro. El anhelo de esta redacción será siempre ver en las mejores condiciones al sitio que consideramos como nuestra casa, cada vez que juega el equipo de la ciudad.
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